Enviado por Carlos, de conalforjas.com
Introducción
En verano de 2013, junto a unos amigos de un recién creado club ciclista, recorrimos parte de la Transandalus. Por aquel entonces, esta era ya una ruta mítica. Aquel proyecto nos fascinó, un grupo de aficionados de varias partes de Andalucía (incluso de fuera de ella) se habían coordinado para diseñar un macro-recorrido por la segunda región más grande de España.
Estas iniciativas, que nacen desde los propios aficionados y no desde la administración, siempre nos han entusiasmado. De forma desinteresada y empleando horas y horas de su propio tiempo libre, crean un itinerario para el simple disfrute de los demás con la única, pero a la vez enorme recompensa, de dar a conocer una tierra que conoce y se ama.
Aquella experiencia plantó en nuestra cabeza la semilla de lo que sería la Cicloextremeña, una ruta que rodea Extremadura por sus confines a lo largo de algo más de 1.000km y que los amigos de enbicipormadrid me han permitido venir a contar en este post. (¡Mil gracias!)
Así que si te parece te cuento lo que puedes esperar de este recorrido y, con suerte, te meto el gusanillo de descubrirlo por ti mismo. Por cierto, mi nombre es Carlos y soy una de las dos ruedas del blog conalforjas.com. Y ahora sí ¡Vamos allá!
La Cicloextremeña
La ruta parte desde Badajoz, la ciudad más grande de la región. Aunque realmente podría empezar en cualquier pueblo del recorrido, es lo bueno que tienen las rutas circulares. Badajoz es una ciudad de frontera. A orillas del Guadiana y a un tiro de piedra de Portugal. Recorrer las calles de su casco histórico es hacerlo por la capital de uno de los reinos de taifas más importantes de la península. La herencia mora se nota, así como la necesidad de defenderse del reino portugués durante varios siglos.
Partimos de la ciudad atravesando el rio por el Puente de Palmas, el más antiguo de la ciudad. La ruta comienza atravesando las ricas vegas del Guadiana. Llanos y regadíos acompañaran nuestro pedaleo en estos primeros compases.
Pronto cambia el paisaje a medida que nos acercamos a Alburquerque, un pueblo con una historia milenaria presidido por el formidable Castillo de Luna, fortaleza inexpugnable que remata el pueblo.
Nos adentramos ahora en una zona de encinares y tierras ganaderas hasta llegar a las inmediaciones de Valencia de Alcántara donde, a parte de atravesar el berrocal de La Data (con numerosos dólmenes prehístoricos), podremos visitar una localidad puramente rayana, término que se le da a las poblaciones que se asientan a lo largo de "la raya", que es como se denomina a la frontera con Portugal.
El apellido de este pueblo nos da una pista de que las tierras que ahora recorremos pertenecieron a la poderosa orden de Alcántara, cuya capital se asentaba en la localidad homónima hacia donde ahora nos dirigimos para cruzar el Tajo por el puente romano más espectacular del imperio.
Damos paso así a la Alta Extremadura, las tierras al norte del Tajo. En esta sección de la ruta recorremos las comarcas montañosas del norte: la Sierra de Gata y las legendarias Hurdes, donde además de disfrutar de sus paisajes y pueblos podremos darnos un baño en las numerosas gargantas y piscinas naturales.
Una vez recorrida la cornisa norte, viramos hacia el sur para llegar a la localidad de Hervás, famosa por su judería, donde comienza la ascensión al puerto de Honduras, el más alto de Extremadura y por lo tanto de toda la ruta.
Este puerto nos arrojará en el valle extremeño por excelencia: el Jerte, conocido por sus cerezas. De aquí pasaremos a la comarca de la Vera, donde podremos visitar el Monasterio de Yuste, donde el emperador Carlos V se retiró para pasar sus últimos días.
Dejamos atrás por un momento las montañas, pero solo por un momento ya que enseguida divisaremos de frente la sierra de las Villuercas, una peculiar formación geológica en forma de peine que atravesaremos siguiendo el curso del rio Ibor hasta llegar a Guadalupe, lugar de peregrinación al que llegan caminos de toda España. Una especie de Santiago de Compostela a la extremeña.
¿Cansado? No te preocupes, la ruta da aquí una tregua con kilómetros más llanos para recorrer la comarca de los lagos: la Siberia extremeña, un rincón que suele pasar desapercibido al viajero pero que sin duda sorprende a los que se acercan por este rincón de la región.
La última sección de la ruta se interna en el ecosistema más característico de Extremadura: la Dehesa. Un conjunto de colinas y encinares cuyos dominios están habitados por el animal extremeño por excelencia: el cerdo ibérico.
En este tramo además podrás visitar algunos de los pueblos más bellos de la región, como Jerez de los Caballeros u Olivenza, con un marcado carácter portugués. Llegamos así de nuevo a Badajoz, nuestro punto de salida y llegada habiendo recorrido algo más de 1.200 kilómetros.
***
La Cicloextremeña te va a permitir conocer una Extremadura que ni siquiera muchos extremeños conocen. Prácticamente cada día cambiará el tipo de paisaje. Es una ruta exigente pero no en exceso. Disfrútala a tu propio ritmo, sin prisas.
Si quieres más información puedes pasarte por este post: Cicloextremeña: Información y Tracks, donde tienes toda la información práctica, tracks actualizados y resolvemos todas las dudas que puedas tener ¡Te esperamos!
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