Segunda semana probando una bici doble de 29”
La semana pasada escribía un artículo con
mis primeras impresiones sobre una bici doble de 29” que me habían dejado para probar en
Ciclos Otero. En ese artículo os contaba cómo se venía abajo mi primera idea preconcebida sobre las bicis dobles, que
no son tan pesadas como yo creía.
Durante esta segunda semana probando la
Trek Superfly 100 AL Elite he hecho 133 km, por El Pardo y en la
ruta de Madrid a Segovia. Si la semana anterior comprobaba las cualidades rodadoras de esta bici de 29”, en esta ocasión el terreno ha sido más variado con subidas, bajadas, trialeras...
Mi segunda idea preconcebida sobre las bicis de doble amortiguación es que serían mucho más cómodas que las bicis de suspensión delantera. Pero, realmente
¿Es más cómoda una bici doble que una rígida?

La respuesta es evidente, una bici doble siempre conseguirá que nuestras rutas sean más cómodas. Pero ¿A qué se debe esa comodidad?
Bueno, no soy un experto, pero yo diría que se debe a
la geometría de la bici, y por supuesto a
la amortiguación trasera.
Respecto a la geometría de la bici, como puede verse en la imagen anterior (en rojo el mismo modelo en bici rígida), en la bici doble el sillín va más adelantado, más vertical sobre el pedalier, lo que hace que la posición del ciclista no vaya tan tumbada como en la rígida. El ciclista va más “sentado” con la espalda más vertical, y eso se nota.
Pero donde realmente se nota la diferencia entre estas bicis y las rígidas es en la suspensión, en la manera de amortiguar las irregularidades del terreno. Si en la bici con suspensión delantera tu trasero se va resintiendo en cada bache del camino, en la doble casi ni te enteras.
La
Trek Superfly 100 AL Elite monta una horquilla delantera y un amortiguador trasero de la marca Fox, con el
sistema CTD (Climb, Trail, Descend).