¿Por qué el Reglamento no tiene medidas para reducir accidentes ciclista?
1. El derecho de ir en bici despacio y con espacio
2. Acabar con la violencia vial
3. El casco con criterio
La ley es una potente herramienta de modificación de conducta, pero no sirve por sí sola para evitar los accidentes que tienen los ciclistas, tanto los que sufren por ellos mismos como los producidos por otros vehículos si no se entienden los motivos de la ley, porque ésta acaba por cuestionarse o incluso infringirse por sistema con el convencimiento de tener razón.
Está sucediendo con los adelantamientos a ciclistas en carretera, donde el preceptivo 1,5 m no se respeta casi nunca, o la posición de ciclistas ocupando todo el carril en ciudad, norma que no conoce nadie y que se considera una afrenta por muchos conductores cuando se pone en práctica.
Actualmente no se enseña ni una sóla recomendación de cómo evitar los accidentes que involucran a bicis en las clases educación vial, ni en las autoescuelas, ni en los cursos de reeducación… incluso la DGT omite la causa y solución de los accidentes en ciudad en todas sus campañas.
Este desconocimiento sistemático provoca la incomprensión de la gente, que cree que el ciclista circula mal cuando lo hace bien y en muchos casos, sirve de justificación para poner en peligro al ciclista: “Te presiono para que te comportes como dice la ley”. Lo comentábamos con más detalle aquí.
Por ese motivo, es necesario explicar en todos los niveles de la educación vial el sentido de los comportamientos y las leyes que sirven para evitar los accidentes ciclistas, siendo el principal el derecho del ciclista a circular despacio y con espacio como norma de seguridad básica, el gran concepto ausente en el sistema actual y en el futuro Reglamento.
Entendemos que esto puede cambiar fácilmente. Aunque sea tarea de muchos frentes, el nuevo Reglamento puede ayudar muchísimo a acabar con este problema.
Las siguientes medidas ponen el énfasis en la educación del conductor, huyendo de planteamientos de vigilancia policial (o ciudadana) por sistema, que deben de reservarse a casos excepcionales y no convertirse en norma.
Está sucediendo con los adelantamientos a ciclistas en carretera, donde el preceptivo 1,5 m no se respeta casi nunca, o la posición de ciclistas ocupando todo el carril en ciudad, norma que no conoce nadie y que se considera una afrenta por muchos conductores cuando se pone en práctica.

Actualmente no se enseña ni una sóla recomendación de cómo evitar los accidentes que involucran a bicis en las clases educación vial, ni en las autoescuelas, ni en los cursos de reeducación… incluso la DGT omite la causa y solución de los accidentes en ciudad en todas sus campañas.
Este desconocimiento sistemático provoca la incomprensión de la gente, que cree que el ciclista circula mal cuando lo hace bien y en muchos casos, sirve de justificación para poner en peligro al ciclista: “Te presiono para que te comportes como dice la ley”. Lo comentábamos con más detalle aquí.
Por ese motivo, es necesario explicar en todos los niveles de la educación vial el sentido de los comportamientos y las leyes que sirven para evitar los accidentes ciclistas, siendo el principal el derecho del ciclista a circular despacio y con espacio como norma de seguridad básica, el gran concepto ausente en el sistema actual y en el futuro Reglamento.
Entendemos que esto puede cambiar fácilmente. Aunque sea tarea de muchos frentes, el nuevo Reglamento puede ayudar muchísimo a acabar con este problema.
Las siguientes medidas ponen el énfasis en la educación del conductor, huyendo de planteamientos de vigilancia policial (o ciudadana) por sistema, que deben de reservarse a casos excepcionales y no convertirse en norma.