'Cercegovia' por el Carril del Gallo y el Eresma
Ha llegado el verano y las altas temperaturas, y a la hora de escoger nuestras rutas en bici debemos pensar en lugares frescos, con mucha vegetación, con sombra y con agua. Vamos, que tenemos que pensar en la sierra madrileña... y segoviana.La semana pasada invitábamos a nuestros lectores a acompañarnos en una ruta en bici de Cercedilla a Segovia. Una ruta lineal, de unos 45 km, con una subida facilota al puerto de la Fuenfría y una larguísima bajada a Segovia por los senderos y trialeras del Carril del Gallo y del Eresma.

- Datos de la ruta -
Fecha: Sábado 23 de junio de 2012
Origen: Estación de Cercedilla- Destino: Estación de Segovia
Distancia: 45.87 km
Hora de inicio: 9:31 - Hora finalización: 16:33
Duración: 7 horas y 2 minutos
Velocidad media: 6.51 km/h
Desnivel subida acumulado: 1208 m
Dificultad técnica: alta
Otros datos: Fuentes en las Dehesas de Cercedilla, antes del Mirador de la Reina, pasado el puerto de la Fuenfría y en Valsaín - Ver ruta en RunKeeper - Descargar ruta en formato .GPX y .KML

Unos llegamos en tren, otros en coche, pero tal como habíamos quedado, el pasado sábado, a las 9:21, nos juntamos 7 ciclistas en la estación de Cercanías de Cercedilla: Wheels, VíctorCC, Pennyque, Juan Carlos, Baldo, Ana y Aalto. El tren venía cargado de ciclistas, que como nosotros buscaban lugares frescos para rodar en la mañana del sábado.
Después de saludos y presentaciones, salimos hacia las Dehesas de Cercedilla. Muchas veces habíamos subido hasta allí por la carretera, que es el camino más rápido, otras veces lo habíamos hecho por la izquierda (por Puricelli o por los Campamentos), pero nunca por la derecha, por Camorritos o por la Senda del Agua. Hoy íbamos a probar esta última opción.
La primera rampa desde la estación de Cercedilla es muy dura, de las de poner el plato pequeño, pero por suerte es corta y enseguida giramos a la derecha en dirección al centro de Cercedilla. Como no conocemos esta primera parte de la ruta, nos dejamos guiar por el GPS de Baldo. Giramos a la izquierda, y empezamos a subir por unas grandes rampas hasta dejar la zona asfaltada y salir al camino.

Hemos dejado atrás las últimas casas de Cercedilla y nos internamos en el bosque por un sendero muy divertido, marcado en los árboles con puntos azules, que va subiendo y bajando entre las piedras. Es la Senda del Agua, llamada así porque en ella se encuentran los depósitos de agua que abastecen Cercedilla. Es una subida durilla, que en algo más de 5 km nos permite llegar a las Dehesas de Cercedilla evitando la carretera.

Mi recomendación: Para subir hasta las Dehesas de Cercedilla esta es la opción más dura. Si quieres una subida más suave puedes probar por Puricelli, y más suave todavía por la carretera (aunque los sábados, a partir de las 9:00 suele tener mucho tráfico). Si vas con peques puedes subir por los Campamentos, que aunque sea un camino muy inclinado al principio, luego se hace más suave. [En este mapa puedes ver las distintas opciones]


La zona recreativa de Las Dehesas de Cercedilla estaba hasta arriba de coches. Paramos en la fuente para beber agua muy fresca, llenar los bidones, y continuar subiendo por asfalto hasta la barrera que impide el paso de los coches. Nos quedan 9 kilómetros hasta el Puerto de la Fuenfría.

Primer incidente del día. Un pinchazo en la bici de Pennyque, que VíctorCC repara en un tiempo récord. Vamos, que ni los mecánicos de Fórmula 1 cambian más rápido una rueda ;)

Solucionado el problema, pasamos la barrera y empezamos a subir por la Carretera de la República. Esta carretera comenzó a construirse en 1930, bajo la dictadura de Primo de Rivera, buscando unir el pueblo madrileño de Cercedilla con el segoviano de Valsaín, atravesando el puerto de la Fuenfría. En la Segunda República las obras se detuvieron por la oposición de grupos ecologistas, y lo que iba a ser una carretera que atravesaría la sierra se quedó en una pista forestal sin asfaltar.

