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miércoles, 8 de abril de 2009

El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: El ramal del Tiétar (III)

Hoy en parte es una vía verde


El ferrocarril del Tiétar parte de la necesidad de los militares de poseer una explotación ferroviaria propia para realizar en ella prácticas reales. Ante esta necesidad, en la ley del 17 de julio de 1895 se autorizó al Ministerio de la Guerra para adquirir la línea de Madrid a San Martín de Valdeiglesias, concesión que había sido otorgada el 1 de junio de 1883 a don José Rodríguez Batista, y prolongarla hasta La Fuente de San Esteban en la provincia de Salamanca. La escritura se firmó el 28 de diciembre de 1904 y el material para circular por esta línea sería el repatriado de Cuba. (tres locomotoras "Mogul" modelo de 1898). Dado que era absurdo construir dos ferrocarriles con 42 kilómetros paralelos, el 24 de marzo de 1927 se dispuso la compra de la línea Madrid-Almorox.


Ver mapa del ferrocarril 'Ramal del Tiétar' más grande

Bifurcación de la línea Madrid-Almorox en Villamanta

Por Real Decreto del 3 de enero de 1930 se procede a la compra y el 1 de febrero el Estado se hace cargo de la línea modificando el trazado original de la línea a San Martín, haciéndolo partir del punto más conveniente de la explotación Madrid-Almorox. Finalmente sería Villamanta.

Plataforma antes de llegar al túnel de Picadas (se observa la boca sur), junto a la presa
Túnel en roca recto junto al embalse de Picadas

La situación en 1934 era la siguiente:

- Desde Villamanta a Pelayos de la Presa en construcción bastante avanzada.
- Desde Pelayos a San Martín de Valdeiglesias tendida la vía.
- Desde San Martín de Valdeiglesias a Casavieja en construcción avanzada con el túnel de la Venta del Cojo en parte perforado. Túnel llamado así por la Venta que se encontraba en ese lugar y que daba servicio a La Cañada Real Leonesa Oriental. No llegó a construirse realizándose sólo la boquilla de este y se encuentra en la división entre las provincias de Ávila y Madrid. En este puerto se localiza el nacimiento del Río Tiétar.
- Desde Casavieja a Arenas de San Pedro sin comenzar.

Viaducto sobre el embalse, hoy vía verde

Para celebrar el buen ritmo de las obras, se transportó una locomotora hasta San Martín de Valdeiglesias realizándose un viaje con autoridades civiles y militares a modo de inauguración entre San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, siendo el único tren que verían aquellas vías.

Recreación del puente que no se llegó a construir sobre la actual M-501

En el ramal del Tiétar, que quedó postergado tras la Guerra Civil, tuvo las estaciones de: Aldea del Fresno, Navas del Rey, apeadero junto a la depuradora de Pelayos, Pelayos de la Presa, San Martín de Valdeiglesias.

Vía Verde del Alberche


Es una vía verde (ficha) no acondicionada transitable sin señalización ni mantenimiento. Se localiza entre San Martín de Valdeiglesias y el dique de Picadas. Su longitud son 14 km (ampliables 6 más hacia Cadalso de los Vidrios)

Estación abandonada de Pelayos de la Presa


Fuentes:
Imágenes de Gustavo Vieites copyright de Ediciones Amberley de Inglaterra
Arqueología ferroviaria - Línea Madrid-Almorox
Web vía verde del Guadarrama, Alberche y Tiétar


Artículos de la serie:
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox (I)
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: La estación de Goya (II)
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: El ramal del Tiétar (III)
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: Vídeos y libros (y IV)

domingo, 5 de abril de 2009

El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox (I)

Línea férrea histórica


La línea Madrid-Almorox tenía como objetivo la comunicación de Madrid con zonas del sur-oeste, de gran riqueza agrícola y que no se encontraban en la órbita de los ferrocarriles del Norte y de MZA. Por tanto, los dos transportes que realizaba eran; el de viajeros y el de productos de las huertas del Guadarrama y Alberche.


