INTRODUCCION: 6 meses promocionando la bici entre empleados
- Resultados globales
- El incentivo económico
- La importancia de las instalaciones
- La formación
- El apoyo institucional
- Lo que cada ciudad puede enseñar a las otras
Una de las conclusiones más sorprendentes no formaba parte de la evaluación que se ha hecho a los empleados. Esto surgió gracias a la existencia de algunas preguntas de respuesta libre en la encuesta.
A lo largo de la entrevista, se les preguntaba qué barreras les impedían usar la bici antes del programa y hasta qué punto las medidas concretas de éste habían supuesto el salto necesario para empezar: incentivo económico, la formación, el lugar para guardar la bici, etc.
En varios casos en las tres ciudades, hubo gente que no tenía muy clara la barrera anterior: no era miedo al tráfico, no era problema de robo, distancia o pereza. Simplemente "no se lo habían planteado porque no consideraban que fuera una opción a tener en cuenta". Ahondando más en el factor que les había hecho cambiar eso, todos contestaron que el apoyo oficial de Liberty supuso para ellos la diferencia, más allá de pagos o duchas.
Desde el momento en que la empresa anunció oficialmente que venir en bici era una opción, y que además estaba respaldada oficialmente, bastó para muchos para dar el salto mental de introducir esa posibilidad en su decisión de transporte. Antes de ese día, ir en bici era la excepción, y quien lo hacía tenía que estar justificándolo, algo que saben nuestros lectores: "¿no es peligroso?" "¿Y el casco?" "¿no es muy cansado?" "¿por qué lo haces?".
Tras la implantación del programa la situación se invirtió. La empresa se preocupaba por reducir el sedentarismo, te ponía facilidades... hasta te pagaba por ello. Con esas condiciones, lo natural ha sido empezar a venir en bici, y quien no la ha estado usando tiene ahora que justificar por qué está dispuesto a renunciar a 100€ al mes: "con los niños no puedo" "la distancia es excesiva" "ya me gustaría a mí". La bici sigue siendo una opción minoritaria, pero ahora se ha normalizado y es respetable.
Es quizá la parte más importante del programa, la que no se paga con dinero ni necesita grandes inversiones. Mucha gente no va en bici porque es una opción invisible, hasta que la empresa lo lanza en su intraweb.
Como muestra, la primera comunicación que recibieron los empleados de Liberty en abril de 2016:
PD. Al solicitar a Liberty un pantallazo de estos correos hemos descubierto para nuestra sorpresa que cada una de estas noticias, lanzadas en formato blog, generó en su día hace casi un año multitud de comentarios de gente que empezó a montar en bici y que iba narrando su experiencia para animar a otros. Constatar a través de las redes que no eres el único es también un apoyo importante, lo sabemos bien en EnbiciporMadrid.
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