Si para muchos, el hacer una ruta de más de 100 kilómetros de Segovia a Madrid, subiendo un puerto por el camino, puede ser algo muy complicado... el hacerla bajo la luz de la luna llena, puede parecer toda una locura.
Puede que estemos un poco locos, pero el sábado pasado nos juntamos 21 ciclistas en Segovia para enfrentarnos con un nuevo reto, y una vez más conseguimos superarlo con éxito.

Nuestra aventura empezaba en la
Estación de tren de Segovia a las 21:10. Hasta allí habíamos llegado 20 ciclistas en el último tren que hace el recorrido de Madrid a Segovia. Bueno, en realidad debería decir, de Cercedilla a Segovia, porque con las últimas modificaciones en el servicio hay que cambiar de tren en Cercedilla y esperar 7 minutos a la salida del nuevo tren.
El ciclista número 21, que había quedado con nosotros junto al Acueducto era
Giovanni, que por problemas logísticos no podía venir en tren, pero como no quería perderse esta ruta había convencido a su mujer para que le llevase en coche hasta Segovia. Desde luego, hay mujeres que tienen ganado el cielo.

Aunque todavía no era de noche,
nuestras bicis ya estaban preparadas para la aventura. Hay quien llevaba un solo foco de gran potencia, otros como yo, varias linternas más normalitas para ir encendiendo en función de las necesidades. Por supuesto, también luces en el casco, fundamentales para ver lo que ocurre alrededor nuestro, y no solo delante de nuestra bici.