Caminante ante carril bici Castellana
(Caspar Friedrich, 1818)
Hace un par de años... ¡no, cuatro ya (Dios, qué lejos queda) enumeraba yo en este blog tres maneras de los ciudadanos de hacer activismo ciclista gracias a las nuevas herramientas que Internet nos había concedido a los humanos.
En el tercer punto, hablaba de cómo ya no es necesario tener una asociación tradicional de largo recorrido para torcer las intenciones de la Administración, cito:
- "Las ideologías clásicas dan paso a alianzas temporales de lo más diverso que se juntan para una acción determinada y tras esta se separan, aunque dejando una red de contactos detrás que puede servir para acciones futuras."
- "El ciudadano ha encontrado otros cauces para manifestarse alternativos a las asociaciones tradicionales, (Conbici en este caso), creando una estructura en red autónoma y sin una cabeza clara. Esto obliga también a repensar el papel de los que hasta ahora eran los interlocutores sociales."
A comienzos de 2018, surgió la Plataforma Carril Bici Castellana, con nombre de intenciones claras y proceder muy similar al que acabo de describir. Estos dos tuits del periodista Miguel Ángel Medina hablan precisamente de estas dos características que mencionaba más arriba: