Ahora que siempre vengo de vacaciones a Asturias con la bici, tengo la mala costumbre de preparar averías importantes.
A mi pobre Orbea le he tenido que cambiar un montón de cosas por desgaste y eso está muy bien, pero estando de vacaciones el año pasado, no esperaba tener que cambiar la tija del sillín, el núcleo del piñón y la horquilla.
Este año la avería por un palo en la rueda ha sido más moderada y tenía tres opciones:
- Reparación doméstica vacacional, con pocas herramientas.
- Seguir como si nada hasta que reventase y aplicar la opción 3
- Sustitución de rueda trasera, con buje y llanta.
He conseguido elegir la primera.
Os cuento la avería y la solución, que creo que es algo que a cualquiera os puede pasar.
El culpable: Un palo en la rueda de los p. Eucaliptos.