Habíamos quedado con él en el Parque de El Retiro, en la Gloriete del Ángel Caído, un lugar tranquilo para que pudiese probarla, y acostumbrarse al freno contrapedal o a usar las tres marchas.
Después de dar unas vueltas por la zona, se despidió de nosotros y partió hacia su casa con la flamante bicicleta.
Seguro que los que paseéis por la zona de Madrid-Río podréis verle pedalear en los próximos días, pues según nos contó, aprovechará para ir acostumbrándose a la bici en estos días festivos, antes de empezar a ir con ella al trabajo.
Nos comentá también que le gustaría apuntarse al BiciViernes, pues trabaja en el polígono de Julián Camarillo, y hay varias rutas que le vendrían bien, pero su horario de trabajo se lo impide porque entra muy temprano a trabajar.