A grandes males, sencillos remedios.
Todos sabemos que las rejillas de ventilación del metro son tremendamente deslizantes. Sobre todo en mojado. Algunos lo saben por que se lo han contado, pero casi todos hemos dado pequeños o grandes patinazos en ellas.
Si estás conduciendo una bici o una moto y tienes que frenar o torcer sobre una de estas malditas rejillas, es muy fácil que te vayas al suelo. Y eso duele. Y te puede pasar un "vehículo privado" por encima o un autobús. Pero se ve que a los responsables de esas rejillas les importa muy poco.
No tengo claro quien son los (i?) responsables, porque las utiliza el Metro, pero el Ayuntamiento debería ser el que aceptase o no la instalación de un elemento que forma parte de la capa de rodadura y que, en caso de lluvia tiene una adherencia parecida al hielo.
Un tema interesante sería medir esa adherencia o ese coeficiente de rozamiento. Hacerlo de forma comparativa entre unas superficies y otras es fácil (y divertido). Es uno de los ejercicios que propondremos dentro de la serie de biciencia o ciencia en bici y es tan sencillo como ir midiendo derrapes controlados. Esto permitiría medir con precisión cuánto funciona la medida que proponemos.
La propuesta es muy sencilla y barata de hacer, por lo que dudo mucho que ni siquiera se llegue a plantear. También digo que me encantaría equivocarme en esto y comerme estas palabras con patatas.
Es una de las propuestas que no hemos podido probar en nuestro laboratorio así que, si alguien pone pegas, le agradeceremos que las acompañe de una propuesta mejor.
La rejilla
Está formada por pletinas de acero de unos 5 mm de espesor que forman unos rectángulos de unos 7 x 3,5 cm. La rejilla es completamente plana en su parte superior y está suavizada por las ruedas de los vehículos que pasan por encima. Al ser plana en su apoyo con las ruedas, resbala tanto como ya sabemos.
Con ruedas de bici de montaña agarra algo más, pero con ruedas urbanas o de carreras, es una pasada lo mal que va. En parte porque una rueda fina no apoya bien, pero también por que no agarra nada.
Cumple su función de permitir la ventilación y de soportar el peso del tráfico, pero no entiendo como se ha permitido su instalación porque no deben cumplir ningún criterio en cuanto a coeficiente de rozamiento en mojado. Supongo que eso debe estar en la normativa de viales urbanos. Si alguien nos ilustra en ese tema, se lo agradeceremos.
Hay otro tipo de rejillas que son ya espectaculares. resbalan aún más y mejor y, menos mal que suelen ponerse de forma transversal a la marcha, que si no, encima se colarían las ruedas de las de carreras.
En estas la solución sería algo más complicada y no entramos ahora.
La propuesta
La solución se debe poder hacer en todas las rejillas instaladas o por instalar, ser barata, que no dificulte la salida de aire y que sea duradera y sin mantenimiento. Damos por supuesto que tiene que funcionar bien, de una manera medible, con números.
Ya habréis visto en la acera que las chapas de los diferentes servicios (fibra, alumbrado) tienen diferentes tipos de ranuras y relieves para evitar resbalones.
La propuesta es hacer en todas las pletinas de las rejillas unos cortes transversales con una radial, utilizando discos de desbaste de 6mm, dejando unos 5mm entre los lados de los cortes y de unos 5mm de profundidad. A modo de pequeñas almenas.
Hechos los cortes (y algo desbastados), la rejilla queda con la misma altura de apoyo y prácticamente con la misma resistencia al peso de los vehículos.
Para hacer esto en una rejilla y probar qué tal funciona, bastaría una radial, unos discos de repuesto y un operario con paciencia. En un día o poco más se terminaría una rejilla de ventilación completa. Incluso podrían trabajar varios en paralelo.
La prueba de funcionamiento consistiría en medir distancias de frenado con agua. Esto se haría una vez solo, que no me veo a los operarios midiendo derrapes con una bici en la calle. Si la cosa funciona realmente bien, se podría pensar incluso en una máquina un poco más eficiente para hacer los cortes.
Ahora a ver si se anima alguien a hacerlo y nos cuenta que tal.
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