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martes, 4 de octubre de 2022

Ruta natural del Duero. El sueño comienza. Parte 2

 7. Zamora - Miranda do Douro


https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/zamora-miranda-do-douro-111166391

Distancia: 73,72 km
Desnivel positivo: 835 m



Salimos temprano de Zamora. La vista es impresionante y armoniosa a medida que recorremos la ribera del río, nuestro Duero.

Lo dejamos para confluir con la vía de la Plata, la Dalmacia y la Mirandesa.

Al principio discurre por pistas agrícolas, por secarrales con subidas y bajadas que con el calor, que hoy sí aprieta, te hace buscar la ribera.

Sabemos que hemos dejado el río a la derecha, no se asoma ni una pizca de verdor un girasol, ni una mísera huerta que nos alegre la vista.

Aun así, seguimos con nuestro buen humor descontando desnivel a una ruta exigente.

Pasamos por los pocos municipios que encontramos, buscando refrigerio: Tardobispo,

Pereruela (conocido por su cerámica) y ya entramos en la dehesa mirandesa.

No sé cuántos kilómetros, puede que media ruta, por una de las dehesas más

'rockandroleras' que he ciclado, y bella. Una pena que en esta época del año los arroyos están secos. Bueno, esto nos permite admirar y fotografiar varios puentes 'romanos' al completo, como el de Urrietes y otros muy sencillos y singulares, como dólmenes.

Buscar sombras bajo encinas centenarias y levantar aromas de tomillo, cantueso, espliego....

Todo lo que nos despierte sonrisas compensadoras del calor que estamos pasando hoy.

Saludar al pastor, hablar un rato con el guarda forestal...

En Abelón conquistamos la terraza del único bar. Sito nos regala una madera dibujada como recuerdo. La llevaré como oro en paño.

El calor aprieta y tiramos por carreteras secundarias, cómodas. Y sorpresa, entramos por una puerta y resulta ser la de un bar y al otro lado una piscina pública, la de Villadepera.

Rock conocido de fondo musical...

Y final con un poco de cresteo, ya visionando a lo lejos Miranda de Duero. La bajada vertiginosa y peligrosa a la Presa y... estamos en Portugal.

Recomienza...
Si pudieras,
sin angustia
y sin prisa.
Y los pasos que dés,
en ese camino duro
del futuro
dalos en libertad.
Mientras no llegues
no descanses.
De ningún fruto quieras apenas la mitad.
Y, nunca saciado,
ve cogiendo ilusiones sucesivas del vergel.
Siempre soñando y viendo
el engaño de la aventura.
¡Eres hombre, no lo olvides!
Solo es tuya la locura
donde, con lucidez, te reconozcas.

Sísifo, Miguel Torga






8. Miranda de Duero - Villarino de los Aires


https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/miranda-do-douro-villarino-de-los-aires-111276724

Distancia: 63,73 km
Desnivel positivo: 883 m



Anoche nos llegó un compañero más y hoy rodamos ligeros y animosos por todos los miradores de los Arribes del Duero. Y Agus se ha currado alguno que otro más.


Recorremos primero Miranda que es una ciudad medieval muy bien conservada y nos asomamos a los pies de su catedral. Y bajamos de nuevo hacia Zamora explorar la zona de Sayaga.

El tiempo juega con nosotros aquí entre España y Portugal y llevamos ya dos días
encontrándonos con el panadero itinerante así que vamos degustando los dulces de la zona.

Suerte que tenemos porque estos pueblos no tienen todos bares y/o fuente, en Mamoles de Sagayo sus paisanos nos han regalado una garrafade agua helada. Ya habíamos pasado por Garza de Sagayo y subido al mirador de las Barrancas y a la ermita de la virgen del Castillo y al castro a leer piedras.

También nos gusta la palabra `asomadero ́ y da un poco de vértigo guiñar un ojo al Duero desde esta altura.

Pero las vistas son de quedarse a meditar en cualquiera de estos rincones.
Fornillos de Fermoselle avituallamiento casero a manos de Vir y un par de fuentes bien fresquitas. Ya solo nos queda llegar a Villarino de Aires bajo un sol de justicia, que están hasta las ovejas y el pastor y el perro bajo la sombra de las encinas.

Nos espera la piscina municipal, y un buen refresco.


