El conflicto generado por las aceras bici
Era un día limpio, hermoso, uno de ésos que animan a pasear y a echar unos vinos. Fiel a mi costumbre, me dirigía a comprar los periódicos del día al quiosco de la Roge. La tienda de periódicos y revistas se encuentra en la acera de los pares de Avenida de la Paz emplazada entre Padre Claret y calle Autonomía de La Rioja. Además en esa misma zona están ubicados una relojería, una zapatería, una panadería, tres bares con sus consabidas terrazas, el mercado Patricia y varias tiendas de ropa, por lo que el trasiego de gente es incesante. A medida que me acercaba a mi punto de destino, pude oír cómo algunas voces se tornaban en gritos, palabras malsonantes e insultos. Los clientes de las terrazas, puestos de pie, alzaban los brazos al cielo maldiciendo. Las mujeres se llevaban las manos a la cara y los clientes de bares, panadería y tiendas salían a la calle para ver qué es lo que estaba ocurriendo. Quería saber qué acontecía. Me acerqué despacio, con cierto recelo. Mi curiosidad me empujaba irremisiblemente hacia el epicentro del suceso.
Era sábado y mi reloj marcaba las dos de la tarde.