Alba aprendió con los cursos del Ayuntamiento
Escrito el 8 de enero por Alba¡Hola futur@ biciclista urban@! Si estás leyendo esto es que ya te ha picado el gusanillo como a mí y estás indagando de qué forma ir al trabajo en bici, aunque posiblemente no tienes aún claro cómo. Voy a contarte cómo ha sido mi experiencia para animarte y demostrarte que es mucho más fácil de lo que parece.
Este año me han cambiado el horario en la EOI y resulta que al ser dos horas y media en zona de pago, tener que ir y venir dos días a la semana me supondría dejarme una fortuna, además de tener que estar saliendo de clase a cambiar el papelito cada hora… ¡argghh! Así que a finales de octubre empecé a darle vueltas a lo de la bici.
Me bajé al trastero, cogí mi vieja bici de cuando tenía unos quince años menos, se la llevé a un amigo que la engrasó un poquitín y quedó perfecta, me compré un nuevo sillín y nuevas luces... ¡¡y a partir de ahí fue cámara y acción!!
Pregunté a un amigo qué ruta podría hacer y me paso el enlace de BiciFindes, que para mí fue un descubrimiento maravilloso por el que le estoy súper agradecida. Les escribí y me contestaron en apenas hora y media. Yo tenía muchas dudas porque llevaba sin montar más de quince años, pero tenía tantas ganas que me puse a indagar en la normativa para ciclistas urbanos y me hice una pequeña rutilla de prueba. Veréis, es cierto eso que dicen de que montar en bici no se olvida. Al principio me sentía un poco torpe e insegura al señalizar soltando el manillar o en las cuestas abajo o en las zonas con gravilla o con el firme irregular, pero basta con ir un par de tardes o las que cada uno necesite a una zona tranquila y practicar y practicar. No tiene más misterio. En serio. Si yo he podido después de tantísimos años, también podéis hacerlo vosotros.
Como digo, Iván me respondió rápidamente. Le pedí que me asesoraran con la ruta. No tenía ni idea de cómo ir desde Leganés a Islas Filipinas. Aunque tenía claro que tendría que combinar transporte público y bici. Iván me hizo una propuesta muy interesante, atendiendo al tráfico, las calles más o menos tranquilas, o las que tienen un grado de inclinación más llevadero. El trayecto en bici a la ida sería desde Nuevos Ministerios a Islas Filipinas y la vuelta desde Islas Filipinas a Atocha.
Cuando quedamos para probar la ruta yo me sentía como un flanecito, aunque muy decidida a hacerlo. ¡Pedalwoman al ataque! Antes de salir estuvimos repasando las normas y las claves y trucos para circular de forma segura. El trayecto se me hizo mucho más sencillo de lo que había imaginado gracias a la profesionalidad de Iván, que me cuidó un montón y me demostró que circular por Madrid en bici no sólo no es imposible sino que es muy gratificante. De repente te empiezas a dar cuenta de que zonas que conoces de forma separada están unidas entre sí por un par de calles, o te fijas en un parque, una tienda, o una escultura en la que jamás habías reparado antes, prestas mucha más atención a lo que te rodea (tu seguridad depende en buena parte de ello), ves más allá del culo del coche que tienes delante en el atasco ya que estás más alto y tienes una mejor perspectiva y el tráfico que parece a primera vista tan amenazador es, casi siempre, siguiendo unas normas básicas y un poco de sentido común, más fácil de manejar de lo que pensamos. Jamás hubiera imaginado que YO iba a ser capaz de circular por el centro de Madrid con mi vieja bici de montaña tuneada, que me iba a gustar tanto eso de pedalear … ¡y que incluso tendría mono de ir en bici!
Mañana empiezo las clases de nuevo después de las fiestas de Navidad y ya echaba de menos tener que darme mi paseíto biciclista. A día de hoy llevo algo más de un mes usando la bici regularmente como medio de transporte no sólo a la EOI sino a todos los sitios que me parecen factibles. Y no me canso, al contrario. Además tengo la gran suerte de tener un horario muy similar al de mi profe Iván, así que de vez en cuando hacemos el trayecto juntos y me enseña distintos recorridos para hacer la misma ruta y luchamos contra mi terrorífico e inexistente sentido de la orientación, que es mi principal problema para esto de moverme por Madrid en bici. Pero al final ha conseguido incluso que se me quite el miedo a perderme y sepa cómo orientarme.
Iván, un millón de gracias por el trabajo que hacéis en EnbiciporMadrid. La labor que hacéis no tiene precio, la verdad. Gracias por la profesionalidad, la paciencia, las ganas, los sabios consejos y la generosidad. El tiempo y el conocimiento son de las cosas más valiosas que hay y es un lujazo que lo compartáis de forma desinteresada. Me siento super privilegiada de haber contado con vuestra ayuda porque de no haberos conocido seguramente no hubiera sido capaz de lograrlo.
A l@s que os lo estáis pensando: en serio, se puede hacer. Ponedle un poquito de ganas, seguid los consejos de los veteranos… ¡y a pedalear!
¡Adiós parking de pago! ¡Adiós diésel plus! ¡Adiós tráfico! ¡Adiós pereza! ¡Hola Pedalwoman: la calle es tuya, muévete en bici!