El trazado de esta vía procede originariamente de dos trayectos independientes: Madrid-Almorox y Madrid-Arenas de San Pedro; (partiendo del primer trazado en el pueblo de Villamanta). Finalmente quedó completado en tres fases:

- El 15/6/1891 se inaugura la concesión Madrid-Navalcarnero con 31.532,70 metros.
- El 26/12/1891 queda inaugurado el tramo Navalcarnero-Villa del Prado de 20.230,70 metros.
- El 28/7/1901, finalmente, se inaugura la concesión Villa del Prado-Almorox de 11.661,60 metros. Uniendo los dos tramos anteriores se constituyó la "Compañía de F.C. de Madrid a Villa del Prado y Almorox", cubriendo un total de 74 Kilómetros de longitud.


Ver mapa del antiguo ferrocarril Madrid-Almorox más grande

Las estaciones que se establecieron fueron las siguientes; Goya, Empalme (intercambiador con el suburbano), Campamento, Cuatro Vientos, Alcorcón, Colonia Ramírez, Móstoles, Villaviciosa (apeadero), Río Guadarrama (apeadero), Navalcarnero, Villamanta, Valquejigoso (apeadero), Méntrida, Río Alberche (apeadero), Rincón, Villa del Prado, Alamín, Almorox. Las estaciones más importantes por tráfico de mercancías fueron la de Almorox y Méntrida que recogían los productos de tierras toledanas y a su vez recibían las manufacturas madrileñas, la del Río Alberche que recogía los productos hortofrutícolas y la de Goya.

Tren Madrid-Almorox a su paso por la estación de Empalme

Dado que la cabecera de la vía estaba en la estación de Goya, (hoy en día calle de Saavedra Fajardo), la terminación en vías ciegas, (que no se unían con el ferrocarril Madrid-Cáceres como estaba previsto), siendo el único punto de conexión en Cuatro Vientos con el ferrocarril militar y los destrozos causados por la Guerra Civil, donde se necesitaron muchas inversiones para restablecer el servicio hasta Almorox pero dejando postergado el ramal del Tiétar, hizo que sólo estuviera en servicio Madrid-Almorox hasta 1965 y Madrid-Navalcarnero hasta 1970 donde se cerró la línea, creándose la línea de cercanías C-5 aprovechando el trazado a partir de Cuatrovientos.

Transporte de mercancías y viajeros



Aunque este ferrocarril no fue muy importante en los transportes madrileños, si tuvo un auge muy importante en la década de los cuarenta. La dura posguerra en la que Madrid pasaba hambre y la deficiencia en las comunicaciones por carretera hicieron que se incrementara el tráfico de esta línea. Fundamentalmente se transportaban:



El puente sobre el río Alberche, actualmente desaparecido, donde los madrileños acudían a bañarse

- Productos hortofrutícolas, procedentes de las huertas en las vegas de los ríos. Las estaciones de embarque eran las del Alberche y la del Guadarrama.
- Vinos procedentes de Navalcarnero y Méntrida.
- Manufacturas como jabones, productos químicos y harinas procedentes de Navalcarnero.
- Materiales de construcción. Fundamentalmente piedra (desde las canteras de Cadalso de los Vidrios), madera y arena. También cal, cemento y yeso. (A partir de 1965 el tráfico de mercancías fue inexistente debido a la prohibición de extracción de áridos en las riberas de los ríos).
- Combustibles, como ramajes y madera procedentes de los bosques de la Sierra de Gredos.
- Además del transporte de viajeros.

Durante los cuarenta el ferrocarril despachaba más de un millón de billetes por ejercicio, con tan sólo dos circulaciones por día y sentido. El destino principal de estos viajeros eran los establecimientos militares de Campamento y Cuatro Vientos, junto a los parajes recreativos del Guadarrama y el Alberche.

Estación de Campamento, en frente se localizaba la estación militar

A partir de 1955 el ferrocarril sufrió un serio revés por el auge del tráfico por la carretera de Extremadura y la subida de las tarifas. Esto le postergo a un papel secundario, donde transportaba materiales como arenas y productos para la construcción mientras que los fines de semana daba servicio a los excursionistas madrileños que querían darse un baño en el Alberche.

