Después de la crisis del petróleo de 1973 una expresión propia de los círculos científicos se hizo popular: “peak – oil”. El término en inglés se refería a un momento próximo en el que la producción de petróleo alcanzase un máximo a partir del cual declinaría aunque la demanda siguiese aumentando.
En los últimos años se habla de otro concepto similar, “peak – car”, que en este caso se refiere a un punto en el que en los países desarrollados cada vez se recorrerán menos kilómetros por persona y año en coche privado.
Según un reciente estudio publicado por el Victoria Transport Policy Institute, varios indicadores apuntan a que el “peak – car” se habría producido en la década pasada en algunos países de occidente, y desde hace unos años el número de coches y viajes respecto al total de la población se estanca o desciende. De ser así las previsiones para las futuras infraestructuras de movilidad podrían tener que revisarse y enfrentarse a nuevos retos, y los fabricantes de coches afrontar un inédito escenario de paulatino descenso del mercado. Pero sobre todo habría que enfrentarse a un hecho que parece confirmarse por diferentes caminos: la era de la hegemonía del automóvil privado podría estar acabando.