Escrito el 4 de marzo por Baldo
Mi pequeña bici roja vuelve a andar.
Cuando yo era pequeño, me sirvió para aprender a montar y para conocer bien todos los alrededores de mi casa con mis amigos. Después de servirnos a todos los hermanos estuvo guardada y ahora, aprovechando mi gusto por las bicis clásicas, urbanas, viejunas o con cierta historia, la he recuperado.
Una magnífica ocasión para ponerla guapa. Empezando por una buena limpieza, ajustar todas esas varillas que ya ajustaba cuando la usaba y hacer una puesta a punto completa, ahora que ya tengo algo más de idea de cómo hacerlo. Tampoco he querido meterme en grandes líos para dejarla utilizable y a punto. No la he pintado porque me gustaba la pintura que tiene, que no está del todo mal, y muchos de esos arañazos y golpes se los hice yo.
Viéndola ahora me llama la atención el aspecto tan antiguo que tiene y es que, desde finales de los sesenta, cuando se compró, la tecnología de las bicis ha cambiado mucho. Y en general a mejor.
Lo primero que se notaba al moverla de nuevo es el peso. 11,5 kg es mucho incluso para una bici de niño, que suelen ser pesadas, pero como cuando la usaba no tenía con qué compararlo pues me parecía estupendamente.
Otra cosa que llama la atención era la enorme holgura que tenían todos los rodamientos: ruedas, manillar, pedalier y pedales. Mucho uso, mucha tierra y ningún ajuste terminaron por hacer mella. Afortunadamente todos los rodamientos eran ajustables con conos con lo cual, después de una buena limpieza y un buen pegote de grasa de litio, han quedado perfectamente. Ahora muchas bicis tienen rodamientos sellados, no ajustables, con lo que en el futuro habrá problemas para encontrar piezas de repuesto.
No recordaba que la horquilla estuviese doblada, pero se veía claramente. Y más cuando la desmonté. La llevé a varias tiendas de bicis a ver si me la podían arreglar, pero ni podían ni sabían quien me lo podía hacer. Lo más que hizo alguno fue proponer que la cambiase. Creo que no entendieron bien que lo que quería era restaurarla. Finalmente encontré un sitio en el polígono industrial de Alcobendas donde me la enderezaron. Lamentablemente, para evitar que se rompiese tuvieron que calentarla, con lo que se quemó la pintura y tuve que repintar. Es muy difícil pintar el metal y que quede bien. Y más difícil aún imitar un granate brillante. Así que decidí que no era tan grave dejar un pequeño parche.
La parte más trabajosa fueron las ruedas. Los cromados tenían una capa de suciedad mate y óxido y tenían un aspecto lamentable. En dalepedales (Alameda 10) me dijeron que para los cromados probase con lana de acero fina. Es impresionante como quedan!. Vas descubriendo como reaparece el cromado donde no parecía quedar nada brillante y no raya absolutamente nada. Ha sido todo un descubrimiento y mucho más fácil que las historias de echarlo en ácido oxálico y esas cosas. Cansado pero sencillo y barato.
Los neumáticos, que eran de una medida un poco rara, los conseguí nuevos de una tienda francesa en Ebay. Luego me enteré de que también los tenían en Calmera.
El sillín de cuero no es que estuviese acartonado. Simplemente parecía de madera. De una pieza maciza. Nunca se le había dado nada parecido a una grasa. Le he dado montones de grasa para cuero del Decathlon y un protector líquido de marca Búfalo. Sigue pareciendo madera, pero brillante y suave. Supongo que no hay mucho más que hacer ya.
El pedalier, los pedales, me sorprendió que todas las roscas saliesen bien, y con una limpieza, ajuste y grasa de litio han quedado suaves y sin holgura. Podía haber cambiado los pedales, pero la idea era recuperar todas las piezas originales y, aparte del desgaste de las gomas y un pequeño tapón que faltaba, los pedales quedaron perfectamente utilizables y ajustados.
En el manillar, la lana de acero sacó algo de brillo, pero estaba bastante arañado. No lo vi mal y tampoco le cambié los puños. Porque eran los mismos que usé y porque no pegaba un modelo nuevo. Recuerdo que, por la forma del manillar, cuando fui creciendo, me hice daño alguna vez en las rodillas al torcer. Eso es algo importante a mirar si te compras una urbana con manillar hacia atrás, es muy cómodo si te va bien de talla pero tiene que estar a una altura suficiente.
Los guardabarros están en muy buen estado y sorprende lo duros y pesados que son, Lástima que el escudo que tiene el trasero no se vea bien. Tampoco se conserva muy bien el escudo que tiene la barra del sillín en el cuadro. Es el escudo de la tienda de Bahamontes en Toledo.
Me encanta la estética de este sistema de varillas de freno. En Calmera venden unas bicis con freno de varilla, con las varillas metidas en parte dentro del tubo pero el sistema que me gusta es este. Todo el conjunto de los frenos de varilla me parece muy bonito. Ahora brilla bien ajustado, aunque lo que es frenar, no frena mucho. En parte porque las zapatas son las originales y en parte porque no es un sistema muy eficiente. Pero bueno, está bonito y, para mi gusto, peor es un freno de contrapedal.