Actualidad



Actualmente gran parte del trazado, concretamente la parte madrileña no ocupada por la línea de Cercanías hasta Móstoles, se quiere recuperar como vía ciclista dentro del Plan Regional de Vías Ciclistas y Peatonales de la Comunidad de Madrid (Plan CIMA). No tenemos muchas más noticias acerca de este plan desde que Esperanza Aguirre anunció en 2007 que en esta legislatura se iban a acondicionar 1.400 Km de vías ciclistas.

Puente sobre el río Guadarrama existente aún y transitable

Por otro lado la Vía Verde del Río Guadarrama (no acondicionada) abarca 13 kilómetros entre Móstoles y Navalcarnero.


Fuentes:
Imágenes de Gustavo Vieites copyright de Ediciones Amberley de Inglaterra
Arqueología ferroviaria - Línea Madrid-Almorox
Web vía verde del Guadarrama, Alberche y Tiétar


Artículos de la serie:
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox (I)
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: La estación de Goya (II)
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: El ramal del Tiétar (III)
El antiguo ferrocarril Madrid-Almorox: Vídeos y libros (y IV)

sábado, 4 de abril de 2009

Vuelta en bici al embalse de Santillana (II)

(...viene de aquí)

Tramo del Puente del Batán a Manzanares el Real, Soto del Real, y vuelta a Colmenar Viejo




Un descanso en el Puente del Batán, del que también hemos escrito en estas páginas, y a partir de aquí, más relajados porque sabíamos que el camino mejoraría bastante.


Entre el Puente de El Batán y Manzanares el Real nos encontramos con varios grupos de ciclistas que llevan nuestra misma ruta. Algunos de estos grupos eran sólo de chicas, y es que últimamente se ven más chicas sobre la bici, tanto en la ciudad como en el campo.


En este tramo la ruta discurre por una vía pecuaria, muy amplia y con un buen firme. Hasta algo más de la mitad hay tramos de subida suave, pero en cuanto empieza a verse Manzanares el Real en el horizonte, el camino empieza a descender hacia el embalse con muchas curvas rápidas. Para mí esta ha sido la zona más divertida de hoy, muy rápida, llegando a descender a velocidades superiores a 40 km/h.


Una vez abajo, para llegar a Manzanares el Real, cruzaremos por un puente el embalse de Santillana, que con unos niveles de más del 90%, estaba más lleno que nunca.


Salimos a la carretera en dirección a Soto del Real, y circularemos unos 200 metros por el arcén hasta que cojamos el camino que bordea el embalse, pasando antes bajo el Castillo de Manzanares, el más emblemático y mejor conservado de la Comunidad de Madrid.


El camino que bordea el embalse por el norte es de tierra, muy plano, pero con dos "pequeños" problemas: por un lado los mosquitos, verdaderas nubes que al estar tan alta el agua del embalse, también estaban llenándolo todo. La boca, bien cerrada, por si acaso. El segundo inconveniente de este tramo eran los charcos y arroyos que había que cruzar, alguno de ellos con barro denso y negro que dejó nuestras bicis irreconocibles. Por suerte cruzaríamos muchos más de agua limpia que solucionaron el problema.


Cruzando la carretera entramos en el tramo final, que nos llevaría a Soto del Real. Una vía pecuaria amplia, y en subida hasta la presa de Soto, atravesando algún arroyo de frías aguas cristalinas en el que paramos a remojarnos. Desde allí, una larga bajada hasta Soto, no tan rápida como la que nos llevó hasta el embalse, pero también muy divertida.


Es la una de la tarde, hora de parar a comer algo, y para ello nos dirigimos al bar "Chozas", en la calle de la Paloma, 2. Nos habían hablado bien de él, y creo que fue una elección acertada, además estaban con la Feria de la tapa: una cerveza y una tapa, un euro. Si vais por allí no dejéis de probar el costillar (17 euros), que está para chuparse los dedos.


Después de la comida, una vuelta por Soto, hasta el Puente medieval, situado junto a la iglesia. El tercero de los puentes por los que pasábamos hoy, es un puente de época medieval y salva el arroyo Chozas. Está realizado con mampostería de piedra granítica y tiene un solo ojo con arco ligeramente apuntado, en forma de ‘lomo de asno’, característico de los siglos XII-XV.


