Diario de once etapas inolvidables
Etapa 1: Sant Jean Pied de Port-Puente la Reina
A pesar de la experiencia acumulada en anteriores viajes por el Camino de Santiago y de las recomendaciones de todo el mundo decidimos que el primer capítulo de la peregrinación tenga tintes maratonianos. La andadura comienza en Saint Jean Pied de Port a una hora muy temprana de un día de finales de junio. Aún no son las ocho de la mañana y ya estamos afrontando las rampas de Ibañeta. Dejamos atrás Roncesvalles y Burguete y un calor impropio para esta zona de Navarra nos acompaña en la ascensión a Erro. En estos primeros tramos de sendero las alforjas han de ser reajustadas continuamente lo que ocasiona mas paradas de las programadas. La hora de la comida coincide con la llegada a Pamplona y con los agobios propios del atravesar una gran ciudad. Después de la siesta el panorama mejora y la subida al Alto del Perdón no se nos da nada mal. Un largo descenso hasta Puente la Reina nos “reconcilia” con el espíritu del peregrino aunque la jornada ha sido demasiado larga.Distancia: 90 Km. Tiempo empleado: Diez horas. Dificultad: Muy difícil. Lo mejor de la jornada: Los paisajes y las ilusiones de la primera jornada. Lo peor de la jornada: El excesivo kilometraje en una etapa tan dura.
Etapa 2: Puente la Reina-Najera
La tónica de la jornada –a pesar del kilometraje- no es demasiado mala al menos hasta llegar a Logroño. Buenas pistas, no demasiados puertos –en realidad ninguno- aunque sí muchos tramos “rompepiernas”. Continua el mismo calor de la jornada precedente y además la brisa del Pirineo nos dejó de acompañar al cruzar el Alto de Perdón. El descenso hacia el valle del Ebro es un tanto monótono aunque localidades como Viana nos sacan de la rutina. Lo mejor de la jornada es la famosa fuente de vino de Irache (Estella) y el excelente ambiente que se respira en la ciudad de Nájera que posee un pequeño pero acogedor albergue en pleno centro urbano. El kilometraje de la primera etapa nos ha pasado factura en los últimos tramos del día con fuerte dolores de piernas.Distancia: 101 Km. Tiempo empleado: Ocho horas. Dificultad: Media. Lo mejor de la jornada: ¡La fuente de vino de Irache! Lo peor de la jornada: Que los Pirineos y sus paisajes han quedado atrás.
Etapa 3: Nájera-San Juan De Ortega
A la tercera va la vencida. Hemos conseguido que la cordura reine en el grupo y en esta etapa vamos a rebajar notablemente el kilometraje de la misma. De este modo, la única dificultad física de la jornada, la subida a los Montes de Oca se puede encarar con cierta “dignidad”. Otro aspecto positivo de hacer etapas cortas es poder disfrutar de aquellas localidades de interés histórico, este es el caso de Santo Domingo de la Calzada, una de las poblaciones más bonitas de esta primera parte del Camino. Entramos en la provincia de Burgos y el perfil de la etapa se estabiliza, pero esta es una sensación engañosa ya que la silueta azul-grisacea de los Montes de Oca se acercan poco a poco en el horizonte. Una vez superada la mítica subida al páramo de Oca nos tomamos la tarde libre para pasear por los alrededores del solitario monasterio de San Juan de Ortega.Distancia: 68 Km. Tiempo empleado: Cinco horas. Dificultad: Media. Lo mejor de la jornada: Los pueblos riojanos y su acogida al peregrino. Lo peor de la jornada: Montes de Oca, la subida nos pilló con las fuerzas justas.
Etapa 4: San Juan de Ortega-Hontanas
Nos hemos acostumbrado a cubrir etapas cortas y repetimos el planteamiento del día anterior. Esta fórmula nos va a ser muy útil a lo largo de la jornada ya que al comienzo de la etapa, en los montes de Atapuerca, encararemos unos repechos bastante inoportunos. Una larga bajada y una no menos larga travesía por un enorme polígono industrial nos deja en Burgos, una ciudad que merece la pena visitar, es por ello que nos quedamos allí hasta la hora de la comida. Después de una pequeña siesta en el parque que hay junto al albergue afrontamos la ultima parte de la etapa con la tranquilidad de tener solo treinta kilómetros por delante bajo una fresca brisa que invita al pedaleo. A partir de ahora el camino atraviesa paramos de perfil plano y pequeños valles que rompen la monotonía del itinerarioDistancia: 59 Km. Tiempo empleado: Siete horas (incluidas dos horas de visita en Burgos) Dificultad: Media. Lo mejor de la jornada: El casco antiguo de Burgos y su catedral. Lo peor de la jornada: La zona industrial de Burgos.
