martes, 23 de octubre de 2018

¿Son la lluvia o el frío una excusa para no salir a pedalear un sábado? Ese gran debate

 
Si me hubieran preguntado hace un tiempo, me hubiese negado a ir a una ruta viendo caer agua antes de salir por la puerta. Pero ahora, después de unas cuantas rutas en las que el pronóstico, en absoluto acompañaba, diría que al menos hay que intentarlo. Lo más probable es que lo vaya a disfrutar tanto o más. Las risas van a estar aseguradas. Así que al final van a tener razón los que dicen que no hay mejor ocasión de salir, que la que se nos presenta cada sábado, porque la bici no encoge. 
 
Ahora que vamos camino del frío y las inclemencias, aunque aún nos queden lejos, es buen momento para empezar a pensar cómo equiparnos. Para que tampoco se nos encoja el ánimo. 

 
Si ya has compartido alguna de nuestras rutas, habrás visto que hay lugar para todos. Desde los más "pros" que bajan su ritmo para acompañar al grupo, hasta los más "novatos", que se estrenan en esto del MTB por la sierra y van creciendo en cada ruta.
Igual de diferente es la equipación de cada participante. Hay muchas formas de prepararse para el frío y la lluvia. Sin ánimo de decir cómo tiene que hacerlo cada uno, solo contaros las cosas que hemos ido descubriendo, de modo casero, sin ser ni muy técnicos ni muy puristas, porque tampoco es el perfil medio de los que salimos cada sábado en este grupo.
Igual que unos son de pedales automáticos, y otros no, hay quién prefiere equiparse con ropa específica de ciclismo mientras otros aprovechan el material de montaña, o de cualquier otro deporte, que les pueda servir para seguir disfrutando durante todo el invierno de la bici. Porque no salimos a competir sino a disfrutar de la ruta, solo hay que buscar la opción que nos haga sentirnos más cómodos.
Adaptarse al frío, la lluvia y la nieve
Pero aquí la idea es plantearlo desde el punto de vista de cómo equiparse para nuestras rutas por la sierra y poder pasar varias horas disfrutando de la bici sin problemas, independientemente del tiempo que haga.
Lo más importante es pensar en capas que te permitan adaptarte en función de las sensaciones y de cómo cambie el tiempo durante el día.
Cabeza
En nuestras rutas es imprescindible llevar casco, que de por sí ya es una protección y abriga, pero, con el fin de ventilar, todo entra, agua, frío, aire ... así que dependiendo del tiempo, hay que pensar en una capa adicional de abrigo, que puede ser una braga, un gorro o lo que mejor te venga. Si llueve, no está de más llevar un cubrecasco.
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Solución rápida y barata al cubrecasco que nos compartió un compañero en nuestro grupo de MTB en Facebook, un gorro de ducha.
Imprescindibles, o al menos muy recomendables, serían una gafas de ciclismo. Aquí también te protegerán de la lluvia o de la nieve, que pueden ser muy molestas. La visera de una gorra podría ser una gran ayuda para que el agua no te impida ver con claridad.
No olvides las orejas, un truco muy simple y económico para ellas, son orejeras de las que venden en los chinos (verdad Johnny ?)
Tronco
En invierno y en verano (sí, sí, en verano también), es muy recomendable llevar siempre un chubasquero, no pesa nada y con que te saque una vez del apuro te va a compensar todas las otras veces que lo has cargado sin utilizarlo. Importante que sea una prenda transpirable, además de impermeable, los tejidos técnicos miden su calidad en grado de transpirabilidad e impermeabilidad, cuanto más altos estos números mejor será la prenda seguramente estén muy relacionados con su precio.
Alerta Frikies: Sin ponernos muy técnicos y con el ánimo de que vayáis bien equipados, no recomendaríamos una chaqueta que no indique su valor de impermeabilidad (si no lo indica será bajo), o una cuyo valor de impermeabilidad sea menor de 10.000 mm (soporta una columna de agua de 10 metros de altura en una superficie de tela de 1 pulgada x 1 pulgada). Aquí muy bien explicado aunque en inglés. Respecto a la transpirabilidad, cuanto más mejor, pero nunca parecerá suficiente.
Para la primera capa, una camiseta técnica o un maillot que evacuen adecuadamente el sudor y sequen muy rápido, o una camiseta térmica si estamos hablando de lo más crudo del invierno.
Una segunda capa que abrigue y sea cortavientos, será suficiente si no hace mucho frío o si vas en una subida. La última capa siempre impermeable, un tejido softshell (Goretex o similar), que puede ser segunda o tercera capa, dependiendo del día.