El regreso a Colmenar Viejo lo realizamos por el carril bici, algo más de 10 kilómetros con una ligera pendiente de subida. A MiguelS todavía le sobraban fuerzas en este tramo, se nota que utiliza la bici a diario para ir a trabajar. Por cierto, la bici con la que realizó esta ruta llevaba unos neumáticos lisos, pero eso no fue ningún impedimento, y no tuvo ningún pinchazo.



El tramo final, para evitar atravesar Colmenar Viejo, lo realizamos por una cañada que rodea el municipio por el oeste, para llegar a la glorieta de la carretera de Hoyo, y por el mismo camino que habíamos realizado por la mañana (en esta ocasión cuesta abajo y a más de 50 km/h) llegar hasta la estación de Cercanías.


En definitiva, una divertida ruta rodeando el embalse de Santillana, con buena compañía y muy buen tiempo, que aunque tenga algún tramo poco ciclable merece la pena realizar. No os la perdáis.

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Como sugerencia de Celta, uno de nuestros lectores, os presentamos una variación de esta ruta, con origen y final en Tres Cantos.

La ventaja es que al no pasar por el puente del Grajal es 100% ciclable, y más sencilla al hacer más de 36 km por el carril bici. El inconveniente es que es un poco más larga, llegando a los 60 km, diez más que la ruta anterior.


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Vuelta en bici al embalse de Santillana (I)

Tramo de Colmenar Viejo al puente del Grajal y Puente del Batán



Hace unas semanas os contábamos cómo ir en bici de Madrid a Colmenar Viejo, por el Carril bici, o siguiendo la Senda Real GR-124, y os mostrábamos distintas posibilidades en la zona de El Pardo.

También os hemos contado cómo llegar de Tres Cantos a Colmenar Viejo siguiendo una ruta que nos llevaba por el Puente de la Marmota y el Puente de El Batán.


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Hoy vamos a contaros una ruta circular, que con origen en Colmenar Viejo nos lleva a Manzanares el Real y Soto del Real dando la vuelta al embalse de Santillana.

MiguelS y los Aalto's boys hemos llegado esta mañana bien temprano (a las 9:02 para ser exactos) a Colmenar Viejo en tren. Por lo tanto la ruta que os vamos a mostrar empieza en la Estación de Cercanías de Colmenar Viejo.

Los primeros kilómetros los realizamos por las solitarias calles de las nuevas urbanizaciones del municipio, que no salen en los mapas todavía, hasta llegar a la rotonda de la carretera de Hoyo de Manzanares.

Un buen tramo de la ruta habíamos pensado hacerlo siguiendo el camino del GR-124, aunque queríamos antes pasar por el Puente del Grajal. Para llegar a él habíamos escogido bajar por la carretera de Hoyo de Manzanares, una Vía Parque, en la que a los coches les está prohibido circular a más de 60 km/h y tiene poco tráfico.


La bajada hasta el Manzanares por la carretera, con sus reviradas curvas es muy divertida, pero hay que tener cuidado, porque el firme no es muy bueno. Al empezar las curvas, hacemos una paradita para contemplar el Puente desde lo alto.


Hemos escrito anteriormente sobre el Puente del Grajal, un bello puente levantado en la Edad Media, durante la dominación musulmana de la Península, aunque para algunos historiadores sea de origen romano.


Después de subir al puente y hacernos las típicas fotos, nos dirigimos subiendo unos escalones hacia la presa del Grajal, inaugurada en 1908 por Alfonso XIII, y levantada sobre el río Manzanares como parte de las infraestructuras proyectadas por el marqués de Santillana.


La presa no está en uso, aunque el paisaje verde del río Manzanares en esta zona, bien merece unas fotos. ¡Quién diría que este río es el que atraviesa la ciudad de Madrid!


Unos kilómetros más arriba encontramos la Central Hidroeléctrica de Navallar, inaugurada en 1900, siendo la primera en suministrar energía eléctrica a la capital. Sigue en funcionamiento actualmente, abasteciéndose de una tubería de 8km de longitud que tiene su origen en el embalse de Santillana.


