Mario Toledo para 20minutos.es
Una vez que el Ayuntamiento de Madrid ha extendido los carriles-bici por la periferia y los parques de la capital, toca pensar en la forma de llevarlos al centro. Sin embargo, se les presenta el problema de meter a los ciclistas en las calles estrechas del casco histórico y de regular la convivencia con los conductores de vehículos a motor. Para resolverlo, el Consistorio estudia una solución salomónica:
los carriles-bici se construirán ahora en la calzada, quitando espacio en muchos casos al resto de vehículos; y se creará una red de
"calles de prioridad ciclista o ciclocalles", donde los coches tendrán que amoldarse a la velocidad de las bicicletas.
Hasta ahora, la práctica totalidad de las vías ciclistas de Madrid se construían encima de las aceras, lo que provocaba conflictos entre los conductores de bicicletas y los peatones.
"Los ciclistas hemos estado arrinconados y enfrentados al peatón. El Ayuntamiento no ha sido capaz de darnos un espacio mínimo, porque no se atrevía a quitar espacio a los coches", critica el portavoz de Pedalibre, Iñaki Díaz.
Tras sus reivindicaciones, Gallardón parece dispuesto a hacer alguna concesión.
"Los servicios técnicos están estudiando un elemento que se denomina 'red de calles de prioridad ciclista'", para hacer los carriles-bici
"compatibles con el tráfico rodado", según aseguró el coordinador general de Obras y Espacios Públicos, Fermín Oslé, en la comisión municipal del área.