lunes, 27 de junio de 2011

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas (y III)

... viene del artículo anterior

Moviéndome en bici por Sevilla


Durante el pasado congreso Velo-City tuve la suerte de disponer durante cuatro días de la tarjeta de usuario del Sevici por lo que se puede decir que experimente en mis piernas las bondades (y conflictos) de la bicicleta en Sevilla. Mi visión por tanto en totalmente subjetiva y tiene el sesgo de un madrileño usuario habitual de la bici aunque poco acostumbrado a ver tanto ciclista por todas partes.

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas

Toma de contacto


Mi primera toma de contacto con la bici es rápida ya que el sistema para liberar la bicicleta de la base del Sevici es relativamente rápido y sencillo de entender. Pasas la tarjeta por el lector, sigues unas mínimas instrucciones, seleccionas la bici que vas a liberar, tecleas su número y la retiras. El problema es que debido al éxito del sistema no siempre hay bicis disponibles. Un dato importante es que si hay varias bicis para elegir has de mirar que las distintas partes y componentes de la bici seleccionada estén en su sitio: pedales, sillín, etc. Si solo queda una bici en la base puede ser que esta se encuentre averiada y que el sistema la haya bloqueado para evitar su uso hasta ser reparada. Lo cierto es que a primera hora de la mañana gran parte de las bases están vacías y eso aunque fastidie mucho es una excelente señal.

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas

Pedaleando por Sevilla


Una vez en marcha la primera sensación es que las bicis sevillanas son poco livianas. Más que una sensación es una evidencia. Sevici utiliza bicicletas robustas, reforzadas para evitar vandalismo y por tanto muy pesadas. En las pocas rampas que tuve que afrontar (por ejemplo para salir del carril que va junto al rio y subir al puente de San Telmo) me tuve que poner de pie. Menos mal que en Sevilla casi no hay cuestas. Es muy habitual ver –sobre todo a las chicas mas menudas- a la gente ponerse de pie para dar la primera pedalada al comenzar a rodar. Yo creo que este mismo modelo de bici no se podría usar en Madrid sin una adaptación de los cambios y un lifting para aligerar el peso, no me veo con una de estas monturas subiendo la Cuesta de la Vega.

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas

Carriles y circulación en general


Si haces un recorrido largo y no estás acostumbrado a circular en entornos con mucho tráfico de bicis tendrás sensaciones extrañas ya que contantemente te cruzaras con todo tipo de gente en toda clase de bicicletas. Es como si estuvieras dentro de un videojuego, excitante y agobiante a la vez, de noche todavía te agobias mas. En carriles bidireccionales tampoco te puedes despistar ya que el tráfico en sentido contrario puede ser intenso por momentos. Mi primer desplazamiento largo es por el carril que discurre junto al río (Ruta 2) desde la Barqueta hasta San Telmo. A media tarde el flujo de ciclistas es muy intenso. Además es muy frecuente que tengas que adelantar a ciclistas más lentos y que te cruces con patinadores. No te vas a aburrir circulando por estos carriles ¿Habrá estadísticas de choques entre ciclistas?

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Calles peatonales o de tráfico compartido


La calle Constitución ubicada en pleno centro histórico de la ciudad es el paradigma de una calzada compartida por multitud de usuarios. Madrid Rio es un desierto comparado con esta calle peatonal. A pesar de que no hay vehículos a motor –salvo los de reparto- en esta transitada calle te pueden encontrar con peatones, el tranvía, patinadores, policía a caballo, calesas también a caballo... Y creo que la convivencia es más o menos buena. Lo mejor de todo es contemplar al tranvía abriéndose paso entre semejante amalgama humana y como las bicis aprovechan el efecto “rebufo” creado por el tranvía al pasar. Increíble pero cierto. Unas placas en el suelo intentan diferenciar –sin mucho éxito- los espacios del tranvía y los de las bicis y peatones

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas

Circulación en bici en calles con tráfico viario


Me ocurrió una cosa curiosa un par de veces. Como no conozco bien la ciudad creo que debí circular ¿indebidamente? por calzadas abiertas al tráfico motorizado en calles que disponían de carril bici en la acera. De hecho en un par de ocasiones los automovilistas me lo recordaron amablemente con sus claxon y con alguna frase ocurrente. No se si será habitual este tipo de advertencia o sabían (es broma) que era de Madrid... Me temo que los contrarios al uso del carril bici tienen un problema serio ya que si hay carril bici has de usarlo.

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas

Daños colaterales


Al despertar después del primer día de uso del Sevici noto un fuerte dolor en los abductores. Como en esa época estaba entrenando para el maratón de Madrid pensé que era una contractura de por el entrenamiento a pie. Al subir por primera vez en la bicicleta ese día me doy cuenta de que este tipo de bici de sillín muy ancho exige una postura de pedaleo con muslos ligeramente abiertos y mayor potencia de pedalada para impulsar su peso con lo que mi sobrecarga de abductores quedó explicada. Este dolor se me fue retirando el primer día, pero es una anécdota más de cómo de diferente son las geometrías de las bicicletas y de las consecuencias anatómicas.

La bicicleta en Sevilla. Una ciudad que se mueve sobre dos ruedas

Conclusiones


Entiendo que un sistema de bicicleta pública potente en una ciudad grande como Sevilla, Zaragoza o Barcelona termine por crear “biciosos” del mismo ya que por su comodidad te enganchas a su uso casi sin querer, al menos eso es lo que a mi me ocurrió en Sevilla. Si además el clima y la propia morfología urbana acompañan, el éxito está asegurado. Incluso por la noche el uso de la bici no decrece y parece que el Sevici se ha vuelto un modo alternativo al coche para muchos chicos y chicas que salen por la noche, todo un ejemplo a seguir. Por cierto ya estoy deseando regresar a Sevilla.

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