viernes, 23 de junio de 2023

15.000 madrileños van en coche a un gimnasio a menos de 1 km. No es una elección libre, demostrado con datos

El análisis con datos de trayectos de coche en situaciones aparentemente innecesarias nos muestra una incómoda verdad: usar el coche rara vez es un acto de libertad

 

El individuo 3559046

Un día laborable de abril de 2018, un habitante del barrio de San Fermín (Usera) decidió salir por la tarde para ir a hacer deporte al polideportivo municipal de Orcasur, situado a unos 800m. Podría haber elegido ir andando (10 minutos), en bus (8 minutos) o en bici (5 minutos) pero prefirió ir en coche (5 minutos).

Al día siguiente, el Consorcio de Transportes le realizó una entrevista telefónica preguntándole por todos los viajes que había realizado el día anterior, la hora, el modo de transporte y el motivo del viaje. También le preguntaron por qué no prefirió usar el transporte público. "Tardaría demasiado", respondió, a pesar de tener un bus directo (el 78). Nadie le preguntó por qué no fue andando, o en bici, o en cualquier otro modo.

La entrevista fue registrada como la 3559046 y se publicó un tiempo más tarde dentro de una gigantesca tabla de 4 millones de casillas, junto con otras 63000 entrevistas más.

¿Por qué esa persona eligió el coche teniendo alternativas tan razonables como ir caminando o en bus? ¿O quizá las alternativas no eran tan buenas como parecen en el papel?

 

 

¿Y si la libertad de ir en coche fuera en realidad una obligación?

Cada vez hay más noticias sobre medidas que tratan de que cambiemos nuestros hábitos de movilidad: zonas de bajas emisiones, peatonalizaciones, parquímetros: en resumen, usar menos el coche a favor de otros modos que consuman menos recursos.  En todas estas noticias aparece siempre un falso debate sobre la pérdida de libertad, poniendo como ejemplo casos extremos: 

  • ¿Cómo tiene que hacer alguien que vive a 50 km de su trabajo?
  • ¿Qué sucede si estamos trasladando a alguien con problemas de movilidad?
  • ¿O si hay que llevar una carga pesada?

La tesis del siguiente artículo es que el debate sobre la libertad está mal enfocado: no hay libre elección si todas las opciones menos una son horribles. Cuando tu alternativa a un trayecto de 45 minutos en coche son 2h30 en transporte público, es difícil hablar de "libertad de elección".

Así que hoy vamos a estudiar por qué la gente usa el coche en los casos en los que sí parece que hay opciones razonables. 


El caso extremo: coge el coche para ir al gimnasio a menos de 1 km

Para descartar cualquier otra circunstancia que pudiera empujar a usar el coche, como falta de movilidad, mal transporte público o tener que llevar carga, nos centraremos en el caso más extremo que hemos encontrado: quienes se van a hacer deporte en coche a una distancia entre 0 y 1 km, que son como mucho 15 minutos andando.

¿Creéis que nuestro entrevistado 3559046 es una excepción? Os sorprendería saber la de viajes cortos que se hacen en coche, y de esos, la de viajes en coche cuya única finalidad es ir a hacer deporte. 

Para quien crea que nos estamos volviendo unos gordos, mejor leer hasta el final.

 


 

Los viajes en Madrid son mucho más cortos de lo que la gente cree

Hay una creencia general de que la mayoría de la gente tiene que hacer decenas de kilómetros y que por eso no es posible plantearse alternativas al coche más que para una minoría de privilegiados que viven en el centro de la ciudad. 

La realidad: De los 15 millones de desplazamientos al día, 67% de los trayectos de tiene menos de 5 km, una distancia que como mucho se tarda 25 minutos en bici. 

¿Hay trayectos de más de 25 km al día? Sí, pero son sólo un 5%. Para nada son la mayoría.

Y recordamos: no estamos hablando sólo de Madrid capital, sino de toda la provincia.



¿Qué modos usamos para realizar estos trayectos?

Evidentemente, los trayectos más cortos los hacemos abrumadoramente andando. Por encima de los 3km, apenas hay ya viajes que no sean mecanizados

Como curiosidad, aquí están las distancias que se recorren en transporte público. Su mayor uso se da en viajes cortos, en torno a 2-3 km.



Y como somos un blog de bicis, no podía faltar. Su rango principal son viajes de hasta los 4km.



¿Qué distancias recorremos en coche?

La gente cree que el coche se usa mayoritariamente para cubrir largas distancias. Para nada, el 40% de trayectos son de menos de 2 km.

Y en el otro extremo, los trayectos de más de 15km, en los que es probable que no haya alternativas prácticas al coche, suponen sólo un 20%.


¿Cómo es posible? ¿Por qué tanta gente usa el coche para trayectos de menos de 1km?