Esta subida es más dura al principio, en la zona asfaltada, pero luego pasa a ser de tierra y poco a poco se va suavizando. Cada uno sube a su ritmo, unos delante, otros detrás, pero paramos varias veces para reagruparnos. Como solemos decir, "con nosotros nadie se va a quedar atrás".

El firme es muy regular y la pendiente es constante y suave, lo que la convierte en uno de los pocos caminos que permiten a los ciclistas cruzar fácilmente la sierra madrileña hacia Segovia.

La subida no tiene ningún tipo de señalización, aunque no tiene pérdida y a ritmo tranquilo se puede hacer en bicicleta por cualquier ciclista. En la subida atravesaremos la pradera de Los Corralillos, pasaremos junto a la Ducha de los Alemanes, el Descansadero, los miradores de los Poetas, el reloj de Cela, la pradera de Navarrulaque, el mirador de la Reina, para acabar en el puerto de la Fuenfría.

Paramos en el mirador de Vicente Aleixandre y aprovechamos para descansar y hacer unas fotos del valle. Un poco más abajo está el mirador de Luis Rosales, aunque en esta ocasión no bajamos hasta él.

Unos metros más arriba volvemos a parar en el reloj solar de Cela, para comprobar si funcionaba correctamente.


La sombra indicaba las 10:00 de la mañana solares, y nuestros relojes marcaban las 12:00 del mediodía... aproximadamente.

Seguimos subiendo, ya con una pendiente muy suave, y la siguiente parada la haríamos en la fuente que hay antes del mirador de la Reina. Bebemos un poco de agua, recargamos los bidones, y seguimos ruta.



Unos metos más y llegamos al mirador de la Reina. Las vistas hacia el valle de la Fuenfría son excepcionales y una vez más aprovechamos la parada para hacer unas fotos.
Aprovecho para agradecer a Wheels, Pennyque, Juan Carlos y Baldo las más de 200 fotos que me han enviado para que pueda seleccionar algunas y compartirlas con vosotros en este artículo.


Una vez en la Fuenfría, nuevo descanso para comer algo y empezar nuestra bajada a Segovia. Aunque habíamos calculado hacerlo en dos horas, hemos tardado tres horas y media en subir la Fuenfría, a un ritmo muy lento y con muchas paradas.
Desde la Fuenfría se nos presentan tres opciones para elegir: a la izquierda el camino que nos lleva a Marichiva, el collado del Rey y el valle del río Moros, de frente un camino a Valsaín y Segovia, y a la derecha el camino Schmidt hacia Navacerrada.

Nosotros seguimos las indicaciones que han colocado en los árboles, pasamos por delante de una fuente, y seguimos en dirección a Navacerrada.


Rodamos unos metros por un amplio camino, dejamos la entrada de las escaleras al camino Schmidt a nuestra derecha y seguimos de frente empezando a bajar por el Carril del Gallo.




El Carril del Gallo es un sendero estrecho y muy divertido. Un tramo muy técnico, con piedras y raíces, pero que al no tener mucha inclinación te permite divertirte sin jugarte el tipo.



Hay tramos más complicados, que se pueden hacerte poner pie a tierra, pero la mayoría del recorrido puede hacerse despacio y sin problemas. Bueno, despacio algunos, porque Baldo y VíctorCC se lanzaron a tumba abierta como si fueran por una autopista. Posiblemente este fue el tramo en el que más disfrutaron de todo el recorrido.
Wheels, Pennyque, Juan Carlos, Ana y Aalto, bajábamos a nuestro ritmo, bastante más despacio.

Cada uno a su ritmo, nos juntamos todos en la Pradera de Navalazor. Allí había 15 o 20 bikers que habían parado a descansar.
¡Y yo que creía que estos senderos no los conocía nadie!
Aunque es difícil de encontrar, a la derecha de la pradera sigue el camino que nos lleva hacia el Arroyo del Telégrafo, uno de los que vadeamos a lo largo del día.


