Menú horizontal

Este blog lo escriben exclusivamente voluntarios

¿Echas de menos un tema? Pídelo o escríbelo tú y enviálo a enbici@espormadrid.es y te lo publicamos en un par de días.

Si quieres colaborar sin escribir o si te ha gustado un artículo, puedes invitar a una caña a quien escribe, que siempre hace ilusión.


jueves, 12 de mayo de 2022

Ruta MTB a las Cascadas del Purgatorio: Sábado 14 de Mayo de 2022


And in the end
The love you take
Is equal to the love
You make

The Beatles

Esto que estás oyendo
Ya no soy yo
Es el eco, del eco, del eco
De un sentimiento


"Haz que tu vida sea única, diferente a todas las demás.
 No hagas lo que hace todo el mundo, sigue tu propio camino. 
Puede que los amplios caminos sean más tranquilos y seguros,
 pero los senderos serán siempre más divertidos."

Antonio Fabregat

Cada año tengo la misma duda con esta ruta. No sé si deciros lo bella, bellísima que es, o contaros lo que no se ve, lo que esconde. Hacer esta ruta este sábado, cada año es uno de nuestros ritos. Y como decía el zorro del Principito, los ritos son lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Y explicar el porqué de ese rito es al tiempo doloroso y emocionante. Evidente y complejo. Es hablaros, ya lo cantaba Drexler, de un Eco. Y no es fácil como tantas de nuestras rutas. Es casi un reto, pero como todos, lo tengo que intentar.

Este sábado hará seis años desde que nos dejó el Capitán, Antonio. Creador, alma y padre de este blog, y de la familia que a su alrededor de ha formado. Y aunque cada día se me hace más extraño hablar de él a una parroquia en la que apenas quedamos unos pocos de aquellos que tuvimos la suerte de abrazarle, me consuela cuando alguien me habla de lo especial de este grupo y entonces me doy cuenta de que sigue aquí, que su eco sigue aquí, resonando en la risa, en la emoción y en los abrazos.

 

Ésta no es una ruta homenaje, todas lo son, y el Capi nunca fue de esas cosas. Es sólo una ruta especial. Muy especial. Posiblemente, la más bonita de todas. Difícil, sí, pero increíblemente hermosa. Una ruta que debes hacer, tienes que hacer, si quieres conocernos desde adentro. Si quieres practicar el rito de ir donde sea, siempre que sea con la Familia. De emocionarte hasta la lágrima con un paisaje  o con un recuerdo. Así que... te vienes, ¿no?

Su luz fugaz
Alumbrando desde otro tiempo
Una hoja lejana que lleva y que trae el viento

Otras semanas hablamos de Kilómetros, de trialeras, de porcentajes y de desnivel. Pero esta semana no. Esta nos concentramos en Sentir. En sentir el viento en la cara. En sentir al empezar la ruta el abrazo de un amigo al que hace tiempo que no veíamos. En sentir el rumor del agua bajando en mil cascadas por las laderas de la Morcuera. En el olor de los helechos. En la emoción de unas vistas infinitas. En la de salpicarte de agua al cruzar un río sólo por el gusto de hacerlo. Solo porque haciéndolo eres más niño, y siéndolo, tienes un recuerdo para él, para el que nunca dejaba un río sin cruzar.


Todos esos sentimientos, todas esas experiencias, toda esa forma, compartida de vivir la vida son el regalo que nuestro eterno Capitán, Antonio Fabregat nos dejó. El regalo que compartió con nosotros y que queremos compartir contigo.


Yo, sin embargo
Siento que estás aquí
Desafiando las leyes del tiempo
Y de la distancia
Sutil, quizás
Tan real como una fragancia
Un brevísimo lapso de estado de gracia

Muchos lo sentís. Sin haber conocido a Antonio, muchos nos habláis de lo especial de este grupo, de el espíritu de acogida, de ayuda. A nosotros nos gusta decir que somos "familia", como él siempre nos llamó. Su segunda familia. Algo por lo que todos siempre le estaremos agradecidos. Porque no todo el mundo puede presumir de tener dos familias. Y nosotros, gracias a él, las tenemos. Por eso no dejamos a nadie atrás #NoMenBehind, porque nunca dejarías atrás a un hermano. 
Nos emocionan los logros de cada miembro de esta gran familia, porque los sentimos como nuestros, porque nos vemos en ellos, porque todos fuimos paquetes y algún  día esperamos ser como Antonio. Por eso nos duele cada caída de un enbiciado. De la bici, o de la vida. Porque nos caemos con él. Porque nos une un lazo, que se asoma a nuestros cascos pero simboliza mucho más. Un lazo que pintamos del verde montaña, verde Morcuera. 


Decía que se me hace extraño, hablaros de él, así, en pasado, cuando le siento TAN vivo, tan cercano. Antonio, cambió mi forma de vivir, de montar en bicicleta, me enseñó a salir de los trillados caminos de la carretera, para descubrir que en los senderos, los caminos menos pisados, está la diversión. Que no hay que tener miedo a caer, que hay que intentarlo, siempre, cada cuesta, cada río. A tener la humildad de dejarte ayudar, porque eso no es debilidad, es confianza. Que nada pedalea tan fuerte ni tan lejos como el corazón, que no hay mejor bici que la que tienes ni mejor compañero que el que te abraza.  Y no, echar pie a tierra no es pecado, y si alguien se baja de la bici para caminar un rato a tu lado y hacerte compañía, ese, es de verdad, tu amigo. Y sobre todo, que pocas cosas hay tan bonitas como emocionarte en los ojos de otro. Dar un poco, para devolver lo mucho que se me dio, y sentir que se multiplica, que vuelve y que nos devuelve a Antonio.  Es ahí, donde más le siento. 
Y puede que a veces, la vida golpee. A veces, las ruedas se llenan de ese horrible barro botijero que Antonio siempre odió. A veces toca pedalear contra el viento, u otra clase de enemigo invisible. Quien lo probó, sabe lo duro que es. Y es entonces cuando, como en la bici, como cierto día volviendo de Yebra, te descubres con la cara enterrada en el manillar al frente del grupo contra el viento, y pensando: "Tienes que tirar, por ellos, ahora, para devolver lo recibido". 


