Traducción: Villarramblas
Mikael Coville-Anderson, de Copenhagenize, sitúa a Japón como
el tercer país que más usa la bici del mundo, sólo por detrás de Países Bajos y Dinamarca. ¿Qué es lo que hace que millones de personas piensen en ese medio cada día para sus desplazamientos?
Las ciudades compactas
Las urbes japonesas son las mayores y más pobladas del planeta (área metropolitana de Tokio, 40 millones de habitantes), pero en cada barrio hay una atmósfera de pueblo única, en los que se puede acceder en no más de 5 ó 10 minutos de bici a todo tipo de servicios: supermercados, guarderías, escuelas, médicos... todas las necesidades básicas están cubiertas en un corto viaje ciclista. Cuando para el día a día no hay que hacer grandes distancias, la bici cobra todo su sentido.
El transporte público
Las zonas urbanas están completamente malladas por una red de metro y ferrocarriles limpios y rápidos, además de unos fiables servicios de autobús muy económicos: tan eficiente es el transporte público que en muchos casos es más práctico y rápido que el coche.
Aunque tras el terremoto del 11 de Marzo de 2011 que colapsó la red ferroviaria se dieron muchos casos de viajes íntegramente en bici para ir a trabajar, lo normal es que se use como complemento del transporte público, para recorrer la distancia desde casa hasta la parada de metro más próxima, como mucho dos más allá.
El coche
Tener coche en Tokio es un engorro caro. Antes de comprarlo, tienes que demostrar tener una plaza de aparcamiento, un lujo en una ciudad donde el espacio es escaso y tu plaza de garaje puede estar a gran distancia de tu casa.
Para los que entran a la ciudad a trabajar, aparcar el coche puede ser más caro que alquilarse un pequeño apartamento a las afueras. Juntémoslo con los gastos de mantenimiento y el seguro y entenderemos porqué hay tan poco tráfico motorizado.
Las bicis
Olvida las bicis caras de carreras, híbridas o de montaña: casi todo el mundo usa las populares
mamachari (ママチャリ "bicimama" se podría traducir), las bicis de paseo por excelencia de las amas de casa. Baratas, con luces de dinamo, candados de herradura y pata trasera. Es común verlas con cesta delantera y portaequipajes detrás, aunque convenientemente "arregladas" es frecuente usarlas para llevar un par de chiquillos de paquete. Quizás algo armatostes y cutres, pero se integran a la perfección en una ciudad nipona y en los quehaceres diarios de sus habitantes.
Las leyes
La legislación ciclista es laxa en su aplicación (sólo tras un accidente se aplica con más rigor). Esto otorga una gran libertad; quizá poder circular donde y como te venga en gana hace tan popular la bici: ¿Te manejas bien entre coches? a la calzada ¿Llevas niños? Pegadito a la acera. ¿Atasco? Ve saltando de la calzada a la acera. Mientras que circules sensatamente, respetando a los demás, no importa las leyes que te saltes (a mí me gusta decir "recomendaciones"): simplemente evitas accidentes.
Infraestructura ciclista
A pesar de tanta bici, Japón tiene una infraestructura ciclista terrible. Las callecitas de suburbios y barriadas son tan estrechas que no tienen aceras ¿Cómo va a caber un carril bici, y para qué? Peatones, bicis y coches comparten espacio sin problema. Aparcamientos (legales) de bici tampoco hay muchos, así que se asume el "búscate la vida" como norma. A pesar de esto, poca gente reclama mejoras ciclistas. El uso de la bici aumenta sin más.
Los propios japoneses
La manera de ser de la gente es un factor de vital importancia. Pacientes en extremo, educados y tolerantes con sus semejantes hasta la médula. No puedes vivir en la mayor megalópolis del planeta sin ejercitar estas virtudes.
Peatones, coches y bicis tienen que compartir el mismo escaso espacio, y eso sólo funciona con automovilistas y ciclistas capaces de adaptarse al paso del peatón y esperar pacientemente a que les dejen pasar.
Los japoneses también hacen gala del espíritu "Gaman",我慢. Léase paciencia, perseverancia, resistencia, tolerancia a la adversidad... en definitiva "acepta lo que hay". Va de la mano de otro concepto "Shogannai" 所願ない, o no plantearse "me gustaría que esto no fuera así" cada vez que algo no nos gusta.
¿Qué sentido tiene quejarse del frío cuando vas en bici? Sigue.
Varios son los motivos que hacen que la bici triunfe en las ciudades japonesas: el tipo de calles que uno se encuentra, la forma de las ciudades o la policía mirando a otro lado si tu infracción no causa perjuicio. Pero por encima de todo esto, creo que lo que realmente marca la diferencia es la forma de ser del japonés: educación y respeto hacia el otro al circular.
Ir en bici en Japón es una especie de anarquía educada: gente pasando de leyes, circulando y aparcando por donde quieren, pero siempre siendo conscientes de los efectos que provocan en los otros para no ocasionar molestias. ¿es posible copiar esta fórmula fuera de allí?