Quizá hayáis oido hablar de Elon Musk, el hombre que está logrando que los coches sean por fin eléctricos con el sano propósito de emplear toda la gasolina ahorrada en salvar a la humanidad llevándola a Marte.
Hasta hace una semana héroe de mucha gente a lo largo del planeta, hasta que se le ocurrió comentar esto acerca del transporte público:
"El transporte público es un dolor. Un asco. ¿Por qué querrías subirte a algo con un montón de gente que no está donde tú quieres ni te deja donde quieres ir? Un dolor en el culo, por eso a nadie le gusta. Y además lleno de gente extraña, vete tú a saber si no hay un asesino en serie entre ellos. Genial. Por eso la gente prefiere transportes individuales." "Pues en Japón funciona muy bien", me dicen" "¿Donde tienen que empujar a la gente para que quepa en el metro? No mola nada"
Jarret Walker, consultor de movilidad, decidió escribir este artículo en el que alertaba de la visión de Elon Musk acerca del transporte público. Musk respondió llamándole idiota
...y se lio la de Dios en las redes de todo el planeta: es lo que pasa si tienes 17 millones de seguidores que probablemente usen el transporte público a diario. Además de no pocos artículos en varios medios, ha habido una reacción popular de gente contando grandes anécdotas que pasan a bordo del trasporte público, desde parejas que se conocieron en el metro, flashmobs, gente ayudando a gente y otras tantas que podéis leer aquí:
#GreatThingsThatHappenedonTransit
La que narro me sucedió hace algo más de una década por estas fechas en un cercanías desde Villaba a Madrid. Un extraño cuento de navidad.
Hasta hace una semana héroe de mucha gente a lo largo del planeta, hasta que se le ocurrió comentar esto acerca del transporte público:
"El transporte público es un dolor. Un asco. ¿Por qué querrías subirte a algo con un montón de gente que no está donde tú quieres ni te deja donde quieres ir? Un dolor en el culo, por eso a nadie le gusta. Y además lleno de gente extraña, vete tú a saber si no hay un asesino en serie entre ellos. Genial. Por eso la gente prefiere transportes individuales." "Pues en Japón funciona muy bien", me dicen" "¿Donde tienen que empujar a la gente para que quepa en el metro? No mola nada"
Jarret Walker, consultor de movilidad, decidió escribir este artículo en el que alertaba de la visión de Elon Musk acerca del transporte público. Musk respondió llamándole idiota
In cities, @elonmusk's hatred of sharing space with strangers is a luxury (or pathology) that only the rich can afford. Letting him design cities is the essence of elite projection. https://t.co/gtSVgPkfPo https://t.co/CmCpoIJ5NE— Jarrett Walker (@humantransit) 14 de diciembre de 2017
...y se lio la de Dios en las redes de todo el planeta: es lo que pasa si tienes 17 millones de seguidores que probablemente usen el transporte público a diario. Además de no pocos artículos en varios medios, ha habido una reacción popular de gente contando grandes anécdotas que pasan a bordo del trasporte público, desde parejas que se conocieron en el metro, flashmobs, gente ayudando a gente y otras tantas que podéis leer aquí:
#GreatThingsThatHappenedonTransit
La que narro me sucedió hace algo más de una década por estas fechas en un cercanías desde Villaba a Madrid. Un extraño cuento de navidad.