Vamos al caso más extremo, los viajes de menos de 1km, que podrían realizarse andando, y de hecho la mayoría lo hace así. Pero los usuarios de coche no son pocos, hablamos de 877.000 trayectos al día, 600.000 coches moviéndose (los 177.000 trayectos de diferencia son gente que va en coche de pasajero).
 
¿Qué motiva esos desplazamientos?
 
 

Principalmente, hacer de chófer para alguien que no conduce, ir al trabajo y hacer la compra. 
 
En algunos casos, parece que el uso del coche en distancias cortas no tiene alternativas fáciles (llevar gente, compras, ir al médico si tenemos problemas de movilidad). 
 
Pero hay otros en los que sí parece que se trata de una elección más libre, como ir al trabajo, tener ocio o ir a hacer deporte ¿es así o hay más factores?
 

 

¿Por qué no fueron en transporte público?

¿Qué motiva esos desplazamientos en coche? La encuesta de movilidad nos da una aproximación al preguntar por qué se eligió coche y no transporte público en esos viajes de 1 km.

La incomodidad del transporte público, no tener una oferta adecuada o tardar más explica un 60% de los casos para usar el coche en su lugar.

No tenemos la pregunta "¿y por qué no fuiste andando?", que sería la que nos descubriría muchas claves. Pero al separar las respuestas por el motivo del viaje, tenemos algunas pistas:

  • Necesita coche: Es una explicación básicamente para quien tiene que ir al trabajo o realizar gestiones. En otros tipos de viaje apenas aparece. Quizá gente que tenga que ir vestido de traje, o llevar materiales voluminosos.
  • Más incómodo: Los que van a hacer la compra es quienes más dan este motivo. Tener que llevar carga parece un factor claro para coger el coche.
  • Tardo más: Esto es bastante común, aunque es especialmente significativo en quien va a estudiar, quien acompaña a otro, o quien va a hacer deporte u ocio. Cuando la diferencia de tiempo respecto a andar es tan poca, hay que plantear que quizá este viaje corto sea una etapa de otro más largo que sí puede resultar demasiado lento si no se hiciera en coche.
  • Muy cerca: Respuesta peculiar ¿para qué coger el transporte público, si está tan cerca que podría ir andando? Pero se usa el coche. Esto puede estar indicando una facilidad de poder coger el coche de puerta a puerta propia de pueblos pequeños, pero sorprendente en Madrid.
  • Prefiero andar / ir en bici: Respuesta sorprendente, que sólo aparece en quienes van a hacer deporte. "Prefiero andar a usar el transporte público, por eso cojo el coche para ir al gimnasio". No traten de entender.

 

La encuesta nos permite explorar dos de estos motivos, "tardo más" y "está muy cerca".

 

Los que van a hacer deporte en coche aprovechando un trayecto más largo

"Tardo más" igual nos está indicando una realidad no visible fijándonos sólo en el trayecto de menos de 1km. ¿Y si ese trayecto fuera una etapa de un trayecto mucho más largo en el que la elección del coche fuera mucho más forzada?

Examinando caso a caso se puede comprobar quienes enlazaron este viaje con otros. Como es un trabajo manual, lo limitamos sólo a los que van a hacer deporte, ya que así descartamos en buena medida que se esté cogiendo el coche por problemas de movilidad. 
 







Sorpresa: un 72% hace esos trayectos de camino a otro sitio. La mayoría está encajando su actividad deportiva de camino al trabajo, o aprovechando que tiene que ir a hacer la compra o llevar a otra persona.

Y en el siguiente gráfico se ve bien por qué usan el coche: el recorrido principal que hacen tiene una distancia considerable, e ir a hacer deporte andando implicaría tener que volver luego a casa a por el coche. Estamos hablando que usarlo en ese trayecto corto de menos de 1 km puede suponer ahorrarse  unos 20-30 minutos frente a ir andando. Si vas camino del trabajo, ese tiempo vale oro.

La excepción es quien va a hacer la compra. En ese caso sí se trata de recorridos cortos en coche (2 Km), empleado para llevar la carga. La actividad deportiva se encaja aprovechando ese viaje.


Los 4156 que van a hacer sólo deporte en coche a menos de 1km ¿es una elección libre o está condicionada?

Quedémonos con ese 24% que coge el coche desde casa para hacer deporte a menos de 1 km y luego vuelve a casa, sin tener que hacer más recorridos. ¿Es una decisión libre o existen más condicionantes?

Uno de los datos que más llaman la atención es que ese tipo de viajes suceden sobre todo en pueblos, siendo mucho menos frecuentes cuanto más grande es la ciudad.


La falta de un buen transporte público explica parte del problema en esos municipios pequeños. Pero nos dice poco de por qué no van andando, estando cerca. Veamos algún caso concreto para entenderlo mejor.


El primer problema de los municipios pequeños: la encuesta falsea distancias

La encuesta calcula distancia en línea recta entre origen y destino según una zonificación que divide la Comunidad de Madrid en 1259 zonas.
 
