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viernes, 25 de mayo de 2018

CICLISMO EN FEMENINO: Si emociona pensarlo, imagínate hacerlo.. por Anita

Los 10.000 del Soplao vistos por Anita

Hace ya un par de semanas Yolanda nos deleitaba con su particular preparación al Soplao, una de las Marchas de MTB que se encumbran como una de las marchas no competitivas más duras en nuestro territorio. Hace ya cuatro años, cuando en una ida de olla a alguno se le ocurrió participar, y otros pocos le siguieron, fuimos conscientes de que la participación femenina era prácticamente ausente. Desde entonces, nos propusimos un reto que quisimos llamar #ChicasalSoplao. En algunos casos no ha sido fácil convencerlas, y en otros ha valido más la espontaneidad que otra cosa. Aún nos queda el reto de que muchas más se apunten, porque sabemos que pueden. Pero este año íbamos bien ilusionadas por la participación de seiso féminas en esta marcha. Ahora queremos que nos lo cuenten todo, y les hemos pedido que nos cuenten cómo se vive participar en una marcha como esta desde los ojos de nuestras chicas "enbiciadas". Hoy tenemos el relato de Anita, su preparación, su visión de la marcha, y algunas de las claves que nos propone para afrontar este reto. Su relato demuestra que un Soplao es mucho más que el día de la marcha:




Sin entrar en números exactos, nos encontramos este Soplao 2018 con una participación masculina de unos 3000 ciclistas y una participación femenina de unas 40, de las cuales, 6 somos enbiciadas. Mi más sincera enhorabuena a todas: a K-li, Auxi, Yoli, Fuencis, Lulú y ¿por qué no? a moi-même también. Por esa fuerza vital y esa sonrisa cuasipermanente que nos caracteriza. Pocas veces he oído quejarse a una enbiciada… bueno… excepto a Auxi… pero con un segundo Soplao de Oro consecutivo, todos sabemos ya que se queja de “bicio” ; )


Me ronda la cabeza apuntarme al Soplao este año… empiezo a prepararme tranquilamente, entre otras cosas, subiendo a pie las escaleras del metro, sencillo consejo de nuestro gran escalador Iván. Y un sábado cualquiera de febrero, tras una de nuestras rutas, se me cruza un cable (o dos) y saco el dorsal. Ya no hay vuelta a atrás.

Con ciertas dudas sobre mi condición física y un dorsal acabado en 13, empiezo a entrenar en serio. En mi dorsal se puede leer “Anita Dinamita”. No será por la explosividad de mi pedalada sino por el impacto que mi cabeza va a tener en la prueba (abollones aparte). A lo largo del Soplao he ido viendo/escuchando a muchos ciclistas tirar la toalla porque su mente se rendía. Mi cabeza no lo hizo y a ritmo de “Thunder” iba subiendo y subiendo con un objetivo bien claro: LA META. Casualidad o no, David Arranz es quien me suele llamar Anita Dinamita y es con quien he compartido probablemente los momentos más especiales de este Soplao: Sobrepasar “el muro maratoniano” – que solventamos con risas y geles – y llegar a meta entre gritos de euforia, alegría, triunfo y dolor – entre otras cosas porque David llegaba con una luxación de clavícula tras una caída a 2km de nuestro objetivo final.
Subiendo puertos con esas voces interiores que te animan. 
Subiendo el segundo puerto oigo: “Anita Diesel”. Es Gabi Perezzan. Y resume la segunda clave para completar el Soplao: aplicar el protocolo de Kyoto a rajatabla. Mínimo consumo. Me refresco la cabeza para no perder calorías en forma de calor. “Pon un piñón más grande de lo que puedas llevar”, un ciclista le dice a otro en carrera. Y en mi cabeza oigo a Jose diciéndome “no vayas forzada, lleva poca resistencia y una cadencia alta. El músculo se cansa, los pulmones no”. Y eso hice. Ir al “tran tran” sin prisa pero sin pausa. SIN PAUSA, SÍ. LITERALMENTE. Paradas obligatorias relámpago en los avituallamientos para engullir algo y tirar; 2 paradas más breves si cabe por 3 puertos, 6. Eso es todo.  A grandes rasgos calculo que puedo haber parado un total de 1 hora como mucho muchísimo entre las 14,15 horas restantes que estuve en movimiento. Y no es porque no se coma ni se beba, eso se hace en marcha. En una ruta normal como 2 bocatas y 2 plátanos y relleno la Camelback de 2L una vez. En el Soplao rellené la Camelback 8 veces, bebí 16 vasos de Aquarius y 1 Coca-cola, tomé 6 sandwiches y 8 plátanos, 1 enantyum, 2 geles, 1 paquete de galletas Oreo y alguna cosa más que ahora mismo no recuerdo. Y no fui la única. Se rumorea que Agus se comió 12 barritas. Seguro que ahora estaréis todos preguntándoos qué comería Yoli… ; )