Aunque al principio era muy fácil, el camino entre el Puente del Grajal y el Puente del Batán se convierte en muchas zonas en poco ciclable, con mucha piedra y arena, fuertes subidas y bajadas, tramos a pie, tramos con la bici a cuestas… incluso alguna caída sin importancia.

Por suerte no son más de 6 km, aunque a veces se hagan muy duros. Aún así merece la pena aunque sea por contemplar el cauce del río y sus escarpadas vaguadas.


Una vez llegados al Puente del Batán, nuestro segundo puente del día, un descansito, unas fotos... y seguimos con la ruta hacia el embalse de Santillana.



(...sigue en el próximo artículo)

domingo, 29 de marzo de 2009

Ruta del Real Canal del Manzanares

    En el espormadrid hemos publicado algunas rutas en bici que hemos realizado por los alrededores de Madrid. Hoy queremos hacerlo con una ruta publicada en la web del Parque lineal del Manzanares, y que sus autores quieren compartir con nosotros.

    Sólo vamos a mostraros un pequeño resumen, e invitaros a visitar su web y su blog para recabar más información de la ruta.



Ruta del Real Canal del Manzanares



El Real Canal del Manzanares fue una enorme infraestructura hidráulica que la Corte española organizó y financió en el siglo XVIII para hacer navegable el río Manzanares. Aunque el proyecto data del siglo XVII, siendo regente el Borbón Carlos II, sería Carlos III quien ejecutaría la mayor parte del recorrido e instalaciones. Ya en el siglo XIX y tras la invasión francesa, el Canal quedaría en muy malas condiciones, por lo que Fernando VII lo reparó y lo mejoró, completándolo hasta la localidad de Rivas. La introducción del ferrocarril en el año 1851 acabó por cancelar una obra que desde el principio sufrió variadas dificultades.


El Real Canal del Manzanares partía bajo el Puente de Toledo, de donde captaba sus aguas, y bajaba paralelo a la margen izquierda del río hasta su desembocadura en el Jarama. Tras muchos esfuerzos, la navegación se hizo posible para pequeñas barcazas que partían o llegaban a Madrid desde toda la vega del Manzanares, todo ello posible gracias a un complejo sistema del que destacaban diez de sus esclusas. Aunque su uso fue destinado en un principio al transporte de materias primas y productos de cultivo, sería Fernando VII quien le añade un carácter lúdico. Para ello no dudó en embellecer el recorrido del Canal e incluso llegó a instalar una conocida residencia real en él, famosa por sus fiestas con todo tipo de personajes.

Tras el abandono del proyecto, los bienes del Canal fueron subastados y dejados a su suerte en diferentes manos, por lo que no se garantizó la continuidad de la infraestructura hidráulica.

En la actualidad el Real Canal del Manzanares se encuentra protegido como bien de nuestro Patrimonio Histórico. Desgraciadamente el tramo del canal más cerca del Puente de Toledo ha desaparecido por completo, conservándose la parte que transcurre por el tramo 2 del Parque Lineal y la que lo hace por el Parque Regional del Sureste, todo ello visitado por esta ruta que ahora os presentamos.


Ver mapa más grande

La ruta, de carácter histórico, puede hacerse a pie o en bicicleta, tiene una longitud de unos 20 kilómetros, y el perfil es bastante plano (aunque en la web hablen de 4-6 horas, puede realizarse en poco más de una hora montado en la bici. El resto son paradas).

En general toda la ruta discurre por terrenos escasamente poblados de árboles y por lo tanto es complejo encontrar una sombra donde descansar. Este hecho, unido a la claridad de un terreno constituido básicamente por yeso, hace que el sol castigue con justicia nuestra piel. Es poco recomendable hacerla en verano.


La ruta parte bajo el antiguo puente del tren de Aranjuez, en terrenos del tramo 2 del Parque Lineal del Manzanares. Hasta allí podemos llegar fácilmete desde el Anillo Verde Ciclista como os contábamos en nuestra excursión a Aranjuez. Inmediatamente después, pasaremos a hacer nuestro recorrido por los caminos más alejados de la vera del río, cruzando por un puente peatonal a la margen izquierda del Manzanares. A continuación nos saldremos de los populosos caminos asfaltados para circular por el camino del Malecón, que debe precisamente su nombre a su pasado como camino de sirga del Real Canal del Manzanares.


