Escrito el 1 de junio por Macarena

Un día
mi amiga Silvia nos contó que había contactado con un grupo de gente a través de Internet, que le habían ayudado a llegar de su casa al trabajo en bicicleta por sitios fáciles y con poco tráfico y quedó encantada, así que me decidí a ponerme en contacto con ellos.
Rápidamente recibí respuesta, preguntándome mi nivel de bici, mi estado… la única condición que puse fue la de
no subir la cuesta de Pablo Iglesias, y quedamos el sábado 9 de abril a las cuatro de la tarde.
El sábado amaneció un día que se caían los pájaros del calor, pero a las cuatro en punto apareció un ciclista en la puerta de mi casa, se presentó, se llamaba
Aalto (bueno, ese era su nombre en el blog), y me explicó que para probarla, él había hecho la ruta un día de esa semana a las 8 de la mañana, que era fácil, que no subiríamos mi temida cuesta y que podría hacerlo cualquier persona (eso me dio idea del nivel de profesionalidad).
Nos pusimos en marcha a través de
una ruta que me pareció muy llevadera a pesar del calor y llegamos a la Glorieta de Quevedo en 36 minutos, hablando, explicando las normas para ir en bici por ciudad, normas básicas de seguridad, que es conveniente o no hacer, etc. La vuelta fue más corta, pero por calles más transitadas.
Cuando llegamos de vuelta, me dijo que me enviaría la ruta a través del email, estaba absolutamente decidida a intentarlo yo sola. El domingo recibí la ruta y después de estudiármela, pues soy muy despistada y me pierdo con facilidad, me decidí a ir yo sola.
Ahora voy uno o dos días a la semana en bici al trabajo, y por la mañana es una delicia. He descubierto un mercado de fruta, los jueves, cerca de mi casa donde paro para comprar alguna pieza y comerla en el trabajo. La vuelta me sigue costando un poquillo más, pero intento ir con seguridad recordando las normas básicas que me dio Aalto, y descubriendo que los coches te respetan. Incluso un día que tenia al salir del trabajo que comprar cerca del Rastro, me atreví a llegar y volver, me sentí como si hubiera hecho una gran heroicidad.
Estoy encantada con mi nueva actividad, pues creo que de entrada he empezado con buen pie la operación bikini, me he ahorrado un día de gimnasio y llego al trabajo con los deberes ya hechos.
Si tú también quieres ir en bici por Madrid, escribe a bicifindes@espormadrid.es