Escrito por Fernando

Este verano he disfrutado bastante de circular con mi vehículo favorito por las calles de Madrid, en distintas ocasiones. Por si queda duda, es la bicicleta. Descubrí esta manera de moverme hace unos 4 años, quizá movido por un interés de hacer algo de ejercicio, así que rehabilité mi vieja bici mtb cutre de adolescente para dar pedales por el anillo ciclista, el problema era que tenía que llegar de algún modo allí, así que aprendí a circular... y me gustó.
En verano, Madrid se vacía de madrileños, y el tráfico se aligera mucho. Las temperaturas son un rollo, y hay que tomarlo con calma, la buena suerte es que este año, el verano ha sido muy llevadero, en general. Por la noche es un auténtico placer circular en bici, prácticamente las calles son para ti y el problema del sol y las altas temperaturas, desaparece.
Todos los que montamos en bici por Madrid, seamos carrilbicistas, calzadistas, o agnósticos, creo que podemos coincidir en que en general, hoy en día suele haber un respeto, sobre todo dentro de la famosa "almendra central", es decir, la parte de ciudad encerrada por la carretera M-30. Hasta que te toca "el tonto del día", que afortunadamente, no aparece mucho, pero es capaz cuanto menos de producir mucho rencor o malestar.
Yo hoy, más que encontrarme al "tonto del día", que también, he tenido el día tonto, propiamente dicho, porque he encadenado varias historietas. Y necesito un desahogo, así que os voy a dar el coñazo.