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domingo, 29 de marzo de 2009

Ruta del Real Canal del Manzanares

    En el espormadrid hemos publicado algunas rutas en bici que hemos realizado por los alrededores de Madrid. Hoy queremos hacerlo con una ruta publicada en la web del Parque lineal del Manzanares, y que sus autores quieren compartir con nosotros.

    Sólo vamos a mostraros un pequeño resumen, e invitaros a visitar su web y su blog para recabar más información de la ruta.



Ruta del Real Canal del Manzanares



El Real Canal del Manzanares fue una enorme infraestructura hidráulica que la Corte española organizó y financió en el siglo XVIII para hacer navegable el río Manzanares. Aunque el proyecto data del siglo XVII, siendo regente el Borbón Carlos II, sería Carlos III quien ejecutaría la mayor parte del recorrido e instalaciones. Ya en el siglo XIX y tras la invasión francesa, el Canal quedaría en muy malas condiciones, por lo que Fernando VII lo reparó y lo mejoró, completándolo hasta la localidad de Rivas. La introducción del ferrocarril en el año 1851 acabó por cancelar una obra que desde el principio sufrió variadas dificultades.


El Real Canal del Manzanares partía bajo el Puente de Toledo, de donde captaba sus aguas, y bajaba paralelo a la margen izquierda del río hasta su desembocadura en el Jarama. Tras muchos esfuerzos, la navegación se hizo posible para pequeñas barcazas que partían o llegaban a Madrid desde toda la vega del Manzanares, todo ello posible gracias a un complejo sistema del que destacaban diez de sus esclusas. Aunque su uso fue destinado en un principio al transporte de materias primas y productos de cultivo, sería Fernando VII quien le añade un carácter lúdico. Para ello no dudó en embellecer el recorrido del Canal e incluso llegó a instalar una conocida residencia real en él, famosa por sus fiestas con todo tipo de personajes.

Tras el abandono del proyecto, los bienes del Canal fueron subastados y dejados a su suerte en diferentes manos, por lo que no se garantizó la continuidad de la infraestructura hidráulica.

En la actualidad el Real Canal del Manzanares se encuentra protegido como bien de nuestro Patrimonio Histórico. Desgraciadamente el tramo del canal más cerca del Puente de Toledo ha desaparecido por completo, conservándose la parte que transcurre por el tramo 2 del Parque Lineal y la que lo hace por el Parque Regional del Sureste, todo ello visitado por esta ruta que ahora os presentamos.


Ver mapa más grande

La ruta, de carácter histórico, puede hacerse a pie o en bicicleta, tiene una longitud de unos 20 kilómetros, y el perfil es bastante plano (aunque en la web hablen de 4-6 horas, puede realizarse en poco más de una hora montado en la bici. El resto son paradas).

En general toda la ruta discurre por terrenos escasamente poblados de árboles y por lo tanto es complejo encontrar una sombra donde descansar. Este hecho, unido a la claridad de un terreno constituido básicamente por yeso, hace que el sol castigue con justicia nuestra piel. Es poco recomendable hacerla en verano.


La ruta parte bajo el antiguo puente del tren de Aranjuez, en terrenos del tramo 2 del Parque Lineal del Manzanares. Hasta allí podemos llegar fácilmete desde el Anillo Verde Ciclista como os contábamos en nuestra excursión a Aranjuez. Inmediatamente después, pasaremos a hacer nuestro recorrido por los caminos más alejados de la vera del río, cruzando por un puente peatonal a la margen izquierda del Manzanares. A continuación nos saldremos de los populosos caminos asfaltados para circular por el camino del Malecón, que debe precisamente su nombre a su pasado como camino de sirga del Real Canal del Manzanares.


Siguiendo por el camino del Malecón, dejaremos a nuestra izquierda lo que poco a poco se va configurando como un ancho surco en la tierra. Salpicado de tierras de labor que ocuparon desde antiguo su cauce, no resulta difícil intuir el antiguo lecho del Canal. Esto se hace más evidente cuando nos acercamos a la primera de las esclusas de las que queda parte de su Patrimonio Histórico en pie: la Cuarta Esclusa, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Parque Lineal.

A lo largo de la ruta iremos viendo los restos de la Quinta, Sexta, Séptima esclusa, y la Octava, la mejor conservada del Canal. La Octava Esclusa ofrecería, de poderse ver al completo, un inmejorable testimonio de cómo fueron todas las esclusas construidas por Carlos III hasta este punto. Sus materiales, elementos, formas y especialmente su estado de conservación, son claves para interpretar la historia del Canal.


La novena, aunque muy escondida y difícil de ver, es sin duda la más majestuosa de lo que queda del Real Canal del Manzanares. Desgraciadamente su estructura está muy dañada pero conserva las esbeltas lineas, diseñadas en su día por los más modernos ingenieros de la Corte de Fernando VII. Su preciosa cantería berroqueña resalta especialmente con el resto de la construcción, hecho en granito.

La última de la esclusas, la Décima, sin ningún lugar a dudas, la instalación del Canal en mejor estado de conservación. En cuanto a su estructura es idéntica a la Octava, su hermana gemela, aunque en este caso el gallipuente haya sufrido algún moderno enfoscado de cemento. Aquí, por fin, podremos contemplar sin ningún impedimento, una estructura hidráulica del Real Canal del Manzanares sin grandes problemas, al menos por el momento.

Pero no son esclusas las únicas infraestructuras que podemos contemplar en esta ruta. Más adelante, y siempre con el Canal a la derecha, veremos un impresionante puente de ladrillo y cantería caliza que cruza el cauce. Es el puente-acueducto del Congosto, que transportaba por encima personas y animales, junto con las aguas del arroyo del mismo nombre. Mientras que por debajo, por su único ojo, seguían camino las aguas del Real Canal. Siguiendo ruta, encontraremos también la Compuerta del Puente de las Cambroneras, y el Puente de los Migueles.


Continuando por nuestro camino, dejamos a un lado la espectacular vega que forman los ríos Manzanares y Jarama en su sinuoso encuentro. Enmarcado por amplias planicies dedicadas al cultivo, y el espolón de la Marañosa al fondo.

Carlos II y después Carlos III intentaron terminar la obra que daría renombre europeo al Manzanares. Pero no sería hasta Fernando VII cuando el sueño de la navegabilidad madrileña pareció tocarse con los dedos en plena construcción del embarcadero de cerraría el proyecto: el Embarcadero de Rivas.

Nunca llegó a terminarse. Diferentes problemas de financiación y el posterior desinterés de la Corte en la utilidad del Canal, suspendieron las obras de este embarcadero cuando ya se llevaban adelantadas. De él sólo podremos encontrar un gran agujero en el suelo. Las ruinas de la casa probablemente desaparecieron bajo la modernización de la carretera de Valencia, y hoy sólo queda un edificio en ruinas, cuyos usos posteriores estuvieron más relacionados con la ganadería que con la navegación.

La ruta, tras casi veinte kilómetros de recorrido, acaba en la estación de Metro de Rivas Vaciamadrid, desde donde podremos regresar con nuestra bici a casa, recordando que está permitido el acceso de bicicletas al Metro.




Nuestro agradecimiento a Parque lineal del Manzanares, a los autores de la ruta: Gregorio Sierra y Vicente Núñez, y a sus colaboradores: Maika Castro y Valero Pascual.

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