Los arroyos no son muy profundos, y si tienes la suerte de no engancharte en alguna piedra, puedes pasarlos sin problemas. A alguno le pareció divertido lo de cruzar arroyos, incluso quiso probar a ver si estaba fría el agua, metiendo un pie dentro.

Una vez cruzado el arroyo, fuerte subida, y llegamos a una zona más despejada. A la derecha una pista asfaltada nos llevaría hacia las siete revueltas, pero nosotros seguimos recto buscando entre la maleza un sendero que nos lleve hacia el Eresma.


Este tramo, en el que volveremos a vadear el arroyo del Telégrafo, es más complicado, tiene mucha piedra y es bastante inclinado, pero conseguimos pasarlo sin muchos problemas.


Finalmente salimos a una pista asfaltada que recorre los pinares de Valsaín. Si girásemos a la izquierda subiríamos a la Fuente de la Reina y la Fuenfría, pero nosotros giramos a la derecha en dirección hacia la carretera del Puerto de Navacerrada.


Antes de llegar al final de la pista asfaltada (con despiste incluido), giramos a la izquierda por un camino de tierra y luego otra vez a la izquierda por un sendero muy estrecho e inclinado que baja hacia el río Eresma.



Una vez en el río Eresma, el recorrido no tiene pérdida, iremos siguiendo los senderos de su margen izquierda, recorriendo las 'Pesquerías Reales'.



Las Pesquerías Reales fueron habilitadas por Carlos III debido a su afición por la pesca. El monarca pavimentó parte del sendero, además de construir varios saltos de agua para la mejora de la pesca.
Este tramo que discurre paralelo al río Eresma es muy fresco, con gran variedad de flora de la destacan los chopos blancos, pinos de Valsaín, fresnos y robles.


Encontraremos durante todo este tramo enormes raíces, grandes piedras, y varios pasos en los que deberemos bajar de la bici para subir escalones o rampas. No es ciclable al 100%... al menos para nosotros.


En uno de los pasos, que los demás hacemos desmontando de la bici, VíctorCC le da un llantazo a la rueda de su bici contra una piedra y explota la cámara. Un leve contratiempo que arregla en unos minutos y podemos seguir la ruta.


Además de encontrarnos el sábado con una carrera pedestre (los 100 km de Peñalara), también encontramos muchos senderistas y familias disfrutando del Eresma, sobre todo en la zona recreativa de Boca del Asno.


En el último tramo recorriendo el Eresma el camino se hace más suave y aprovechamos para acelerar el ritmo.



Se acaba nuestro camino junto al Eresma ya muy cerca de Valsaín, en una pradera junto al puente de los Canales. Este puente, recientemente restaurado, que tiene un único arco y veintisiete pilares, tenía como finalidad abastecer de agua al palacio de Valsaín.
Un buen sitio para descansar, comer algo, charlar de lo divino y de lo humano, y por supuesto, darse un chapuzón para limpiarse las "heridas de guerra" sufridas en la bajada. Ya llevamos 6 horas de ruta.

Suena a broma, pero lo de las "heridas de guerra" es verídico. Unos por caídas, otros por roces con arbustos, pocos se salvaron de ellas. Hasta después de lavadas, las piernas seguían llenas de magulladuras.
Aunque no nos apetece mucho levantar el campamento, todavía nos quedan 15 kilómetros a Segovia.
Seguimos camino hacia Valsaín, en donde aprovechamos para beber en una fuente y dirigirnos por una pequeña carretera hacia el carril bici que discurre junto a la N-601 y que nos llevaría hasta las puertas de Segovia.



Al entrar en Segovia dudamos si bajar o no al Acueducto porque vamos con el tiempo muy justo, pero finalmente lo hacemos. La foto merecía la pena.



Subida rápida hacia la Estación, a la que llegamos solo unos minutos antes de que saliera el tren. De haberlo perdido tendríamos que haber esperado dos horas en el andén al siguiente.
Hemos acabado nuestra ruta por hoy. Estamos cansados, pero en el trayecto de vuelta a Cercedilla y Madrid, ya estamos preparando las próximas rutas. Nos hemos quedado con ganas de más.
