Publicado en Terra.org el 6 de septiembre de 2010
Las nuevas dinamos de buje situadas en el eje de la rueda de la bicicleta abren un nuevo mundo de posibilidades para utilizar este vehículo como fuente de energía para cargar móviles y otros aparatos de microelectrónica. Esta posibilidad es altamente interesante para las personas que van de viaje en bicicleta, ya que nos permite tener a nuestra disposición una fuente de energía que puede ser imprescindible en ruta, especialmente, para recargar el GPS y el móvil, pero también las baterías de la cámara fotográfica, etc. Gracias a la fuente energética de nuestra musculatura transformada en electricidad por la dinamo de buje mientras vamos pedaleando en ruta durante el día, nos podemos aprovechar de este excedente energético.
La principal dificultad para recargar pequeñas utilidades microelectrónicas con la dinamo de buje radica en las fluctuaciones de la electricidad generada en el pedaleo. Las luces preparadas para ser montadas en dinamos de buje incorporan su propia fuente de regulación para que no se funda la bombilla, por ejemplo, cuando incrementamos la velocidad, porque estamos deslizándonos a toda velocidad por una bajada. Sin embargo, los móviles, GPS, etc. conectados directamente a una fuente de energía no estabilizada se estropearán e incluso puede ser peligroso pues las baterías de ion-litio pueden reaccionar explotando frente a una carga no adecuada. Conexionado de un regulador de carga en la dinamo de buje.
Diversos fabricantes disponen en su catálogo de componentes para convertir nuestra bicicleta en una central de recarga eléctrica aprovechando la dinamo de buje como fuente energética. Actualmente, hay dos tipologías, como sucede con los cargadores solares. La primera son cargadores de bicicleta directos. En este caso, el aparato incorpora las protecciones electrónicas y los conectores adecuados para diversos aparatos. La otra opción es un cargador que almacena la energía en una batería de ion litio (batería caché) con su estabilizador y de la cual, una vez está cargada, podemos extraerle de forma segura la energía traspasándola al aparato que precisa de carga de tensión constante.