El número de capas depende de las sensaciones de cada uno y no hay una receta igual para todo el mundo. Es cuestión de probar la combinación que mejor te resulte. Llevar varias capas te permite adaptarte también mejor a los cambios de temperatura del día.
Típico en nuestras rutas es la cantidad de paradas que hacemos para reagruparnos. Es conveniente llevar algo de abrigo extra para no quedarte frío en la espera. También es recomendable quitarse ropa al ponerse en marcha, aunque pases un poquito de frío al principio. Romper a sudar demasiado pronto hace que acumules más humedad en la ropa. Y el sudor en un día de invierno es mal compañero.
Para luchar contra la condensación e intentar mantener secas las primeras capas, un truco de la vieja escuela es el papel de periódico. Absorbe la humedad, guarda el calor que genera tu cuerpo, y además te puedes deshacer de él o reemplazarlo por uno nuevo, cuando quieras. Es un truco clásico que no cuesta dinero y que lo usan incluso los ciclistas profesionales.
Piernas
"Las piernas no son del cuerpo" es algo que algunos dicen a menudo y los hay que aún nevando siguen apostando por el culotte corto. Otros cuando llega el frío pasamos al culotte largo (la mayoría en realidad, no estamos todos hechos de la misma pasta...).
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Y si llueve, pantalón impermeable. Suelen ser incómodos, porque la humedad de la condensación hace que al final te acabes mojando. Evitar los baratos que parecen plástico. Muchos apuestan por la ropa de montaña que ofrece distintas opciones para lluvia y nieve.
Manos
Baja temperatura más lluvia o nieve pueden hacer que las manos sufran mucho con el frío, especialmente en las bajadas. Además de ser muy incómodo, puede ser peligroso que se entumezcan las manos. Unos buenos guantes de invierno de ciclismo (o de montaña o de nieve) que sean impermeables y abrigaditos son imprescindibles. Y aún así, todos sabemos que con el paso de las horas, si la lluvia persiste, lo normal es que cualquier guante acabe calando.
Soluciones que algunos han encontrado son guantes de neopreno, que si bien no te mantienen secas las manos, sí que conservan el calor. O los guantes de nitrilo, que te mantendrán las manos secas debajo de tu guante empapado.
Si tu problema es el frío también, puede interesarte incorporar un segundo guante fino, de los que se usan en montaña como primera capa, debajo de tu guante de invierno. Llevar uno o cuatro pares de guantes secos de recambio es también altamente recomendable.
Pies
Los pies también sufren con el frío y la lluvia. Las soluciones van desde lo más obvio, que son unas buenas botas de invierno impermeables y unos buenos cubre botas, hasta lo más creativo, como son unos escarpines de neopreno que, una vez más, no evitarán que te mojes pero mantendrán el calor. Otro truco robado de los profesionales, papel aluminio envolviendo la punta de los dedos.
Unos buenos calcetines impermeables de lana merino como los Seal Skinz son también el objeto de deseo invernal de muchos de nuestros compañeros. Algunos compañeros han tenido experiencias muy buenas con Calcetines de Gore TEX. Son carillos, pero mantener los pies secos en un día frío no tiene precio.
Si no eres de llevar calas y apuestas en invierno por una bota de montaña para montar en bici, aunque sea Goretex, acabará mojando por arriba. Usar un par de polainas ayuda a proteger más la bota.
La imagen puede contener: una o varias personas, exterior y naturaleza
Y si igualmente te acabas mojando, porque hay veces que es inevitable, también vale la solución de unos calcetines secos y unas bolsas de plástico, al menos para volver en el tren con los pies secos.
Cuando la necesidad aprieta, el ingenio se agudiza.
Resumiendo
Antes de decidir, está bien ir probando. En esto como en todo, cada persona es un mundo. No somos iguales. Ni igualmente frioleros, ni sudamos igual, ni sufrimos de igual manera el frío en pies y manos, ni entramos en calor igual de rápido... Lo que a unos les sirve, a otros se les queda corto, o les resulta excesivo.
Y una tontuna, si llevas mochila, recuerda llevar un cubre mochila si no lo lleva incorporado la tuya. Y si no tienes, una buena opción es llevar todo dentro de bolsas impermeables (muy convenientes por su tamaño, las bolsas herméticas que venden en los súper para guardar comida o las bolsas de basura). Protege también las herramientas; las mías acabaron oxidadas después del primer invierno.
Y en tu caso... ¿cuál es tu equipación o tu excusa?

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