Invita a una cañaEl domingo por la mañana MiguelS y yo, optamos por sacar las bicis y confiar en que la nieve nos respetase, o que al menos nos permitiese disfrutar durante unas horas por los caminos de la Sierra.
Descartados los "Caminos del Sur" por el barro acumulado, y la zona de Cercedilla o El Escorial por la cantidad de nieve caída en los últimos días, decidimos hacer una ruta por los alrededores de Soto del Real. La idea inicial era subir en el Cercanías a Colmenar Viejo, pedalear hasta Soto del Real por el Carril bici, y desde allí intentar subir al puerto de la Morcuera o a la Hoya de San Blas.
A las 9:00 de la mañana, bajábamos del Cercanías en Colmenar Viejo, y tras cruzar el municipio nos dirigíamos hacia el carril bici. En esos primeros kilómetros pudimos comprobar que en lo de la temperatura sí habían acertado los meteorólogos, pero con las precipitaciones de nieve se habían equivocado... al menos por el momento. En su lugar, una niebla cerrada nos impedía ver lo que nos rodeaba.
El carril bici de Colmenar Viejo a Soto del Real discurre paralelo a la carretera M-609, que en la actualidad se encuentra en obras por la duplicación de la calzada. Estas obras afectan al carril bici, que en algunas zonas ha tenido que ser desviado para rodear las nuevas infraestructuras. Quizás para las "flacas" el suelo esté muy sucio, pero para una bici de campo esto no supone ningún problema.
Desde la estación de Cercanías de Colmenar Viejo a Soto del Real hay unos 15 kilómetros, que hacemos rodando muy rápido para no quedarnos helados. Esta es una vía muy concurrida los fines de semana, pero en nuestro camino solo nos cruzamos con un par de ciclistas. Será por el frío, o porque todavía es muy temprano.
En Soto del Real las calles están muy vacías a estas horas. Atravesamos el pueblo, y nos dirgimos por una vía pecuaria hacia el norte, buscando el camino de Miraflores de la Sierra. En otras ocasiones hemos elegido subir más al este, por el camino de la ermita y sus divertidas trialeras, pero ahora baja mucha agua por toda esa zona.
El frío aumenta, ya estamos a unos cuantos grados bajo cero (a ver si nos llevamos un termómetro para la próxima ruta invernal), pero el frío parece que no les afecta a las vacas y caballos que nos vamos encontrando por el camino.
Al llegar al embalse que abastece de agua a Soto, el camino se divide en dos, a la derecha hacia Miraflores y el puerto de la Morcuera, y a la izquierda hacia la Hoya de San Blas. Como presumiblemente la subida a la Morcuera iba a estar imposible por la nieve acumulada, optamos por una ruta más tranquila hacia la Hoya.
Poco a poco la niebla se hace más espesa, va apareciendo más nieve en el camino, y ya circulamos por las roderas que han dejado los coches. Nos cruzamos con un grupo de unos 10 bikers que bajan de la Hoya, y nos recomiendan no seguir, porque el camino está muy helado. Nosotros, por si acaso seguimos subiendo para ver qué nos encontramos.
Seguimos subiendo, con un camino totalmente helado, aprovechando las rodadas que han dejado la nieve más apisonada. Se va volviendo más difícil pedalear, sobre todo si intentas salirte del "carril".
Pero por desgracia, las huellas de los coches se acaban, y seguir pedaleando por el camino se hace prácticamente imposible, las bicis se "clavan" en el hielo y no hay manera de avanzar. Continuamos hasta la barrera que cierra el paso a la Hoya de San Blas, y aquí decidimos abandonar y volver hacia Soto del Real.
La bajada, muy rápida y un poco peligrosa por el hielo, pero muy divertida.
Ya de vuelta en Soto del Real, nos planteamos que era temprano para tomarnos unas tapas o para volver a Colmenar, y además teníamos más ganas de rodar por los caminos. Se nos ocurrió entonces alargar un poco más la ruta, acercándonos a Manzanares el Real para desde allí, rodeando el embalse de Santillana, volver a Colmenar Viejo. En otras ocasiones el tramo de Soto a Manzanares lo habíamos hecho por los caminos que rodean el embalse, pero ahora estaban impracticables, por lo que decidimos rodar por la carretera.
La carretera que une estos dos municipios serranos, separados unos 8 km entre sí, es de las que más tráfico ciclista soporta de la Comunidad de Madrid. Nos cruzamos con muchos ciclistas tanto con bicis de montaña como con bicis de carretera. Había previsto un carril bici en el "Plan Cima", que sacase las bicis de la carretera para evitar accidentes, pero no se ha vuelto a saber nada de él.
Pasado el Castillo de Manzanares el Real, nos desviamos hacia el cementerio y cruzamos el puente sobre la cola del embalse de Santillana. El frío ha hecho que las orillas del embalse se hayan congelado, aunque a estas horas la temperatura, rondando los cero grados es muy agradable (al menos para nosotros que vamos bien abrigados).
Aprovechamos la parada "fotográfica" en el puente para reponer fuerzas con unos dulces y un poco de chocolate. Hay que reponer energías, que ahora tenemos por delante una buena subida.
Tras la parada y el descanso, la subida al Alto del Enebrillo se hace como un paseo. Son unos dos kilómetros de subida contínua, pero rodando tranqilo y contemplando el paisaje, no se hace tan dura.
Al ir subiendo vuelve a aparecer la nieve en el suelo, pero en esta ocasión en menor cantidad, lo que no supone problemas para rodar con la bici.
Desde el Alto del Enebrillo, emprendemos la bajada hacia el puente del Batán. El camino tiene muchos charcos, algunos que llegan de un lado a otro, pero los caminos de la Sierra tienen poca arcilla y mucha arena, por lo que se puede rodar por los charcos sin miedo a quedarte clavado en ellos. Es un barro poco pegajoso, aunque siempre son molestas las salpicaduras si no levas guardabarros como es mi caso (MiguelS es más previsor).
El último tramo, desde el puente del Batán a Colmenar Viejo pensábamos hacerlo por las divertidas trialeras del camino de Cerceda, pero al final optamos por hacer un par de kilómetros de carretera y así llegar a Madrid a tiempo para comer.
Una ruta divertida, de algo más de 50 kilómetros, que realizamos en unas cuatro horas, y que nos permitió pasar la mañana del domingo pedaleando y disfrutando de la Naturaleza. Los del tiempo, volvieron a equivocarse en la predicción, y no nos cayó ni una gota de nieve.