Etapa 5: Hontanas-Carrión de los Condes
El día nos recibe con una luz difícil de encontrar en otros lugares, la brisa fresca del norte y el inmenso cielo azul son un verdadero gozo, sobre todo en lugares como este donde el verano no suele apiadarse de los peregrinos. Hoy todo invita a pedalear, incluido el paso bajo el misterioso arco del convento de San Antón unas ruinas que han visto pasar bajo sus dovelas a millones de viajeros a lo largo de los siglos. No se trata de una etapa larga, pero vamos a transitar por gran cantidad de parajes de enorme importancia histórica: Castrojeriz, Puente Fitero y Frómista donde el Canal de Castilla y el Camino de Santiago cruzan sus itinerarios. El colofón final de esta agradable y tranquila etapa lo pone Carrión de los Condes, un oasis en mitad de la llanura. Apenas son los tres de la tarde, tenemos buen alojamiento y toda una larga tarde para descansar, relajarnos y estirar las piernas.Distancia: 53 Km. Tiempo empleado: Cinco horas Dificultad: Muy fácil. Lo mejor de la jornada: El cielo de Castilla y los pueblos que nos ofrece el Camino. Lo peor de la jornada: No hay nada malo, todo ha sido bueno.
Etapa 6: Carrión de los Condes-Leon
De nuevo nos enfrentamos a una etapa maratoniana. Nuestras piernas agradecen el descanso de las etapas previas, mucho más relajadas que la de hoy. Interminables rectas y tramos de una sobrecogedora soledad. Predominan los andaderos, esos caminos diseñados para que los peregrinos transiten al margen de las peligrosas carreteras. Los kilómetros van cayendo poco a poco. Dejamos atrás la provincia de Palencia y entramos en la de León, donde se encuentra Sahagún, primera parada “técnica” de la jornada. A partir de Mansilla de las Mulas el perfil plano de la llanura se va desfigurando poco a poco debido a la presencia de los grandes ríos leoneses que bajan de la Cordillera Cantábrica cargados con el agua del reciente deshielo. Poco antes de llegar a León notamos en nuestro rendimiento el cansancio del kilometraje acumulado y de una zona no demasiado bonita: demasiadas carreteras, polígonos industriales y zonas de transición desde el campo a una gran ciudad como León.Distancia: 95 Km. Tiempo empleado: Diez horas. Dificultad: Difícil, sobre todo debido al kilometraje. Lo mejor de la jornada: Cenar en un buen restaurante del barrio “húmedo” de León. Lo peor de la jornada: Los interminables y monótonos andaderos.
Etapa 7: León-Rabanal del Camino
Una vez más nos invade la sensación de que estamos entrando en una región totalmente distinta a la precedente. La llanura de Castilla ha desaparecido definitivamente y a cambio transitamos por unos misteriosos páramos por donde se escucha al atardecer el aullido del lobo. De las dos alternativas que existen para cubrir el tramo entre León y Hospital de Órbigo elegiremos la meridional, la que recala en Villar de Mazarife. Uno de los mejores detalles de la jornada será el baño en las piscinas que hay en hospital de Órbigo, una acogedora localidad leonesa. El siguiente tramo, hasta llegar a Astorga es muy divertido ya que el camino “serpentea” por pequeños pueblos en un paisaje de tonos verdes y rojos. Astorga nos retiene más de lo debido ya que hemos de solucionar problemas “burocráticos” como sacar dinero de cajeros, recargar un teléfono y comprar algún recambio para la bici. Los últimos veinte kilómetros en perfil ascendente son el prólogo de lo que nos espera mañana.Distancia: 69 Km. Tiempo empleado: Ocho horas. Dificultad: Media-Alta. Lo mejor de la jornada: El paisaje de la zona y el chapuzón en Hospital de Órbigo. Lo peor de la jornada: Algún problema técnico que tenemos con las bicis.
Etapa 8: Rabanal del Camino-O Cebreiro
En los viajes precedentes que habíamos realizado por la ruta Jacobea nunca habíamos combinado las distintas etapas para hacer coincidir los dos súper-puertos del tránsito a Galicia. La experiencia –vista en la distancia y frente al ordenador- fue muy dura y quizás os deberíamos recomendar que hagáis otro planteamiento para evitar “sufrimientos” innecesarios. En cualquier caso “atacar” Cruz de Ferro desde Rabanal supone haber ganado algo de altitud con respecto a Astorga pero sin embargo no existe calentamiento previo, se comienza la etapa casi con el plato pequeño. Otro punto clave es que no hace excesivo calor, incluso, en el electrizante descenso a Ponferrada hemos de ponernos un chubasquero para evitar que se enfríe el sudor. Preferimos no parar en Ponferrada y ganar kilómetros –y tiempo- llaneando por el Bierzo. Para subir O Cebreiro preferiremos reposar en Villafranca y avituallarnos bien. La subida hacia la frontera gallega es bastante dura pero algunos ya la hemos realizado otras veces y sabemos regularnos. El final no es tan malo aunque la climatología en la llegada empeora notablemente.Distancia: 84 Km. Tiempo empleado: Diez horas. Dificultad: Muy alta. Lo mejor de la jornada: Saber que el esfuerzo ha merecido la pena. Lo peor de la jornada: Unir la subida de los dos puertos en una sola jornada.