Y ahora España, Salamanca.
Arlanzón, Carrión, Pisuerga, Tormes, Águeda, mi Duero.
Ligrimos, lánguidos, íntimos, espejando claros cielos,
abrevando pardos campos, susurrando romanceros.
Valladolid; le flanqueas de niebla, le das tus besos,
le cunabas a Felipe consejas de comuneros.
Tordesillas; de la loca de amor vas bizmando el duelo a que dan sombra piadosa los
amores de Don Pedro.
Toro, erguido en atalaya, sus leyes no más recuerdo,
hace con tus aguas vino al sol de León, brasero.
Zamora de Doña Urraca, Zamora del Cid mancebo, sueñan torres con sus ojos siglosen corriente espejo.
Arribes de Fermoselle, por pingorotas berruecos,
temblando el Tormes acuesta en tu cauce sus ensueños.
Code de Mieza que cuelga a la sima de tu lecho.
Escombrera de Laverde, donde se escombraron rezos.
Frenejeda fronteriza, con sus viñedos por fresnos.
Barca d’Alva del abrazo del Águeda con tu estero,
Douro que bordando viñas vas a la mar prisionero, de paso cojes al Támega, de
hondas saudades cuévano.
En el Foz Oporto sueña con el Urbión altanero,
Soria en su sobremeseta con la mar toda sendero.
Árbol de fuertes raíces aterrado al patrio suelo,
beben tus hojas, las aguas, la eternidad del empeño.

Poema Durium, Duero y Douro, Miguel de Unamuno






9. Vilarino de los Aires –Saucelle


https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/villarino-de-los-aires-saucelle-111421011

Distancia: 59,73 km
Desnivel positivo: 946 m



Gracias a Novoa conseguimos dormir en el albergue ya abandonado de Villarino donde dormían los trabajadores de la presa, pero que han apañado para que pudiéramos pasar allí la noche. Un detalle porque el siguiente posible alojamiento nos pillaba muy a desmano.
Gracias.

Desayuno no tenemos, va a hacer calor así que salimos bien temprano. 3 km de bajada, 3 km de empujabike por un paraje al que habrá que volver en otoño o primavera y el desayuno empieza a ser una necesidad.

El cartel de Vitigudino me trae el olor de café torrefacto de viajes familiares.

Los pueblos están en fiesta y los bares abren tarde. Lo conseguimos en Masueco, una gasolinera y una tienda de pueblo con un poco de todo, incluido fruta.

Aldeadavila de Ribera es como el núcleo urbano más grande de la zona. Es muy pintoresco, pero están de encierro y no podemos pararnos mucho.

Bajamos asombrados por el paisaje y el desnivel repentino (que tendremos que ciclar de vuelta) y que nos lleva al mirador del Fraile. Este sí que es un buen asomadero, de vértigo.

Puede que sueñe con estas obras de ingeniería.

Descansamos en un área a la subida donde Niko, Laura, Eva y Elena nos hacen la primera vista del día.

Continuamos el track siguiendo las subidas y bajadas del terreno en plan ya de banda sonora de nuestras vidas.

En Mieza ya nos esperan nuestros compañeros más avanzados tomando un aperitivo, o haciendo ganchillo para envolver los troncos de los árboles.

La comida ya para Vilvestre, piscina y sorpresa. Son las fiestas, hay paella popular y gracias a los ánimos de la familia que lo lleva David e Iván nos traen una buena cazuela y ya tenemos la comida de hoy. Las risas garantizadas.

Siesta, hidratación y llegamos a Saucelle. A un hotel con vistas.

Como si
nada hubiera sucedido,
decíamos ayer:
me sobra noche, amigos,
me sobra urgencia
para arrancar el miedo
a la distancia.
Sigo aquí,
en comunión de lirios,
en silencio. 
Decíamos Ayer, Verónica Amat






10. Saucelle - Vila Nova de Foz


https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/saucelle-vila-nova-de-foz-coa-111529992

Distancia: 66,12 km
Desnivel positivo: 1.314 m




"Volverán las oscuras alforjas,
Volverán a tu bici colgar".

David Durán, el malaguita.


Desayuno a las 9 y ya nos va a apretar el calor. Mientras arreglamos un pinchazo esperamos turno en el frutero ambulante y seguidamente empezamos a bajar y subir para llegar al salto de Saucelle, y al mirador de su presa. Admirados y sonrientes nos hacemos, ná, alguna que otra foto.

Subimos a Freixo (subimos), recogemos a Niko y ya no dejamos la pista hasta Barca d'Alva.

