
Alguien que no haya hecho nunca una "ruta nocturna" pensará que es una locura lanzarse a la oscuridad de la noche sobre la bici, toda una temeridad. Pero nada más lejos de la realidad.
No es necesario que busques las rutas más duras (eso puedes dejarlo para la luz del día), ni que tengas unas luces muy potentes, sólo es necesario que te guste la aventura y tengas ganas de divertirte pedaleando con los amigos.
Si lo pruebas una vez, seguro que repites.
Para los que se animen a hacer una ruta nocturna en bici por primera vez, aquí les dejamos unos consejos:
Luces en la bici y en el casco
Sobra decir que en una ruta nocturna es necesario llevar luces, aunque sea una noche de luna llena y tengamos mucha claridad en el ambiente. Si circulamos por algún tramos de carretera, es obligatorio llevar luz blanca delantera, luz roja trasera, y alguna prenda reflectante.
Hace unos meses probábamos los nuevos modelos de Natural Shine, y anteriormente lo hicimos con otras marcas. Para el que las tenga, lo mejor es llevar unas luces potentes, pero no renuncies a hacer una ruta nocturna por no tenerlas, con una par de linternas de leds y un poco de maña puedes apañarte.
Es recomendable llevar luz en la bici y en el casco (aquí es importante el ingenio de cada uno para fijarlas correctamente). La luz de la bici siempre ilumina hacia delante, mientras que la del casco iluminará allá donde fijemos la vista. En una ruta con curvas cerradas es fundamental ver la curva, más que ver "en recto".
No olvidéis baterías de repuesto, que no duran eternamente.
Si quieres que la luz te dure toda la noche es fundamental utilizar las distintas potencias del foco. Para las subidas puedes ponerlo en una posición de poca luz y bajo consumo, en las paradas puedes apagarlo, y sólo ponerlo a tope de potencia en las bajadas.