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martes, 17 de marzo de 2015

¿Qué es lo peor de ir en bici? Otros ciclistas


Las dos ruedas son más populares que nunca, pero un nuevo tipo de ciclista trae el peligro a la calle -y de paso nos da mala imagen a todos, dice un ciclista harto-.

Publicado por The Guardian el 5 julio del año 2014 08.00 BST (British Standard Time) por un tal Anónimo. Traducción de Anónimez con ilustraciones de Juanítez.



Tras 12 años montando en bici por Londres he llegado recientemente a una conclusión sorprendente: lo que más miedo me causa como ciclista no son los coches, ni los camiones, ni los pasajeros de los taxis que súbitamente despliegan la puerta ante ti, sino otros ciclistas.

Sea en agitadas calles o en vías privadas, sea en caminos de sirga o en callejones, se mueven con un sorprendente desprecio por todos los demás, dejando a los peatones de todas las edades y a los otros ciclistas rumiando su arrebato de hipocresía. Se compran una bici y un timbre y me hacen desesperar porque adonde quiera que vayan hacen retroceder la causa del ciclismo.

Detente por un momento si es que, considerándote ciclista, estás pensando en saltarte estas líneas y leer otra cosa o en enviar una carta al director (o un comentario) con la ira y el desprecio que no has sentido desde que aquel peatón irrumpió sin mirar en tu trayectoria mientras escribía en su smartphone. No es éste un ataque a los ciclistas o al ciclismo; más bien al contrario, es un ataque al nuevo tipo de chulito que lo reviste de mala reputación.

¿Qué es lo peor de ir en bici? Otros ciclistas


Inexorablemente, el ciclismo lo está inundando todo: cual nuevos bares, brotan tiendas de bicis. por doquier en todas las vías comerciales; las bicis de Barclays han sido recibidas con entusiasmo en Londres; y el Tour de Francia, que comienza este fin de semana, sin duda hará que más gente se se suba a las dos ruedas cuando pase por Yorkshire. Todo esto está muy bien... pero junto a este fenómeno se produce un aumento de la congestión del tráfico y demasiados ciclistas -que ven en esta superpoblación una merma de su libertad- reaccionan con ira hipócrita y con alguna mención hacia las madres y la familia de los otros usuarios...

Se podría, no obstante, advertir que los ciclistas son, con demasiada frecuencia, víctimas de la carretera y que todavía son los vehículos de motor el mayor peligro para la vida y la integridad tanto de peatones como de ciclistas. Según CTC, the national cycling charity (Equivalente aproximado a ConBici), en el año 2012 el 98% de los accidentes graves o mortales que implicaban a peatones en zonas urbanas fueron por colisiones con vehículos de motor. Y entre 2008 y 2012, nueve peatones murieron atropellados por ciclos mientras que 1.361 perecieron atropellados por coches.

Sin embargo, nada de todo lo anteriormente expuesto puede excusar el obsceno comportamiento de una destacada minoría de ciclistas. Nada menos que Chris Hoy, una verdadera autoridad, redundaba sobre ello en una entrevista para el Telegraph [N.T. conjunto de lectores disjunto del Guardian] al asegurar que nada le hastiaba más que una actitud lamentable sobre una bici. "Cuando yendo en la bici veo a alguien haciendo alguna estupidez, indudablemente voy a reprenderle en el próximo semáforo" aseveró, a lo cual añadió: "a uno que estaba montando como un estúpido, saltándose los semáforos y atajando por la acera, simplemente le dije: no estás ayudando, precisamente. Si quieres respeto te lo tienes que ganar".

Yendo por la ciudad en hora punta probablemente se pueda ver a algún ciclista haciendo una pirula tal que, de hacerla un coche, el conductor sería colgado de una farola. Pero el ciclista seguirá haciendo la misma pirula una y otra vez sin que nadie le reproche.

Por esta razón suponen un peligro para la causa del ciclismo y para los mismos ciclistas. Cierto es que nadie es perfecto, pero esta gente se acomoda en la postura de hacer irrelevantes las normas de tráfico, una postura donde no cabe el civismo. Son los mismos que nos embisten al pasar (vayamos en bici, a pie o en coche) obligándonos a echarnos a un lado o nos gritan por reducir la marcha para no atosigar a un niño o a un anciano.

¿Qué es lo peor de ir en bici? Otros ciclistas
En realidad diría que los usuarios del coche se merecen más respeto que el que reciben por parte de la comunidad ciclista, porque no recuerdo haber visto nunca a uno tratando de hacerse un hueco en un abarrotado paso de peatones -tan sólo un par de centímetros más ancho que su propio vehículo-, cruzando seguidamente al carril equivocado de la calzada y huyendo a toda velocidad. Tampoco se ven muchos coches asaltando los caminos peatonales tras apretados grupos de peatones a los que pitan con furia hasta que se quitan. Y seguramente ni tenga que tocar el tema de los semáforos en rojo, ¿o debería?


