Menú horizontal

Este blog lo escriben exclusivamente voluntarios

¿Echas de menos un tema? Pídelo o escríbelo tú y enviálo a enbici@espormadrid.es y te lo publicamos en un par de días.

Si quieres colaborar sin escribir o si te ha gustado un artículo, puedes invitar a una caña a quien escribe, que siempre hace ilusión.


viernes, 27 de agosto de 2010

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague Es frecuente en este blog y en otros medios plantearse la disyuntiva de si debe mezclarse por completo la bicicleta entre el tráfico motorizado, o si para fomentar el uso de la bici es necesario segregarlo por completo, desarrollando vías protegidas, con las que en muchas ocasiones nuestros municipios, con la mejor intención, están robando espacio a los peatones.

Personalmente no tengo claro cual de ambas es la correcta, o si ante la difícil tarea de ir modificando el comportamiento de los conductores, las vías segregadas puedan ser una solución transitoria, pero necesaria, para que los ciudadanos nos vayamos atreviendo y acostumbrando a movernos en bici y lleguemos a constituir la masa crítica que reduzca el volumen de tráfico, genere conciencia, y suponga una demanda imparable para tomar las medidas finales adecuadas.


Y una vez abierto el debate, me pongo en el lugar de los concejales de movilidad y urbanismo que tratan de imaginar cuál será la mejor solución. Y diría yo: ¿ qué tal si tomamos ventaja y adoptamos el modelo de alguna ciudad en la que el tráfico sobre dos ruedas ya esté implantado y "triunfe" ? Vamos a tomar por ejemplo la ciudad europea con uno de las mayores proporciones entre tráfico de bicis y motorizado, si no el mayor: Copenhague. Un viajecito de los técnicos y concejales implicados por aquellas tierras quizá les ahorrara a ellos, y a todos nosotros, más de un quebradero de cabeza, de presupuesto, y de comodidad y seguridad.

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague Casualmente, este verano he pasado unos días allí, y he tenido la oportunidad de probar y comprobar cómo está resuelto el asunto. Esta ha sido mi visión:

Ante todo, tolerancia, prudencia y concienciación: los coches respetan al ciclista y a la señalización correspondiente (así como los ciclistas a los peatones). Esto es educación, básicamente, pero no sería suficiente si no existieran infraestructuras y señalizaciones que respetar, que posibilitan y ordenan esta convivencia. La ciudad reserva espacios para los tres "sectores": coches, bicis, y peatones.

En las calles pequeñas, de aceras estrechas, velocidad reducida y las bicis comparten el espacio con el resto del tráfico rodado.

En cualquier otra calle algo mayor, avenidas, y carreteras (!!), la circulación de bicis discurre paralela al resto de circulación y está bastante segregada tanto del tráfico motorizado, como de los peatones, y aún en los puntos conflictivos (cruces, glorietas, etc), donde a la fuerza se deben cruzar las distintas calzadas, la vía ciclista está señalizada y separada.

Pongo a continuación algunos ejemplos:

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague Calzada para bicis a altura ligeramente superior que la calzada para vehículos a motor, e inferior que la acera peatonal. Se circula en el mismo sentido que los coches, e igualmente regulado por semáforos.

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague En intersecciones, o bifurcaciones, el carril reservado a bicis, bien destacado, en azul. Los coches, lo respetan, por supuesto.

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague En la rotonda, un anillo exterior -completo- para bicis, los coches ceden el paso.

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague E incluso la corona ciclista exterior se divide en dos carriles, para los que toman la desviación al carril ciclista de la calle de la derecha, o los que continúan. No sé si llega a apreciarse en estas dos últimas, que el anillo exterior está ligeramente elevado, con bordillo, y sólo se rebaja justo en la intersección con los vehículos a motor.

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague Y allí donde hay espacio, completamente segregado y protegido. Uno a cada lado de la calle, para los dos sentidos de circulación :-)

Para terminar, un detalle: además de encontrarte bicis aparcadas por todos lados, hay aparcamientos públicos, por supuesto techados, a la entrada de las estaciones.

Un posible objetivo a perseguir: el modelo Copenhague ¡ Realmente es una gozada pedalear en Copenhague !
Seguro, y muy fácil de aprender.

garedagmad