Escrito por Manu Iron
Me decía un maestro muy bueno que tuve hace muchos años que un atlas siempre hemos de tener un atlas en nuestra biblioteca. Y el libro del que os hablamos hoy, debería estar en la biblioteca de todo aficionado a la bici.
Se dice en el prólogo que dejando de lado algunos inventos de la antigüedad y los singulares proyectos de Leonardo da Vinci, la paternidad de la bicicleta se atribuye al alemán Karl Drais, quien en 1817 presentó la “draisiana”.
Con los años surgieron una enorme cantidad de modelos que revisaban, rehacían, o perfeccionaban muchos de los elementos de la “draisiana”, a la que añadían otros para mejorar el funcionamiento y eficacia, así como para lograr una mayor comodidad para el usuario.

Se dice en el prólogo que dejando de lado algunos inventos de la antigüedad y los singulares proyectos de Leonardo da Vinci, la paternidad de la bicicleta se atribuye al alemán Karl Drais, quien en 1817 presentó la “draisiana”.
Con los años surgieron una enorme cantidad de modelos que revisaban, rehacían, o perfeccionaban muchos de los elementos de la “draisiana”, a la que añadían otros para mejorar el funcionamiento y eficacia, así como para lograr una mayor comodidad para el usuario.