¿Qué calles crees que necesitan un carril para que las bicis vayan en sentido contrario?
El año nuevo de 2013 trajo el primer carril a contrasentido para bicis de Madrid, en calle Mayor. La experiencia fue seguida de cerca por los técnicos del ayuntamiento, que tomaron buena nota de los problemas y aciertos. Tres años después, las diferencias de criterio en el diseño se aprecian en el sentido reservado a bicis que la calle Reyes acaba de inaugurar.
Existen dos maneras para lograr que las bicis circulen en doble sentido en calles que son de sentido único para el resto de vehículos: la más fácil es simplemente autorizarlo con una señal. La otra versión es que la bici disponga de un carril propio para realizar ese sentido exclusivo. Lo explicábamos aquí con ejemplos.
Si el primer caso es bastante universal, el segundo presenta infinitud de variantes y diseños. Como ejemplo, los dos casos que existen en el centro de Madrid. Sólo tres años los separan y el concepto es el mismo: una calle de dos carriles se convierten en un carril a 30 compartido con tráfico en un sentido y un carril sólo para bicis en el otro. En teoría lo mismo, pero las diferencias son notables, vean:
Diferencia 1. El color del asfalto
Diferencia 2. La anchura

Calle Mayor: El escaso ancho de la calle Mayor fue también polémico. Para que el bus no lo invadiera, hubo que mover la banda de aparcamiento, y aún así el margen sigue siendo escaso. Para quien va rodando por la zona roja, no hay separación para esquivar a los numerosos peatones que cruzan en la zona. Son varios ya los testimonios de atropellos.
Quizá pueda parecer un ancho excesivo. De hecho, la separación marcada con rayitas blancas para no darse con la puerta de los coches aparcados se podrá convertir en acera una vez desaparezca esa franja de aparcamiento, que parece ser la intención del Ayuntamiento a medio plazo.
Diferencia 3. Una obligación frente a un privilegio
Calle Mayor: Lo denunció Ecomovilidad en su día. La señalización que se puso en el comienzo del carril en Sol obligaba a la bici a meterse por ahí, a la vez que obligaba a torcer a la izquierda sin excepción. Un despropósito.
En el resto de cruces la cosa no está mucho mejor. No se contempla que las bicis se pueden incorporar a la calle Mayor hacia ambos sentidos y se le obliga a girar siempre hacia un mismo lado.
Calle Reyes: "Prohibido el paso excepto bicicletas". Así de universal y así de sencillo. No hace falta más. Es algo que hemos visto en otras partes de Madrid ya, aunque en esos casos eran los buses los que podían pasar. Como refuerzo, un esquema para indicar que la calle tiene doble sentido de circulación.
Diferencia 4. La manera de entrar
¿Será necesario poner bolardos de plástico en la entrada para que no se "equivoquen" otros vehículos? El tiempo (y las multas) lo dirán.
Edición: Parece que ya han puesto los bolardos
Diferencia 5. La manera de llegar al cruce final
Calle Reyes: Un final normal para una calle normal. Una vez llegas al cruce, te vas hacia donde las señales te dejen, sin más artificio.
¿Será necesario poner bolardos aquí también, para que los coches que vienen en sentido contrario no se metan en el carril que no deben? Después de estar un rato observando el cruce, sobre todo en el caso de los coches que giran, opinamos que no es necesario en este caso concreto. La regulación semafórica evita este conflicto, si esta solución se aplica en otros cruces sin semáforos igual sí es necesario poner bolardos. Es lo que hacen en Vitoria.
Diferencia 6. El aparcamiento
Calle Reyes: Aunque en principio pueda parecer inquietante lo de que los coches se crucen en sentido contrario para aparcar, la experiencia en otras ciudades muestra que esta configuración es segura: tanto conductor como ciclista se ven de frente en todo momento, tanto al cruzarse para aparcar como para salir del sitio.
Sólo la configuración de carril-bici estrecho pegado a puertas en el sentido de la marcha se ha mostrado peligrosa, al no ver quien abre la puerta al ciclista que circula junto al coche aparcado. No es el caso.
Ejemplo para calles menores, pero no para grandes vías
El caso de la calle Reyes es quizá demasiado pequeño para poder sacar conclusiones más allá de las contadas aquí. Por su bajo coste y elegante diseño parece una solución muy fácilmente exportable a otras calles en las que se quiera restringir el tráfico de paso frente al tráfico residencial sin perjudicar a la bici. Deberá ser en esos casos en los que se examine algunos problemas que este tipo de carriles suelen presentar, por ejemplo:- Bicis usando el carril en ambos sentidos
- Coches en doble fila
- Coches invadiendo el carril reservado a bicis al girar
En vías de este tipo, hemos recomendado al Ayuntamiento explorar otras opciones.
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