Donde menos mal que tomamos buen refrigerio y comida, los cachopos sobrantes de la cena de Saucelle. Los siguientes kms son ya una locura de calor y de subidas y bajadas por todos los montes que veis en las fotos. Los miradores son pocos y las posibilidades de conseguir agua nula. Cobijarse en las sombras, beber y descansar para bajar la temperatura es una necesidad.

Los campos son de olivos, vides, almendros, no hay habitantes a la vista y tenemos que gestionar con cuidado toda el agua que llevamos. Cualquier brisa que baje delo 38° es bienvenida.

Sin ninguna duda es la ruta más exigente del viaje.

Ya casi en la cima dos furgonetas nos van ofreciendo agua al ver el esfuerzo que nos está suponiendo. Digamos que hemos hecho kms y kms y desnivel por una zona cuasi desértica.

Arriba en el puerto nos encontramos con dos motoristas esperando al resto que parece que tienen una convención. Y las furgonetas que paran a despedirse. Gente portuguesa, muy amables.

¡Qué encuentro más agradable entre aventureros sobre ruedas!

La siguiente parada será en la taberna de Castelo Melhor. Creo que les hemos dejado sin bebidas frías ni hielo.

Aunque aún hace calor tenemos que seguir la ruta que a pesar de que ya son pocos kms están....sí, cuesta arriba.

Los miradores al Duero son espectaculares, vemos el crucero que no cogimos en Barca d"Alva y la luz, el brillo de las vides y el reflejo de la tarde sobre el río son un respiro también en las bajadas.

Llegamos bastante exhaustos a Vila Nova de Foz Cøa, la verdad.

¿Sabéis esa expresión: de 'os falta un hervor'? A nosotros no.


La vida sólo es posible reinventada.
El sol camina por los prados
y la mano de oro camina 
por las aguas, por las hojas...
¡Ah! todas burbujas
que provienen de pozos profundos
de ilusionismo... — 
nada más.
Pero la vida, la vida, la vida, la
vida solo se puede reinventar....

Reinvención, Cecília Meireles
Distancia: 69,23 km
Desnivel positivo: 1.056 m


Día de carretera. Ojito con los conductores portugueses que llevan prisa y poca

consideración por los ciclistas. Aun así no es fácil quitarnos de disfrutar de estos paisajes toscanos, desde ahora integrados en mi memoria también como lusos, claro.
Vamos al ritmo de las terrazas de viñedos, de los racimos de uvas ya casi maduros. De los almendros ya con fruto, de los valles, cerros y laberintos de laderas. ¡Ojo, vamos hacia el fuego!

Vamos haciendo eses, galerías y ojitos a los recodos del Duero, casi siempre presto a alegrarnos las bajadas kilométricas, a vuestra imaginación dejo las subidas.

Pasamos las Quintas de reojo, no estamos para vinos. Ya llegará el momento.

Tomamos un refresco en Vale do Teja, en Horta (que no orto), en cada fuente que pasamos ya casi nos duchamos, para deleite de los paisanos. Nos da la vida.

El canto del gallo nos da todas las horas, el Eucalipto, recuerdos de la Rivera Sacra. Comida dispar en O Sobreiro, y rápido paseo por San Joan de Pesqueira - bonita plaza. Las Sagres caen como si las regalaran, las colas, las fantas, el agua...

Nos quedan solo un par de repechos ya descritos y prepararnos para la bajada kilométrica ~ unos 11km de curvas, sus luces, sus resplandores, sus antojadizas laderas, y al final...el plateado Duero.

Si nos conocéis...tenéis que vernos las caras.
Pinhão es un puerto precioso y muy, muy caluroso.
Leí sobre pájaros y llegué a saber que los pájaros miden la distancia
en unidades de cuerpo y no en metros: no importa la densidad de
cada cuerpo, lo que importa es la distancia entre ellos.

Matilde Campilho





12. Pinhão – Cinfaes
Distancia: 81,58 km
Desnivel positivo: 1.601 m


¡Dios nos tenga en su gloria! A la carretera de nuevo, por una maravillosa salida de Pinhão, con la neblina del río, el sol que arranca y el Duero que de nuevo nos da la bienvenida.

Hemos ciclado casi constantemente al abrazo del Duero, fresquitos, acariciados por una suave brisa.

Pasamos y paramos admirados por la presa que da paso a los barcos y cruceros de un lado al otro de la corriente.

Seguimos el tren con la vista, posibles futuros viajes.

Más de 20km a los pies del Duero acompañando sus curvas, cabalgando en la marea.