Siguiendo por el camino del Malecón, dejaremos a nuestra izquierda lo que poco a poco se va configurando como un ancho surco en la tierra. Salpicado de tierras de labor que ocuparon desde antiguo su cauce, no resulta difícil intuir el antiguo lecho del Canal. Esto se hace más evidente cuando nos acercamos a la primera de las esclusas de las que queda parte de su Patrimonio Histórico en pie: la Cuarta Esclusa, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Parque Lineal.

A lo largo de la ruta iremos viendo los restos de la Quinta, Sexta, Séptima esclusa, y la Octava, la mejor conservada del Canal. La Octava Esclusa ofrecería, de poderse ver al completo, un inmejorable testimonio de cómo fueron todas las esclusas construidas por Carlos III hasta este punto. Sus materiales, elementos, formas y especialmente su estado de conservación, son claves para interpretar la historia del Canal.


La novena, aunque muy escondida y difícil de ver, es sin duda la más majestuosa de lo que queda del Real Canal del Manzanares. Desgraciadamente su estructura está muy dañada pero conserva las esbeltas lineas, diseñadas en su día por los más modernos ingenieros de la Corte de Fernando VII. Su preciosa cantería berroqueña resalta especialmente con el resto de la construcción, hecho en granito.

La última de la esclusas, la Décima, sin ningún lugar a dudas, la instalación del Canal en mejor estado de conservación. En cuanto a su estructura es idéntica a la Octava, su hermana gemela, aunque en este caso el gallipuente haya sufrido algún moderno enfoscado de cemento. Aquí, por fin, podremos contemplar sin ningún impedimento, una estructura hidráulica del Real Canal del Manzanares sin grandes problemas, al menos por el momento.

Pero no son esclusas las únicas infraestructuras que podemos contemplar en esta ruta. Más adelante, y siempre con el Canal a la derecha, veremos un impresionante puente de ladrillo y cantería caliza que cruza el cauce. Es el puente-acueducto del Congosto, que transportaba por encima personas y animales, junto con las aguas del arroyo del mismo nombre. Mientras que por debajo, por su único ojo, seguían camino las aguas del Real Canal. Siguiendo ruta, encontraremos también la Compuerta del Puente de las Cambroneras, y el Puente de los Migueles.


Continuando por nuestro camino, dejamos a un lado la espectacular vega que forman los ríos Manzanares y Jarama en su sinuoso encuentro. Enmarcado por amplias planicies dedicadas al cultivo, y el espolón de la Marañosa al fondo.

Carlos II y después Carlos III intentaron terminar la obra que daría renombre europeo al Manzanares. Pero no sería hasta Fernando VII cuando el sueño de la navegabilidad madrileña pareció tocarse con los dedos en plena construcción del embarcadero de cerraría el proyecto: el Embarcadero de Rivas.

Nunca llegó a terminarse. Diferentes problemas de financiación y el posterior desinterés de la Corte en la utilidad del Canal, suspendieron las obras de este embarcadero cuando ya se llevaban adelantadas. De él sólo podremos encontrar un gran agujero en el suelo. Las ruinas de la casa probablemente desaparecieron bajo la modernización de la carretera de Valencia, y hoy sólo queda un edificio en ruinas, cuyos usos posteriores estuvieron más relacionados con la ganadería que con la navegación.

La ruta, tras casi veinte kilómetros de recorrido, acaba en la estación de Metro de Rivas Vaciamadrid, desde donde podremos regresar con nuestra bici a casa, recordando que está permitido el acceso de bicicletas al Metro.




