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sábado, 11 de julio de 2020

Carriles-bici en calzada sin quitar sitio al coche

Escrito por John Fairton


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En Madrid se están aprobando varias medidas a corto plazo para la promoción de la bici: Ampliación de biciMAD, incentivos a la compra de bicis elétricas o más aparcabicis.

Quizá la que más pueda sorprender es la creación de varios kilómetros de carril-bici en calzada sin que eso reduzca en lo más mínimo el número de coches que circulan. ¿Contradicción? No, el Ayuntamiento de Madrid realiza habitualmente estas infraestructuras de promoción ciclista procurando con éxito no perjudicar al coche. Hay cuatro maneras:

1. Estrechar carriles

Una calle con tres carriles tiene su capacidad limitada por lo que cabe en hora punta en ellas, es decir, a una velocidad no muy alta. Esos mismos carriles más estrechos pueden ralentizar el tráfico en hora valle, pero no en hora punta, por lo que no se pierde capacidad y se obtiene espacio para un carril-bici en calzada.

Esta estrategia se empleó en los carriles-bici de las calles Arequipa-Ayacucho y en c/ Aquitania.
Previsiblemente la veremos en algunos carriles-bici provisionales de avenidas anchas, como Méndez Álvaro.

Los tres carriles anchos de la calle Ayacucho pasaron a cuatro más estrechos, el de la derecha carril-bici.


2. Emplear carriles sin uso

Una calle sobredimensionada, en el que los carriles nunca se llenan. Uno de los carriles se destina a carril-bici sin afección alguna al tráfico a motor.

Ejemplos de esta estrategia son los más habituales: Castillo de Candanchú, Av. Mayorazgo, Av. Vinateros y en breve el carril provisional de Ribera del Sena.

Av. Mayorazgo. Cuatro carriles sin apenas uso que pasaron a tres y un carril-bici, con el mismo uso escaso que antes.



3. Emplear carriles inutilizados por la doble fila

Una calle con cierto tráfico, pero que funciona por sistema con un carril de menos porque está sistemáticamente bloqueado por la doble fila. Al sustituir ese carril por un carril-bici la capacidad de tráfico no se ve afectada.

En cuanto a la doble fila, a veces desaparece si el diseño de la vía lo propicia (como sucedió en Santa Engracia) y otras el carril-bici sigue teniendo doble fila (como ha pasado en Av. Toreros).

Previsiblemente será lo que suceda en el carril provisional previsto para Pº Delicias.


El carril izquierdo ocupado por doble fila en Santa Engracia (arriba) fue sustituido por un carril bici (abajo). Los coches mantienen 3 carriles efectivos para circular en ambos casos, ya que la doble fila ha desaparecido o se produce en las zonas de separación entre el carril-bici y la calzada donde está prohibido aparcar..

4. Soterrar tráfico

La estrategia consiste en desplazar la calzada bajo tierra e instalar un carril-bici en el espacio liberado. En el mejor de los casos, la capacidad del tráfico se mantiene, como sucede en Madrid Río. En otros incluso se aumenta, como pasó en O'Donnell, que de 3 carriles en superficie se pasó a 2 arriba y 2 abajo.

Esto no es viable para carriles-bici provisionales de ejecución rápida, pero lo veremos en breve en la prolongación del soterramiento de la Av. Portugal.

Los 8 carriles en superficie de la Av. Portugal se convirtieron en 8 soterrados + 2 en superficie, 870 plazas de aparcamiento de pago, 150 gratuitas y un carril-bici.

Combinaciones

También es factible que se den combinaciones de varias estrategias a la vez: Una avenida puede aumentar el número de carriles mediante estrechamiento y conseguir que la doble fila se ubique en el carril-bici. Así la capacidad motorizada se vería incluso aumentada.

El Paseo de las Delicias tiene 3 carriles efectivos para que circulen coches, ya que el izquierdo suele estar anulado por la doble fila (arriba). La creación un nuevo carril mediante estrechamiento de carriles ubicaría esa doble fila en el carril bici, dejando 4 carriles efectivos para coches (abajo).


Resultado esperados

En el escenario post-COVID que está trastocando los patrones de movilidad, esta estrategia municipal tendrá una consecuencia visible: conseguirá más ciclistas, en su mayoría gente que huye del transporte público y en parte peatones. Los que usan su coche no verán nuevas restricciones que les hagan cambiar de hábitos. En Madrid es la manera efectiva de conseguir carriles-bici.

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