La bici como solución a la carga y descarga
Es sólo una de las propuestas que se plantean para acabar con el lamentable espectáculo que se ve todas las mañanas en el Boulevard, la Brecha, Parte Vieja o en la calle Loiola con un reguero de furgonetas apoderándose de espacios peatonales, maniobrando a velocidades impropias, y jugando al ratón y el gato con los agentes de Movilidad.
Muchos pensarán que esto de las bicicletas es una chufa, pero está funcionando en París y, ante el actual caos, prácticamente todas las partes concernidas le han dado su visto bueno.
El estudio, elaborado por Guitrans para el Instituto Vasco de Logística, revela que la ciudad tiene un alto número de plazas de carga y descarga, pero que se utilizan mal. El eco-reparto en la última milla exigirá un centro de almacenamiento para después realizar una distribución flexible de las mercancías a lo largo de la jornada. La principal virtud de la medida es que el reparto no se concentra en pocas horas y que en el último kilómetro se evita la circulación de cientos de vehículos semipesados. Los escépticos ya se pueden ir bajando del burro porque las primeras medidas se pondrán en marcha en dos meses.
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