Primera parada en Sao Giao - refrigerio habitual y parece que empezamos la ruta del románico aunque no vemos mucho por el camino.

Llevamos unos días ciclando hacia la nube de humo, inquietante, hasta el olor ha penetrado en la neblina.

Comemos en Resende: cocido, pizza, kebab, ensaladas....

Y vamos...subiendo, si la mañana nos proveyó de uvas dulces, jardines y edenes de vides, la tarde nos ameniza con higueras, manzanos, luego, más adelante, los castaños, los naranjos y la mucha vegetación. Un verdadero jardín.

Nos hemos pasado todas las playas fluviales. No, no nos hemos bañado en el Duero, y no lo haremos. Lo hacemos en un afluente, Ribera Cabrum, con unas pozas de paraíso natural.

Hemos hecho buen desnivel, hemos alcanzado buenas vistas, preciosas, metiéndonos en la bruma. Una subida brutal para las piernas, pero sobre todo para los sentidos y para nuestra forma de entender el ciclo-turismo.

Don José, de un talante especial, nos espera en nuestro alojamiento de hoy, una casa muy acogedora y nos da las buenas noches con mi primer Oporto.
Y que ya, ya...llegamos hoy, no mañana.


"No sé cuántas almas tengo.
Cada momento que cambié.
Me asusto continuamente.
Nunca me vi ni me encontré.
De ser tanto, solo tengo un alma.
Quien tiene alma no está tranquilo.
El que ve es sólo lo que ve,
El que siente no es quien es,
Atento a lo que soy y lo que veo,
me convierto en ellos y no en mí.
Cada uno de mi sueño o deseo
nace y no es mío.
Soy mi propio paisaje;
Observo mi paso,
Diverso, móvil y solo,
No sé sentirme donde estoy.
Por eso, ajena, estoy leyendo
Como páginas, mi ser.
Lo que sigue sin predecir,
Lo que empezó a olvidar.
Me doy cuenta al margen de lo que leo
Lo que pensé que sentí.
Lo releo y digo: "¿Fui yo?"
Dios lo sabe, porque él lo escribió."

No sé cuántas almas tengo, Fernando Pessoa




13. Cinfaes – Porto

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/cifaes-oporto-111790243

Distancia: 76,8 km
Desnivel positivo: 1.195 m



¡Ay, Don José!! A Irma le recuerda a Lecter... Ya risas en el desayuno.

Empezamos con incidencia de pinchazo y se retrasa un poco la salida.

Ruta de carretera, de carretera nacional aunque pegados al Duero tenemos que ir muy concentrados.

Al menos los eucaliptos devoran el olor que dejan los coches, y el mal sabor de algunos adelantamientos. La carretera, un estrés. Es ancha y las vistas quedan lejos.

Cero escobillas: nueva categoría para muchos de los baños donde paramos.

Pedalear, pedalear y pedalear. Nuestra avanzadilla ve este sitio tan atractivo: Entre dos ríos,

Leverinho y Duero, en Cais de Lixa, todo ello con vistas a nuestro ya plateado Duero.

A partir de aquí hacemos alguna parada para asomarnos a las playas que hay en el camino, muy apetecibles pero no para nosotros. Objetivo: Oporto.

Y carretera y hartura de coches. Nos desvían al carril bici paralelo al río para entrar por la ribera, y nos baja el ritmo. Entramos en zona peatonal y carretera con nada de respeto hacia nosotros. No ha sido mala opción pero el retrato con el cartel de Oporto que hemos soñado todo el día no ha podido ser.

A cambio seguimos el olor a mar. Vamos pasando por ponte Arrábida, ponte Luis I, Infante

Don Enrique, de María Pia, de San Joao....y vamos acompañando a nuestro Duero a su fin,

que es el fin de nuestro track: regresar al mar.

A ti regreso, mar, al sabor fuerte
De la sal que el viento trae hasta mi boca,
A tu claridad, a esta suerte
Que me fue dada de olvidar la muerte
Aun sabiendo que la vida es poca.
A ti regreso, mar, cuerpo tendido,
A tu poder de paz y tempestad,
A tu clamor de dios encadenado,
De tierra femenina rodeado,
Cautivo de la propia libertad.
A ti regreso, mar, como quien sabe
De esa tu lección sacar provecho.
Y antes de que la vida se me acabe,
De toda el agua que en la tierra cabe,
En voluntad tornada, armaré el pecho.

A ti regreso, mar...José Saramago


                        ¡MUITO OBRIGADA!

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