lunes, 10 de diciembre de 2018

El carril-bici más necesario de Madrid (I)


Episodio 1

Una idea para los candidatos a concejal de urbanismo








Señores candidatos: Si tuvieran que elegir hacer un único kilómetro de carril-bici urbano para todo Madrid, les aconsejo que apuesten por el Paseo del Prado, por cuatro motivos:
  1. Es quizá el lugar en el que mayor número de ciclistas se conseguirían
  2. Es un lugar que ya tiene bicis
  3. Permite un diseño sin los problemas habituales de los carriles-bici urbanos
  4. Conseguiría el mayor efecto en la reducción del tráfico motorizado
Permitan que lo explique un poco más:


1a. Mayor efecto bici 


En mi reciente artículo sobre el carril-bici de Santa Engracia enumeraba algunos factores que explicaban el éxito más allá de un diseño atractivo al usuario, en concreto:
  • Es un recorrido directo frente a alternativas con revueltas
  • Es muy llano
  • Conecta con el centro
  • Es un recorrido que tiene cierto uso de partida
Es difícil encontrar en Madrid un itinerario similar (quizá Madrid Río cumple bastante bien, pero ya está hecho). Si hubiera que hacer una obra para aumentar el número de bicis, no sólo atrayendo a bicis de calles cercanas, sino realizando un efecto llamada gracias a su visibilidad y ubicación, difícilmente se podría encontrar otro lugar mejor que el eje Prado-Recoletos-Castellana.

Y de todos los kilómetros posibles, el tramo del Prado es el de mayor estrés de circulación. Carril-bus a un lado, 4 carriles por sentido, tramos sin cruces de 500m... Son problemas mucho menores en Recoletos y Castellana, gracias a sus vías de servicio.

1b. Ya hay bicis

No es sólo que tenga potencial de bici, es que ya tiene bicis, y cada vez más. Desde hace 4 años se aprecia un incremento rápido del número de bicis en ese tramo... y eso que los datos sólo miden la calzada*.

¿Entonces, qué utilidad tiene tratar de potenciar bicis donde ya están creciendo de manera natural? Pura realpolitik: las obras que quitan sitio al coche son polémicas, más si además no tienen buen uso. Estos datos garantizan que ese posible carril-bici vaya a tener unas cifras de uso decentes de partida aunque no mejoren la tendencia actual, que ya de por sí es fuerte.


¹Mediciones dentro de la M30, sólo bicis en calzadas principales, sin contar bicis por aceras. Fuente: Ayto Madrid






1c. Permite un diseño sin problemas típicos de carriles-bici

El problema de un itinerario ciclista segregado del resto del tráfico no es que tenga cruces, sino que estos no estén bien diseñados. Cualquier vía urbana tiene cruces cada 100 m, pero son fácilmente gestionables con visibilidad buena, ángulos de 90º, espacio lateral y semáforos en caso de varios carriles.

Muchos diseños de carriles-bici segregados implican ángulos ciegos y espacios laterales escasos, al tratar de encajarse sin la separación necesaria. Muy pocos incorporan semáforos y cuando lo hacen, suponen fases semafóricas extra que penalizan los recorridos ciclistas y peatonales.

En el caso del eje Prado-Recoletos, el espacio es tan grande que el carril-bici puede funcionar como una calle independiente, al igual que hace una calle tranquila paralela a una arteria gorda. Eso implica:
  • Espacio para cruces con visibilidad y a 90º
  • No es necesario semaforización en cruces menores
  • En cruces mayores no es necesario añadir una fase semafórica extra.
  • La calle de tráfico general puede seguir usándose por la bici sin el acoso "vete a tu carril"
Y aunque no lo crean, también permite resolver las glorietas. Eso en próximos episodios.

De hecho, tal diseño fue votado como el favorito por los lectores de este blog y así se lo trasladamos al Ayuntamiento en su día.



1d. Mayor efecto en reducir el tráfico motorizado

La reducción de carriles de circulación general en Prado reduce la capacidad de la vía para coches, sin afectar al transporte público / taxis, que siguen teniendo su carril privilegiado.

En un eje tan claro como este, esta reducción se transmite a todo lo largo, permitiendo la reducción en el resto de la vía: Hace viable la supresión de parte del tráfico en los laterales de Recoletos-Castellana y la eliminación de carriles en Delicias para recuperar esta calle como algo más que una cutre autopista urbana.

Esta reducción distribuye el tráfico de manera más homogénea a lo largo del día, reduciendo las horas de infrautilización de la vía, que van asociadas a más velocidad y atropellos.
Lo explica muy bien este hilo.


Todo esto está muy bien, pero...

Siempre hay un archienemigo que impide que estas cosas se hagan.

No, no se trata de las restricciones de presupuesto.

Tampoco es el concejal de urbanismo JMCalvo.

Y no, no somos tampoco nosotros, con nuestras defensas de la circulación por calzada y conspiraciones para silenciar la propuesta de un carril-bici en el eje Castellana.





* * *

La respuesta, en el próximo episodio


* * *



Todos los episodios publicados hasta el momento

Episodio 1: Una idea para los candidatos a concejal de urbanismo
Episodio 2: El Juego del Paseo del Prado

Episodio 3: Un carril-bici sin permiso 
Episodio 4: El proyecto de Siza






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