Nuestro agradecimiento a Parque lineal del Manzanares, a los autores de la ruta: Gregorio Sierra y Vicente Núñez, y a sus colaboradores: Maika Castro y Valero Pascual.

lunes, 23 de marzo de 2009

Bicimundo: asociación de usuarios de la bicicleta de la Sierra de Madrid

La Asociación de Usuarios de la Bicicleta BICIMUNDO ha nacido en el ámbito de la Sierra de Madrid para difundir, promocionar y defender el uso de la bicicleta en todas sus variantes: como instrumento de deporte, como alternativa de ocio y como medio de transporte ecológico y sostenible.

bicimundo madrid
Entre las actividades que realian se encuentran:

- Organización de salidas mensuales en bicicleta, ya sea de un día o de fin de semana, con alforjas o sin ellas.
- Como punto de encuentro de iniciativas cuyo común denominador sea la bicicleta, desde quedar con otros socios para pedalear, organizar un concurso de fotografía de la bicicleta o participar en actividades reivindicativas con otras asociaciones afines.
- Organización del Ciclo de Audiovisuales BICIMUNDO “La aventura de viajar en bicicleta” en el mes marzo, con la presencia de ponentes que nos relatarán sus aventuras ciclistas por el mundo.
- Reivindicación de todas las medidas que sirvan para facilitar el uso de la bicicleta como medio de transporte (combinación tren-bici, carril-bici, etc.).

bicimundo 2 madrid
Para poder participar en las actividades de la asociación y disfrutar de otras ventajas, como descuentos en tiendas de bicis, es necesario hacerse socio.
Más información en: bicimundo.wordpress.com

domingo, 22 de marzo de 2009

Ruta en bici de Tres Cantos a Colmenar Viejo por el Puente de la Marmota (II)

(...viene de aquí)



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Desde el Puente de La Marmota al Puente del Batán



Una vez hayamos repuesto fuerzas, atravesaremos el Puente de la Marmota para subir una fuerte pendiente a la derecha. Puede que unos metros debamos hacerlos descabalgados.


Pasada esa pendiente nos adentramos por un divertido sendero, muy estrecho, que sube y sube zigzagueando hasta llegar un kilómetro más allá a un amplio camino que seguiremos gran parte de nuestra ruta.


Este camino, muy recto y bastante ancho, sube, sube, y sube, poco a poco, probando nuestra resistencia. No es una subida fuerte, pero sí que es muy larga.


Si miramos hacia atrás, además de ver el recto camino recorrido, veremos en la lejanía la silueta de las Cuatro Torres del CTBA.

Después de casi tres kilómetros de interminable subida llegaremos a la Carretera de Hoyo de Manzanares (M-618), que tendremos que recorrer unos 500 metros, para volver a coger un nuevo camino a la derecha hacia el Puente del Batán.


Este tramo no es tan monótono como el anterior. Tiene continuos giros, y muchas bajadas divertidas que nos permitirán desquitarnos de todos los tramos que hemos subido anteriormente.


Al llegar a la M-607 veremos un viaducto, y tras pasar bajo él, llegaremos al Puente de El Batán, un puente Medieval en un estado de conservación no muy bueno. En este punto llevamos 23 km recorridos.




Desde el Puente del Batán a Colmenar Viejo



Tras cruzarlo, y ya al otro lado del Manzanares, nos dirigiremos por un camino estrecho y sinuoso hacia Colmenar Viejo que pondrá a prueba nuestra capacidad trialera sobre la bici. Subidas, bajadas, grandes piedras, zonas de arena, agua… un sugus (o una bolsa entera) para el que lo haga sin poner pie a tierra en algún tramo.


El último tramo, llegando a Colmenar Viejo es un amplio camino en subida. Antes de llegar a las primeras casas, a la derecha saldrá una vía pecuaria que nos llevará dando un rodeo por el exterior del municipio hacia la carretera de Hoyo. Allí entraremos en una nueva urbanización, que nos llevará hacia la Estación de Cercanías, o si nos quedan fuerzas, después de 32 kilómetros de dura ruta, seguir hacia la ermita de Santa Ana y el cementerio, bajando por GR-124 (azul en el plano) de vuelta hacia Tres Cantos. Son 8 kilómetros más, anque sólo los dos últimos son de subida.


En definitiva, una ruta divertida, y algo dura, que se puede hacer en una mañana, para volver a comer a casa. Puede hacerse también en sentido de Colmenar a Tres Cantos, y en ese caso encontraríamos menos zonas en subida, aunque seguirá siendo igual de dura.

Queda para otra semana el recorrido junto al Manzanares, del Puente de de la Marmota al Puente del Batán, pasando por el Puente del Grajal (amarillo en el plano).