
Tras ver los planos que se pueden consultar aquí, sacamos algunas conclusiones:
1. No va a cumplir el objetivo de eliminar a los ciclistas rápidos de Madrid Río
La motivación principal en los Presupuestos Participativos aprobados fue reducir el peligro entre peatones y ciclistas con un carril-bici separado del itineario peatonal. El principal peligro de la convivencia son los ciclistas rápidos, que ya tenían las calles paralelas para circular, pero han preferido siempre el río, que no tiene semáforos y no tiene tráfico. El nuevo itinerario dejará a muchos ciclistas rápidos con la misma motivación para seguir usando el río, ya que seguirá teniendo semáforos, y la mitad del itinerario se comparte con el tráfico motorizado.
Por otro lado, no tenemos conocimiento de que este nuevo itinerario ciclista vaya acompañado de algún tipo de medida para dificultar el paso de ciclistas deportivos por el río en horarios de máxima afluencia.
Por último, no hay puntos de conexión entre el Río y el nuevo itinerario. Habrá mucha gente que no tenga idea siquiera de que esta alternativa existe o no tenga claro cómo llegar hasta ella.