Han sido unas cuantas horas dedicadas a recuperar esta pequeña joya, sin valor económico pero con un gran valor sentimental para mí. Seguro que muchos tenéis acceso a bicis que están oxidándose y perdiéndose mientras esperan una mano que les devuelva la suavidad y el brillo que tuvieron alguna vez. Solo necesitas un poco de tiempo y espacio y merece la pena, sea para disfrutarla tú o para dársela a alguien.
En mi caso, me ha dado la satisfacción de verla otra vez rodando, conducida por una persona querida y así volver a ver en marcha uno de estos juguetes que me marcó para toda la vida.
Oh que buen trabajo, enhorabuena, Baldo. :)
ResponderEliminarMuy buen trabajo de restauración, Baldo, ¡Felicidades!
ResponderEliminarDa gusto ver como esas bicis viejas que teníamos abandonadas en un trastero, o en el pueblo en la casa de nuestros abuelos, pueden volver a rodar y a dar alegría a otros nuevos ciclistas.
Muchos buscan tener la mejor bici, con la mejor tecnología, sin darse cuenta que a lo mejor en su trastero tienen un tesoro abandonado. Solo hay que saber buscarlo.
:) :) :)
¡Enhorabuena por el trabajo Baldo!
ResponderEliminarRecuperar esas bicis requiere trabajo, pero es verdad que da una gran satisfacción cuando vuelven a estar en marcha.
Aprovecho y te cuento un par de cosas:
- Oxido en los cromados: con agua calient y fairy, quitarlos resulta más facíl e igual de barato.
- Frenos: si no frena bien es por las zapatas, cambialas ya. El sistema que lleva hace que los frenos tiren y hagan pinza sobre la llanta al mismo tiempo, con zapatas nuevas frenará realmente bien. Estas navidades restauré una BH de barra baja para un amigo, que lleva exactamente el mismo sistema de varillas que la tuya, y la bicicleta frena muy bien con las zapatas nuevas.
Felicitaciones ha sido un excelente trabajo , yo aun conservo mi pequeña plegable rodado 14", suelo restaurar bicis con historia familiar lo que mas me llego al corazon fue volver a la vida la primer bicicleta de mi madre una 26" barra baja de paseo cuadro italiano muy liviana tambien el tema de los cromados fue magnifico como si uno hiciera magia , ahi es donde ves la calidad del trabajo que se hacia antes, hoy en dia los cromados son una pequeña capa que se estropea de nada, en fin un lujo de verdad .Saludos desde Buenos Aires Argentina
ResponderEliminarUna historia preciosa. Algún día tendré que hacer lo propio con la vieja bici Peugeot de mi abuelo. Aunque de momento sólo puedo permitirme tener mi bici plegable de Decathlon, porque una normal no me cabe en mi piso de Madrid...
ResponderEliminarExcelente trabajo y bonita bici Baldo :)
ResponderEliminarMagnífico, Baldo. Qué habrá sido de mi vieja BH Meteor azul de niñez ?
ResponderEliminarEs curioso porque TODOS, incluso los que ahora van en coche hasta a comprar el pan, tenemos un recuerdo de la bici que usábamos de niños.
¡Qué preciosidad de bici! Enhorabuena por la recuperación y qué suerte que tiene el pequeño a quien se la has cedido: puede considerarse muy afortunado por disfrutar de una bicicleta española distinta a las de sus amigos, con clase, original y con historia.
ResponderEliminarSi enseñas tu trabajo en cicloclasica.com seguro que lo apreciarán.
Saludos.
Felicidades por ese magnífico trabajo de restauración. El resultado final es realmente asombroso. Has... conseguido...que...me...acuerde...de...mi...primera...bici...una...derbi...rabasa... ROJA!!!
ResponderEliminarsnif...
Good job brother! Sorprendende ver como ha mejorado la pequeña polvorienta, pero tambien me ha llamado la atención que provenga de la tienda de Bahamontes, nada menos, "el aguila de Toledo" y una digna heredera que luce su escudo (bueno, un trozo)
ResponderEliminarEs identica a una BH del 88 de mi prima que me ragaló. Con esa bici me puse ruedines, y con esa bici me los quite, mi primer descenso, mi primer kilometro, mi primer derrape... me has alegrado el dia con recuerdos.
ResponderEliminarHey man! :-D
ResponderEliminarQué bonita te quedó. Enhorabuena.
ResponderEliminarGeorges Bataille decía que la literatura era la infancia al fin recuperada. Para mí es la bicicleta la que es la infancia al fin recuperada.
ResponderEliminarNada me retrotrae tanto a mi niñez como montar en la bicicleta una mañana soleada de día no laborable y salir a pedalear con una sensación de libertad infinita, la brisa dándome en la cara,por las calles y parques de Madrid.
Qué bárbaro
ResponderEliminar