Y el domingo a reponer. En medio de un buen cocido montañés, lechazo y postre, oigo de nuevo la voz de Gabi Perezzan: “¡Eres una estricta gobernanta!”… no voy a defenderme… debo admitir que “There’s some truth to it”. Aunque más que “estricta gobernanta” yo diría que soy de la Escuela Espartana. “Ana Espartana”. Disciplina militar es lo que define no sólo mi Soplao sino mi Pre-soplao. A veces me pregunto qué ha sido más duro el Soplao o el Pre-soplao. Con una condición física de andar por casa y un tiempo lluvioso todo el invierno, no me quedó otra que ponerme firme y a partir de febrero dejar a un lado todas mis actividades socio-deportivas (excepto mi liguilla de martes-pádel que es sagrada) para subirme a la bici de ciclo indoor a sudar la camiseta una media de 9 horas semanales, y a partir de semana santa añadir a eso un triplete btt viernes, sábados y domingos con un total de unos 210km cada fin de semana. Testigo de ello es John Williamson a quien me he encontrado entrenando como loco su brevet, y aprovecho para darle la enhorabuena desde aquí : ) La parte menos estoica de estos últimos meses de entrenamiento y que más he disfrutado ha sido el bici-puente de mayo en el Valle de Ambroz. “¿Y las últimas rutas de los sábados no las has disfrutado?” Sí, aunque he sufrido mucho. Quizás estaba agotada. En una de estas Felipe me dice: “No entrenes más. Es demasiado. Descansa.” Y eso hice. Afortunadamente, todo el esfuerzo dio resultado.



Llegar a meta para mí fue un regalo pero no fue regalado. Porque es difícil acabar el Soplao. Incluso con un tiempo meteorológico 10 y 0 averías, pueden surgir 1000 incidencias. Puede que en el Pre-soplao te rompas una vértebra, la clavícula o la pelvis como les ha ocurrido a Manu, Nikolay y Nico. Pero no importa. Porque los huesos soldarán y volveréis a la carga. Puede que el día de la prueba te levantes con mal cuerpo como le pasó a Novoa.  Pero no importa. A tomar unas cervezas a Cabezón. Novoa eres un crack y lo demuestras cada sábado. NO LO DUDES. Puede que ante la confusión ruta corta/ruta larga, te desvíen a Cabezón como le pasó a Fuencis, nuestra Lolaila. Pero no importa, me voy al bar y me tomo unas cervezas. Puede que llegue 5 minutos tarde al primer corte - ¡me cagüen...! - como le pasó a K-li, pero no importa. Me voy a Cabezón a tomar cervezas. Puede que me invada el Sueño de Morfeo como le pasó a Jesús Rafael Platz Wettel. Pero no importa. Me echo la siesta a la sombra de una carpa de avituallamiento y cuando me despierte, a Cabezón, a las cervezas. Y puede que simplemente me importe un bledo llegar a meta como fue el caso de nuestro compañero Gabi Perezzan.

Muchas enhorabuenas que dar hoy. A todos por participar. A Carliños y a Lulú, nuestros nº1 del pódium enbiciado. A nuestro querido cierre Felipe-Thor que, cuenta la leyenda, llegó a meta cual hombre-bala. Te lo mereces : ) A Yoli y David Arranz por acabar a pesar de sus respectivas caídas y consiguientes dolores añadidos. A Pablo Rey porque la motivación al final fue más fuerte que el cansancio. A Jarein por tirar una kilometrada brutal con geles al ceder su comida a “Soplao Woman” Elena (esta historia ocuparía otra crónica entera...). Espíritu 100% enbiciado, Jarein. Y a Auxi porque tiene mucho mérito para alguien del “comando marmota” levantarse a las 5.30 de la mañana para dar pedales.

Mucho que agradecer hoy también. Gracias a nuestros “supporters”, Alaia y Roberto, que han vivido este Soplao tan intensamente o incluso más que los propios participantes. A Ana Fabregat y a su marido por venir desde Laredo el viernes para brindar y pintar de color el evento. A Adrian Giant por acercarse el sábado a las 5.45 de la mañana desde Santander (ojo al dato) para darnos ánimo antes de la salida. Eso es amor y lo demás son tonterías. A Laura, pequeña baby Vatios y Nikolay por recibirnos con chocolate y abrazos en Fuentes - punto más duro de la prueba como ellos saben por experiencia propia… (fue muy emocionante veros allí). A todos los que nos estabais siguiendo por el chat desde Madrid. A Juan Carlos Peñaranda Grillo y a Fran Benito Yustel, líder y cierre de la ruta del sábado en Alcalá (todo un éxito según me cuentan en casa). A Seisdedos “Soplao Van Man”. A Agus por hacer que este fin de semana haya sido posible. Y como se podía leer en muchos dorsales enbiciados, en nuestros lazos verdes y en nuestros corazones, #GraciasCapi.



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