Una bici plegable, plegada, no es una bici.
Es un bulto de mano
Desde enbicipormadrid hemos asistido a varios episodios kafkianos relatados por vosotros, nuestros lectores.
Arbitrariedad, prepotencia con gorra de plato e incapacidad para el razonamiento lógico son más normales de lo que debieran, confirmándose así la teoría de Carlo Mario Cipolla.
En esta ocasión, A. nos relata sus experiencias en el polideportivo municipal de Arganzuela.
(ebpm)

Me llamo A.
Hace unos 14 años que utilizo la bicicleta para todos mis los desplazamientos urbanos, vengo haciendo unos 3.500 a 4000 km. al año. Desde hace 4 años utilizo un bicicleta plegable de la marca Brompton y la decisión de cambiarme a una plegable fue la inseguridad e incertidumbre que me creaba dejar la bicicleta atada cualquier poste de la ciudad por lo que habitualmente, cuando tengo que entrar en un espacio cerrado, pliego la bici, la cojo a pulso y entro. La verdad es que en 4 años nunca he tenido ningún problema en introducirla en cualquier lugar.