Etapa 9: O Cebreiro-Portomarín
¡Qué etapa tan bonita! Tenemos un excelente recuerdo de este paseo por las “corredoiras” de la provincia de Lugo. En esta jornada se dieron todos los factores para convertirla en una gozada: ligera neblina después de una noche de llovizna, un kilometraje no excesivo y unos paisajes de fábula. Para disfrutar al máximo os recomendamos “huir” de los tramos de carretera e intentar hacer los mayores tramos de camino posible. Otro acierto fue el elegir el ramal de San Xil para cubrir la etapa entre Triacastela y Sarria. No tuvimos prisa en recorrer este tramo, muy al contrario: nuestras cámaras de fotos casi no dejaron de disparar durante el día. La única pega es haber dejado al margen el monasterio de Samos. Portomarín, final de etapa, nos pareció un lugar idílico con el reflejo de sus casas sobre las aguas del Miño,Distancia: 62 Km. Tiempo empleado: Siete horas. Dificultad: Alta. Lo mejor de la jornada: El paisaje y esos caminos conocidos como corredoiras. Lo peor de la jornada: Comienza a haber demasiado “trafico” de peregrinos
Etapa 10: Portomarín-Pedrouzco
Esta etapa es una sucesión interminable de pequeños pueblos y aldeas de neto sabor gallego. Poco a poco el denso bosque se abre y da paso a un paisaje de campos abiertos, bosques de eucaliptos e incluso algún polígono industrial. La etapa –que a priori parece fácil- se termina convirtiendo en un autentico “rompepiernas” donde los valles de pequeños ríos nos hacen cambiar de ritmo constantemente. Otra cosa que nos sorprende es la ingente cantidad de peregrinos que vamos adelantando, desde que hemos entrado en Galicia el “trafico” de peregrinos ha aumentado exponencialmente. En la entrada a la provincia de A Coruña seguimos las recomendaciones de todas las guías y nos damos un homenaje gastronómico en Melide. Pasar por aquí sin probar el pulpo es imperdonable. Aún nos queda un buen tramo hasta Pedrouco, pero el pulpo y el Ribeiro son un alimento de gran carga “energética”.Distancia: 75 Km. Tiempo empleado: Siete horas Dificultad: Media-baja. Lo mejor de la jornada: El pulpo de Melide. Lo peor de la jornada: La belleza del paisaje se va desvaneciendo.
Etapa 11: Pedrouzo-Santiago de Compostela
Una etapa tan corta está plenamente justificada si queremos disfrutar a tope de nuestro último día como peregrinos. Tenemos un sentimiento dual. Por una parte nos alegramos de acabar y poder regresar a casa y por otra parte sabemos que mañana nada será igual y que nos separaremos “temporalmente” de nuestros colegas de viaje y de nuestras bicis. Algún repecho inesperado nos “saca” de nuestros pensamientos…. Lavacolla, Monte de Gozo y Santiago. Un ligero “orballo” se encarga de poner un toque melancólico al final del viaje. Hasta la noche no regresaremos a casa y no nos vamos a privar de comer en condiciones unos buenos mariscos, nos lo hemos ganado.Distancia: 20 Km. Tiempo empleado: Tres horas. Dificultad: Nula. Lo mejor de la jornada: Hemos acabado una vez más el camino de Santiago y siempre nos quedan ganas de repetir. Lo peor de la jornada: Que todo ha terminado.
<span>Bueno, y ya que hemos llegado al final de la serie, en primer lugar, felicitar a Miguel Ángel por los 12 artículos sobre el Camino de Santiago. Toda una gozada leerlos.</span>
ResponderEliminar<span></span>
<span>Parafraseándote,</span>
<span></span>
<span>Lo mejor: que a mí me ha picado el gusanillo y me estoy planteando, en cuanto tenga algo de tiempo libre y alguien que quiera acompañarme, lanzarme a la aventura del Camino.</span>
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<span>Lo peor: <span>que con este artículo todo ha terminado (bueno, falta el número 13, con nuestra la ruta que haremos en breve de Madrid a La Fuenfría por el Camino Madrileño)</span></span>
<span><span></span></span>
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<span></span> :) :) :)
<span>Este último capítulo me ha gustado mucho. Se agradece un resumen con "sensaciones" de cada etapa. Da envidia y dan ganas de echarse al Camino pero en mi caso me parece que esta planificación acabaría con mis fuerzas el segundo día. Si haces una media de todas las etapas, la dificultad preponderante es la alta, eso sí, desde mi punto de vista independiente de las clasificaciones de Miguel Angel. ;)
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel Angel, a ver si nos picamos y por lo menos hacemos alguna de las madrileñas. :) :) :) </span>
Encantado de vuestros comentarios..... Al menos que alguien tenga la "dulce" tentación de echarse al monte y caminar o pedalear por el C.S.
ResponderEliminargracias y hasta la proxima.
MAD
gracias a tod@s por soportar mi culebron jacobeo....
ResponderEliminarMAD
sea año santo o no esto hay que hacerlo, qué ganas y tan bien documentado... :)
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