Eco, eco
Ocupando de a poco el espacio
De mi abrazo hueco


Antonio no se ha ido. Algunos aún hablamos con él en cada ruta, comentamos la vida de la familia, de los que le conocieron y de los nuevos (el también os conoce y le caéis bien :-) ) saboreamos un nuevo puerto o le agradecemos una vez más esa joya que hace ya tanto nos descubrió. Pero aun más importante es que su eco sigue aquí. En la magia que ven y que crean esos enbiciados nuevos que nunca llegaron a abrazarle. Esos que hoy llenan mi abrazo hueco. Esos que inexplicablemente, en una sociedad egoísta, egocéntrica e individualista se dan desde el primer día, se unen desde la primera ruta y ayudan desde el primer cruce. Esa es la magia del Capi, es lo que el hacía, es lo que hacemos. Por eso, los enbiciados viejos y nuevos no podemos   estar tristes, sino agradecidos. Agradecidos de haberle conocido. De haber recibido tanto. De poder intentar devolver algo de lo recibido. Porque nuestra vida cambió, y porque puede que incluso sin conocerle, también haya cambiado la tuya. Puede que esté a punto de hacerlo.


Si has leído hasta aquí (gracias por tu paciencia) esperando descubrir detalles de la ruta, bueno ya te habrás dado cuenta de que la cosa está complicada. Casi prefiero que te lo cuente Antonio, el  Capi. Él sí sabía engancharte con toda clase de atractivos. 
En el fondo, es lo de menos. Si la semana pasada tuvimos una ruta increíble, pero de esas que por su dificultad técnica te obligan a mantener los ojos en el suelo, ésta es de otra clase. Es de mirar al cielo, al paisaje y disfrutar. Disfrutar, sí, a pesar de los kilómetros, a pesar de las cuestas. Es de amar la montaña, de conocerla, de escucharla. Es de hablar con los compañeros, de contar viejas historias, o de compartir silencios. Porque los mejores paisajes, ya lo decía el Capi, siempre están arriba. Porque lo más importante de una ruta, lo mejor, es siempre la Compañía. ¿Dura? Tanto como hermosa. Pero menos dura que emocionante. Esta ruta es un auténtico Regalo, y eso queremos hacer.  Regalaros paisajes, sonrisas y satisfacción. Si nos ves derramar una lagrimita será de emoción por tanta belleza. Nos emocionaremos, seguro, no nos lo tengáis en cuenta. Tan solo disfrutar de la ruta y del regalo. Si nos ves abrazarnos es porque lo único de él que de verdad nos falta, son sus abrazos.  Pero todo lo demás sigue ahí. Porque el año pasado no pudimos, y algo nos faltó. 



En cambio, como el año pasado, os proponemos tres opciones, por si queréis acompañarnos. Solo una es 100% enbiciada (osea, que no necesita coche). Pero por si acaso, ahí las tenéis, porque os queremos a tod@s ahí (y que vengáis también). 

  • Plan A: La ruta completa (100 km y cerca de 2000md+). La única que podemos hacer sin usar coche. Quedamos en la Estación de Colmenar Viejo a las 8:02  (Línea C4B que pasa por Atocha a las 7:21, Nuevos Ministerios 7:30, Chamartín 7:35... consulta los horarios de Cercanías).
  • Plan B: Salida desde el parque de la fuente de Soto del Real para quitarnos los 26 km de carril bici. (unos 70 km y 1700 md+) (REQUIERE COCHE) . Quedada a las 9:20 en el parque frente a la Iglesia.
  • Plan C: Salida desde el Puerto de la Morcuera, para ahorrarnos la primera subida y hacer solo la bajada al valle de Lozoya, las cascadas y la segunda subida. Saldrán unos 45 km y unos 1200 md+. (REQUIERE COCHE) Pasaremos entre las 12-12:30, por el cartel del Puerto.
Así que...no tienes excusas. El Capi, nuestro eterno Capitán te espera para uno de sus queridos Retos. 
Y seguro que desde arriba nos manda un guiño en forma de magia.  






No lo olvidéis...

#GraciasCapi

#SomosFamilia

#NoManBehind

#CadaRutaunHomenaje

#LaVidaes100por100Ciclable

#LaBolaesunFalsoLlano

                 



¿Te vienes a vivir nuestra Ruta más mágica?







Las fotos de cada ruta las compartimos con los asistentes mediante un albúm de Google Photos, si quieres verlas y subir las tuyas, mándanos tu e-mail a través de este formulario, identifícate bien con tu nombre y apellidos para que sepamos quién eres. Sólo hay que hacerlo una vez, no hace falta que repitas en la próxima ruta.


Estos somos los ciclistas apuntados. Si quieres venir, por favor, déjanos un comentario y te añadimos a la lista. Sé paciente, es normal que tardemos un poco, como todas las cosas buenas y hechas a mano ;-)



No hay comentarios :

Publicar un comentario