miércoles, 6 de abril de 2011

Compartir la calzada y ciertas zonas mixtas peatonales-ciclistas, puro civismo

Para los conductores de coches y motos, los ciclistas y los peatones


Muchos conductores de vehículos motorizados se ponen nerviosos al ver una bici en la calzada, muchos peatones se ponen nerviosos o se irritan porque ven bicis por amplias zonas compartidas...

Compartir la calzada y ciertas zonas mixtas peatonales-ciclistas, puro civismo
Por otro lado muchos ciclistas se ponen nerviosos si ven a alguna persona cruzar cerca la vía ciclista segregada por la que circulan. Otros hacen un buen uso de la calzada, respetan las normas de circulación y algún otro se "adueña" de aceras peatonales casi exigiendo paso entre los ciudadanos que la usan con todo derecho. Existen también peatones que invaden las vías ciclistas porque sí, mostrando un desprecio total al ciclista que le pide paso.


Compartir la calzada y ciertas zonas mixtas peatonales-ciclistas, puro civismo
La clave es compartir: Señor peatón que se irrita, debe usted saber que existen espacios compartidos y que nadie le quiere arrollar. Señor conductor de coche debe saber que la calzada es para todos los vehículos, es decir, bicicletas, motocicletas, vehículos pesados, etc. Señor ciclista respete al peatón su espacio y circule por donde debe.

Hay que saber convivir en el espacio urbano que suele ser reducido. No podemos exigir ni pensar siempre en la opción de la segregación, una separación que delimite: acera, carril bici, carril bus, carril coche, parque, etc.

Compartir la calzada y ciertas zonas mixtas peatonales-ciclistas, puro civismo
Debemos aprender a compartir el espacio, a coexistir, conociendo los derechos y deberes de cada uno y a respetar. El civismo se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos; buena educación, urbanidad y cortesía.

Y las administraciones qué


Las administraciones deben informar públicamente de la existencia de zonas compartidas y de las prioridades de uso antes de legislar e imponer sanciones. Es vital la educación vial en los colegios, quizá en esas asignaturas recientes tipo "Educación por la ciudadanía" o lo que surja. Los ayuntamientos deberían informar debidamente de los cambios en las ordenanzas de movilidad, hacer campañas a pie de calle informando de ellas a los ciudadanos. Deben buscar formas amables e instructivas de hacer que la convivencia sea mejor. Y, por último, no deberían olvidar la vigilancia y la imposición de sanciones.