La Coordinadora ConBici, que agrupa a 55 asociaciones de toda España, hace un llamamiento a la reflexión sobre la insostenibilidad de ciertos juguetes que algunas personas regalan a los niños en estas fiestas. Nos referimos a los coches y motos capaces los primeros días de transportar incluso a los niños y que funcionan con baterías eléctricas.
Estos juguetes nos parece que tienen un alto coste ecológico primero por los derivados de su fabricación y seguidos de la corta vida que por lo general tienen, ya que para sus averías no suele ser interesante la reparación o no hay piezas para esta. Después la batería, sea del tipo que sea, termina por agotar su capacidad tras un número más bien bajo de cargas y tampoco la compra de otra batería suele resultar rentable. Todo este recurrente proceso culmina con que a los pocos meses la familia se encuentra en la casa con un trasto que finalmente deben deshacerse de él por el espacio inútil que ocupa y con el correspondiente macro-residuo de difícil reciclado, dada la mezcla de componentes de diversos materiales.
Finalmente se ha conseguido que el niño o niña juegue con él, durante algunas semanas, en el mejor de los casos, quedando después sólo en su memoria y lo que es más grave para el medio ambiente, que hemos perdido una valiosa ocasión de educar a los más pequeños en la necesidad de interiorizar que otros vehículos son también válidos, divertidos y sobre todo saludables para los desplazamientos cotidianos, como las bicicletas, patinetes, patines y cualquier otro no motorizado.
Regalar bicicletas en reyes a los adultos, sobre todo si terminan siendo usadas para desplazamientos urbanos, es también una forma de educación responsable a la población infantil, ya que su capacidad de imitación es grande y saben diferenciar perfectamente los comportamientos idóneos de los que no lo son.
Conbici.