En áreas muy pobladas, esas zonas son pequeñas y son bastante aproximadas a lo que pasa. El distrito Centro de Madrid
 
 En pueblos más pequeños, las zonas llegan a abarcar todo el municipio. Por ejemplo, el caso de Venturada

 

El segundo problema de los municipios pequeños: un entorno hostil para caminar

En entornos urbanos densos, existen recorridos bastante aproximados a la línea recta fáciles de caminar. Las periferias son otro cantar.

Veamos un mismo recorrido de 900m en Madrid Centro y Venturada. En el primer caso los 900 teóricos son en realidad 1,1 km, ya que las calles obligan a hacer un cierto rodeo. Pero se trata de un camino de 14 min, con 13m de desnivel, recorriendo calles semipeatonales con tiendas y gente.



En Venturada, los 900m teóricos acaban siendo 4km a través de campo, carreteras sin arcén y rotondas, con 115m de desnivel ¿Realmente caminar es una opción razonable frente al coche en este contexto?




El caso extremo: distancia real de 800 en Madrid capital

Hemos ido poco a poco viendo cómo los distintos trayectos que la gente hace el coche son en su mayoría debidos a que las alternativas son poco prácticas, y que por tanto no hay un equilibrio que permita hablar de una elección completamente libre, y sí muy sesgada.

Nos queda ver si existe algún caso en el que sí que hay opciones reales y en cambio, se elige el coche. 
 
Volvamos al individuo 3559046. Tiene todos los factores posibles para poder concluir que eligió el coche libremente teniendo opciones razonables, tanto en bus (7 minutos) como andando en un entorno urbano fácil (10 minutos).




Lo más impresionante de la encuesta es que no sólo podemos saber cómo realizó ese viaje, sino lo que hizo en toda la jornada. Este fue su diario:
  • 7:15 Salió de casa en San Fermín y cogió un taxi. Es un trayecto excepcional, que nunca antes había hecho. Podía haber usado su propio coche, pero se trata de un encargo laboral que posiblemente le pague la empresa. No cogió el transporte público, porque hubiera tardado demasiado.
  • 7:55 Llegó al aeropuerto, donde realizó alguna gestión relacionada con su trabajo, posiblemente recoger a alguien o un paquete.
  • 8:50 Ya con el encargo realizado, salió del aeropuerto en otro taxi, posiblemente pagado por la empresa
  • 9:30 Dejó el paquete o la persona en el centro de Pinto
  • 10:00 Cogió otro taxi. Este trayecto lo ha realizado en más ocasiones.
  • 10:30 Llegó a su centro de a su trabajo en Conde de Casal 
  • 18:20 Terminó su jornada laboral y cogió el metro, posiblemente hasta Legazpi donde trasbordó
  • 19:00 Llegó a su casa
  • 20:15 Cogió el coche
  • 20:20 Llegó al polideportivo
  • 22:30 Cogió el coche de vuelta
  • 22:35 Por fin en casa. Fin de la jornada

Es decir, que alguien que se levantó antes de las 7 de la mañana y llega a su casa 12 horas después tiene 1 hora para descansar antes de ir a hacer deporte. No sabemos si tiene fácil ir en bici, pero sí tenía tres opciones evidentes encima de la mesa, condicionadas por la hora de regreso:

  • Bus: A la hora que sale, la frecuencia es de 15 minutos. Se arriesga a no llegar a su casa hasta las 23:00
  • Andando: Llegaría sin incertidumbre a las 22:45, aunque caminando de noche, bastante cansado, y por un barrio con denuncias por degradación y atracos (ver noticia)
  • Coche: Llegaría sin incertidumbre a las 22:35, y sin los problemas de las otras opciones.

¿Vosotros que habríais elegido en su lugar? ¿Realmente el coche era una opción en igualdad de condiciones frente al resto?

Conclusión: pocos eligen el coche por capricho

Cuando se proponen políticas para reducir el uso del coche, se enfoca como si fuera una elección completamente libre entre varias alternativas en igualdad de condiciones, y por tanto, basta dificultar el uso del coche para que se produzca un cambio de modo.

Sin embargo, nos ha sido imposible encontrar un caso en el que la elección del coche no estuviera fuertemente condicionada por la dificultad de las alternativas, incluso en los casos que a priori podríamos haber creído que sí había opciones razonables, que al final han resultado no serlo tanto.

No podemos sino concluir que el uso del coche tiene poco que ver con la libertad, y que más bien se ha convertido en una obligación para la mayor parte de los conductores. Revertir eso implica cambios que van más allá de restricciones o mejoras de las alternativas, y pasan por revisar fuertemente el modelo de territorio implantado en las últimas décadas.

Eso, para otro artículo.

 

Datos empleados

Encuesta de Movilidad de la Comunidad de Madrid de 2018, Consorcio Regional de Transportes.

Consultables aquí


 









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