
Respondiendo a nuestra petición,
uno de los ciclistas que ha participado esta mañana en la Fiesta de la bicicleta nos ha mandado unas fotos del acto. Aunque prefiere no darnos su nombre, nos dice que vive cerca de Legazpi, y que le gustaría que el Ayuntamiento hiciese un carril bici que desde su barrio llegase al Retiro. Aunque creo que ya figura en el
Plan Director de Movilidad Ciclista, aquí queda su petición.
Volviendo a la fiesta de hoy,
unos diez mil ciclistas hemos tomado las cales de la ciudad en un ambiente festivo y reivindicativo. Familias enteras, mayores, jóvenes, niños en sus bicis de ruedines, y hasta peques, en carrito tirado por las bicis de sus padres.
El tiempo acompañó todo el día a los ciclistas, con momentos de sol radiante y otros con nubes amenazantes, pero sin llegar a caer ni una gota.



La salida, muy puntual, se dio a las 9 de la mañana en la avenida de
Menéndez Pelayo, junto al Retiro. El primer tramo, con una leve pendiente de subida, y mucha aglomeración de ciclistas, discurrió por la calle
Príncipe de Vergara. Después giramos por
Caídos de la División Azul y
Mateo Inurria hasta llegar a la
Plaza de Castilla.
El siguiente tramo era el más divertido para la mayoría, el
Paseo de la Castellana, una larguísima cuesta abajo hasta llegar a
Colón. Allí llegaría el primer repecho de la prueba, la calle
Génova. Seguimos por las rondas,
Alonso Martínez,
Sagasta,
Alberto Aguilera, bajando por
Princesa hasta la
Plaza de España.


En la Plaza de España llegaba la segunda subida "fuerte" del circuito, la
Gran Vía, cuesta arriba hasta la Plaza de Callao. Alguno acabó poniendo pie a tierra, aunque no era para tanto. A los patinadores que nos acompañaban también les costó bastante esta subida.


Después, bajada por la calle
Alcalá hasta
Cibeles (aquí los más agotados "cortaban" hacia la Puerta de Alcalá), bajada por el
Paseo del Prado,
Neptuno, y giro en
Atocha (glorieta de Carlos V), para regresar cuesta arriba hasta Cibeles.


Desde allí, subida hacia la
Puerta de Alcalá, y bordeando el
Retiro, hasta llegar a la meta en
Menéndez Pelayo, desde donde habíamos salido, y donde se celebraría el fin de fiesta con regalos, reparto de camisetas, bolsas, pelotas, sorteo de bicicletas…


No faltaron las reivindicaciones de más carriles bici, más aparcamientos de bicicletas, y una idea muy interesante que me sugería un ciclista de Carabanchel:
repetir este día de la bicicleta varias veces al año, o por qué no, cortar alguna calle importante de Madrid como el Paseo de la Castellana, el primer domingo de cada mes.