Resumen del capítulo anterior
Verónika está decidida a no quedarse atrás este verano en su viaje a Laos cuando sus amigos cojan la bici. Cuando se alquila una en Madrid para refrescar un poco sus habilidades, descubre con terror... ¡que es incapaz de mantener el equilibrio!
Cuando está a punto de tirar la toalla, unos cursos de habilidad ciclista vienen a salvarla. Con algo de práctica consigue lo básico: mantener el equilibrio sin pedalear y arrancar en cuesta. ¿Será suficiente para rodar por el mundo?
¿Conocen Saint Tropez? Seguro que han visto no pocas comedias de Louis de Funes haciendo de gendarme en bici relatando las delicias de la plácida vida de la Costa Azul con Brigitte Bardot.
La realidad es que eso fue hace cuarenta años. La gran acumulación de ricos en esa villa trae consigo una acumulación mayor de cochazos (sí, hay más coches de alta gama que habitantes) que compiten por exhibirse a todas horas y con el mayor desenfreno...literalmente. Si alguna vez tienen la tentación de desviarse en su idílico viaje en coche por la Costa Azul para visitar Saint-Tropez, les advierto: el tráfico del centro de Madrid en navidad es más fluido.
Cuando está a punto de tirar la toalla, unos cursos de habilidad ciclista vienen a salvarla. Con algo de práctica consigue lo básico: mantener el equilibrio sin pedalear y arrancar en cuesta. ¿Será suficiente para rodar por el mundo?
Episodio 3. Verónika y la Hermandad de los Míticos Moteros
La primera prueba de fuego: un fin de semana en la Costa Azul
El gran viaje a Laos se acercaba y era necesario probarse en diversas circunstancias, a saber qué se encontraría allá. Aprovechó el puente de Mayo para visitar a unos familiares de Saint Tropez, que le le hablaron de la maravilla de carril-bici que recorre la costa y le ofrecieron una de sus bicis para probarlo.¿Conocen Saint Tropez? Seguro que han visto no pocas comedias de Louis de Funes haciendo de gendarme en bici relatando las delicias de la plácida vida de la Costa Azul con Brigitte Bardot.
La realidad es que eso fue hace cuarenta años. La gran acumulación de ricos en esa villa trae consigo una acumulación mayor de cochazos (sí, hay más coches de alta gama que habitantes) que compiten por exhibirse a todas horas y con el mayor desenfreno...literalmente. Si alguna vez tienen la tentación de desviarse en su idílico viaje en coche por la Costa Azul para visitar Saint-Tropez, les advierto: el tráfico del centro de Madrid en navidad es más fluido.