Es posible reducir las cuestas que subimos en bici por la ciudad
Cómo elegir la mejor ruta
Planificando la ruta antes y conociendo el terreno podemos no subir cuestas de más. Muchas veces subimos cuestas que luego tenemos que bajar que se pueden evitar con un ligero rodeo. Otras podríamos escoger caminos agradables para subir las cuestas. Aunque no todas son evitables, los siguientes consejos nos ayudan a hacerlas más moderadas y agradables.
- I: Minimizar las cuestas
- II. Tener en cuenta las barreras urbanas
- III: Calles con poco tráfico
- IV: Ejemplos en Madrid
Planificando la ruta antes y conociendo el terreno podemos no subir cuestas de más. Muchas veces subimos cuestas que luego tenemos que bajar que se pueden evitar con un ligero rodeo. Otras podríamos escoger caminos agradables para subir las cuestas. Aunque no todas son evitables, los siguientes consejos nos ayudan a hacerlas más moderadas y agradables.
1. Conoce los valles y montañas de tu ciudad
Muchas avenidas de la ciudad se han trazado siguiendo antiguos ríos o lineas de cumbre, por lo que son bastante llanas, pero muchas otras atraviesan sin piedad valles y montañas en línea recta en un continuo subir y bajar poco atractivo para el ciclista urbano. Conocer la topografía nos ayuda a escoger rutas más llanas.
El caso de Madrid:
Madrid tiene tres pequeñas cordilleras de norte a sur que marcan las zonas altas de la ciudad como si fueran tres dedos:
- Calle Fuencarral y Bravo Murillo (entre el río y la Castellana)
- Cartagena - Príncipe de Vergara (entre Castellana y M30 Este)
- Arturo Soria - García Noblejas (más allá de la M30)
En estas zonas encontramos numerosos depósitos de agua, que siempre buscan puntos altos para distribuir por gravedad: Plaza Castilla, Canal, Estanque del Retiro...
Entre medias, tres valles también de norte a sur, que son las zonas bajas de la ciudad:
- Río Manzanares
- Eje Prado - Recoletos - Castellana (antiguo arroyo Fuente Castellana)
- M30 Este (antiguo arroyo Abroñigal)