Dice el refrán que “el que algo quiere, algo le cuesta”, y es muy cierto.
Para poder contemplar las impresionantes vistas que tenemos desde lo alto de una montaña y disfrutar luego de una larga y divertida bajada sobre la bici, antes hay que sufrir muchos kilómetros en la subida... pero siempre merece la pena el esfuerzo.

El pasado sábado habíamos quedado 16 ciclistas para realizar una ruta por las famosas “Zetas de La Pedriza”, todo un clásico de los ciclistas de montaña madrileños. Un recorrido de unos 1.200 metros de desnivel acumulado positivo, y unos 50 km (saliendo desde Manzanares el Real), que discurre por pistas 100% ciclables y bien conservadas. Como nos gustan los retos difíciles, además le añadimos la dura subida a La Nava Grande, y para para complicarlo un poco más tomamos como origen de nuestra ruta la estación de Cercanías de Colmenar Viejo.
Sobre el papel la ruta se presentaba muy dura, pero pensábamos que merecería la pena el esfuerzo por las espectaculares vistas que tendríamos desde arriba. No nos equivocábamos. Finalmente, según el GPS, recorrimos casi 90 km y subimos 2.500 metros. Una ruta muy dura, desde luego, pero viendo las caras de satisfacción de mis compañeros, puedo asegurar que mereció la pena el esfuerzo.
