Además arrolló a un agente de la Policía Local
Publicado en La Nueva España - Gijón.La Policía Local impuso ayer dos multas, cuyo importe conjunto asciende a los 700 euros, a un joven de 24 años de edad y vecino de Gijón por conducir por la acera del Paseo de El Muro y hacerlo, además, en estado ebrio. El conductor arrolló a uno de los funcionarios municipales que participaba en su identificación.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las cuatro y cuarto de la tarde de ayer. Fue entonces cuando dos de los agentes de la Policía Local que estos días, tras la apertura del carril-bici por Rufo García Rendueles informan a los ciclistas de la prohibición de circular con este tipo de vehículos por el Paseo de El Muro, se percataron de la presencia del ahora acusado, que se encontraba a la altura de la escalera 2 de la playa de San Lorenzo. El ciclista iba circulando con una botella de cerveza en la mano por lo que los funcionarios le dieron el alto. Al tratar de frenar el conductor arrolló a uno de los policías causándole lesiones en una pierna. Una vez trasladado a las dependencias de la Jefatura de la Policía Local, el joven arrojó en el primer test de alcoholemia un resultado de 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, una tasa considerada delito desde la última reforma del Código Penal.
Los agentes encargados del caso le impusieron al reo una multa de 200 euros por circular por la acera y otra de 500 por conducir en estado ebrio. Además los funcionarios tramitan ahora un atestado que será remitido en los próximos días al juzgado de instrucción por las lesiones que su actuación le ocasionó al Policía Local.
Los agentes llevan ya varios días advirtiendo a los ciclistas de la ciudad de la obligatoriedad de circular por la calzada utilizando el carril-bici que el gobierno local acaba de habilitar en la calzada, a costa de reducir un carril de turismos. Los usuarios de las bicicletas, por su parte, se han quejado ya en varias ocasiones del mal diseño que presenta este nuevo vial, con carriles más estrechos de lo necesario que, además, terminan en plena calzada.