Una nueva aventura, sin rumbo ni dirección. ¡Déjate guiar!
Entre el cielo y el mar
Vagabundear
Como un cometa de caña y de papel
Me iré tras una nube pa' serle fiel
A los montes, los ríos el sol y el mar.
A ellos que me enseñaron el verbo amar
J.M. Serrat
Cada sábado, tenemos una ruta diferente, un nuevo desafío, una nueva aventura. Y éste sábado no va a ser menos. Pero este sábado os proponemos una un poco diferente. Porque este sábado, saldremos ...¡Sin rumbo!
Este sábado hemos quedado en Sol, junto al Osos y el Madroño, a las 9:00. El punto de inicio de todos nuestros grandes retos, y de muchas rutas y aventuras. Así que no podía ser menos para esta semana.
Tras las debidas presentaciones, y la foto de grupo, saldremos camino a ....¡Sorpresa!. Lo descubrirás cuando estés allí. Permanece atento a las explicaciones del Guía, y como siempre, colabora señalizando los cruces. Juntos lo conseguiremos.
Ya sabes, no dejaremos a nadie atrás, y con nosotros y nuestro experto equipo de guías, cierres, señalizadores, amigos, colaboradores y mecánicos, llegaremos a destino. Un destino que no sabrás cual es, pero que sí te podemos garantizar que, como siempre, contará con transporte público para que puedas regresar a casa.
¿De cuantos kilómetros será? ¿Cuál el desnivel? Pensamos que eso no importa si estás en buena compañía. Son muchas incertidumbres que os proponemos asumáis con la tranquilidad de que en compañía de la familia enbiciada os lo pasaréis bien. Habrá, como siempre, buenos senderos, amplios caminos, paisajes increibles, subidas, bajadas, falsos llanos y repechos y casi seguro, habrá que cruzar un río. Porque una ruta que acaba con los pies secos no es una ruta. Pero lo más importante, lo que seguro que habrá es diversión.
Sabiendo que como casi siempre, echaremos el día, te aconsejamos que traigas comida, ya sabes, como de costumbre bocadillos, bebida. Y como estamos en invierno, es muy recomendable que eches un foco a la mochila, porque es muy probable que se nos haga de noche. Eso, y sobre todo, no te olvides las ganas de disfrutar.
Sólo hay que hacerlo una vez, no hace falta que repitas en la próxima ruta.
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