Mañana podremos ver a los niños, y no tan niños, estrenar sus flamantes bicicletas por los parques de Madrid.
Todavía recuerdo la ilusión con la que mis hijos recibieron su primera bici, un día de Reyes de hace ya unos cuantos años.
Yo pensaba pedirle a los Reyes una bici urbana, para no tener que utilizar mi MTB por la ciudad, pero creo que la crisis también les va a afectar a los Magos de Oriente, y tendré que conformarme con un timbre y unas luces nuevas, que también me hacen mucha falta.