Pero estos peligros tangibles que nos traen los nuevos chulitos en bici no son el problema; el auténtico problema es el daño que hacen al ciclismo y a su imagen.

Para el peatón acosado ante el cual el timbre se ha convertido en el preocupante precursor de una experiencia cercana a la muerte o de un claro abuso, la figura de este ciclista estúpido se ha convertido en la norma y representa a todos los ciclistas. Esta es la verdadera razón de su peligro, porque el ciclismo necesita progresar y ser aceptado, pero cuanto peor sea la percepción del comportamiento de los ciclistas y su irresponsabilidad, más probable será que haya medidas en contra del mismo.

Una de tales medidas podría ser el seguro obligatorio, que podría parecer bueno pero que quizá no lo sea tanto, pues el reconocimiento legal de ser indemnizado por quien acaba de matar a tu perro puede no suponer nada si para poder reclamar tal derecho tienes que cogerle primero. Otra de las medidas es el registro obligatorio. Actualmente sólo es obligatorio registrar todas las bicis en Japón. Suiza lo retiró por el coste y la burocracia. Ahora en el Reino Unido se adora un trocito de cinta roja, pero ¿registrar todas las bicis? No me parece bien. Y además de esto, la libertad del ciclismo es algo que nos atrae a muchos. Quita esto y se convertirá en otro incordio cargado de burocracia. Nada detendría la causa del ciclismo más que el registro obligatorio.

Curiosamente, y hablando de Japón, tiene este país una gran población ciclista y una larga lista de leyes sobre el tema -muchas de las cuales son sistemáticamente ignoradas. Los ciclistas suelen ir por caminos peatonales y la policía les exhorta a ello si los ve por la carretera. Y los ciclistas, conductores y peatones conviven bien. ¿Cómo funciona? En una palabra, con cortesía Japonesa -uno de esos conceptos sin traducción directa al inglés [NT, Ni al castellano].

La desafortunada verdad, tal como CTC señala, es que la congestión será cada vez peor y todos nosotros -usuarios del coche y ciclistas- tenemos que afrontarla y ser mutuamente considerados. "Si vas a Tokio, una de las ciudades más bulliciosas del mundo, no ves este tipo de comportamiento que hay en Londres. Todo el mundo entiende que la ciudad es muy bulliciosa e intenta comportarse de forma consecuente con ello. Querríamos ver concienciación ciclista en el examen de conducir, pues se hace necesario que todo el mundo comprenda el punto de vista del otro", declara Jacqui Shannon, portavoz de CTC (ConBici).

La organización también querría ver el programa de habilidad ciclista Bikeability convertida en una parte del temario escolar. Esto ayudaría con la siguiente generación, pero es esta hornada de chulitos lanzados en un arrebato de furia y egoísmo la que supone el problema y es improbable que sean conscientes de que necesitan formación.

Pero basta ya de normas y formación. ¿Qué pasa con las leyes de tráfico? Como ciclista, veo un venir un coche y estoy convencido al 99% de que se ve a comportar de forma predecible porque los conductores están formados para seguir las normas. ¿Seguro que los ciclistas podrían hacer lo mismo? Desgraciadamente, cuando veo a otro ciclista no puedo predecir si va a frenar, o a acelerar, si atropellará a un peatón disculpándose sobre la marcha o si circulará por el lado equivocado de la calzada y hará el caballito.

El pasado año la Policía Metropolitana (de Londres) lanzó una operación de seguridad vial en respuesta a la muerte de 6 ciclistas en las calles de Londres entre el 5 y el 18 de noviembre. El cuerpo estuvo presente en muchos cruces y puntos problemáticos, imponiendo 13.818 multas, 4.085 de las cuales fueron a ciclistas. Por descontado un coche puede hacer más daño que cualquier ciclista, y más aún puede hacer un camión, pero todavía demasiados ciclistas se saltan los semáforos e irrumpen en zonas peatonales. Además, el procedimiento para pedir responsabilidades a los conductores es relativamente fácil porque los agentes pueden identificarles y contactar con ellos a posteriori, pero un policía que ve un ciclista peligroso difícilmente podrá hacer algo más que apuntarle con el dedo.

No soy un ciclista con mayúsculas, pero conozco a muchos y son un grupo sensato. Escribo esto de forma anónima por que mis experiencias negativas sobre la calzada han colmado lo humanamente soportable. Quizá ya sea hora de colgar la bici y de empezar a andar.

Pero no permitas que yo te pare. Si te ha captado la explosión del fenómeno de la bici y estás tentado de unirte al cambio, hazlo. Disfruta la salida del Tour este fin de semana; coge la bici, el timbre y el elastano (si quieres), pero no te olvides de la cosa más importante que necesita la bici: tu cerebro.