Entiendo que el objetivo es promocionar el uso de la bici como medio para hacer la ciudad más agradable. Si alguien piensa que el objetivo no es ese, se puede ahorrar seguir leyendo.
Argumentar contra las vías ciclistas supone ir contra cierta ortodoxia; yo paso mucho más tiempo argumentando contra las vías ciclistas que a su favor... hablo con mucha gente al cabo del mes. Ir contra la ortodoxia suele requerir cierta beligerancia. Quizá no sea más que eso.
Podemos buscar más puntos de consenso:
La situación actual no es buena. Yo estoy de acuerdo en evitar la visión catastrofista de las calzadas porque no es correcta; también paso mucho más tiempo limpiando la imagen de la circulación en bici por las calzadas que manchándola más de lo que ya está... pero hay mucho trapo sucio. Ocultarlo o pretender que no está no arregla nada. Las calzadas son un entorno agresivo y desagradable y creo que debemos aspirar a poder pedalear en un entorno mejor. Espero que en esto estemos de acuerdo.
Educar y formar (a ciclistas, automovilistas y demás) es importante y necesario pero sólo con eso no vamos a conseguir hacer de las calzadas, tal cual son ahora, un sitio agradable para ir en bici. Desde luego, no para mis estándares. Por muy educado que sea todo el mundo, los coches hacen ruido, contaminan, atascan la vía, pesan una tonelada o más y van a 50 km/h.
Con educación, formación y promoción, podemos aspirar a que aumente el número de bicis y, quizá, incluso, a que disminuya el de coches pero no creo que lo haga lo suficiente para hacer de las calzadas, tal cual son ahora, un lugar atractivo para ir en bici con lo que el mensaje de la bici jamás llegará a la generalidad de la sociedad ni conseguiremos una masa crítica de ciclistas mínima imprescindible para dar la vuelta a la tortilla de la movilidad urbana. Es mi opinión. Puede que en esto no estemos de acuerdo.
Las calles, tal cual están ahora, están hechas para intentar meter cuantos más coches posible. Coches, no bicis. Si las calles se hicieran para intentar meter tantas bicis como fuera posible, serían muy diferentes; unas más diferentes que otras. Supongo que en esto también estamos de acuerdo.
Nuestra ciudad es una ciudad "cochista" donde se invierte en coche y lo que se espera de la gente es que use el coche lo más posible. En ese ambiente, me parece iluso pensar que ahora basta con decirle a la gente que también se puede ir en bici; que los coches no son tan malos y que, además, vamos a educarnos todos para convivir. No basta. Hay que hacer algo más, algo que diga a la sociedad que lo que su ciudad busca es que la gente vaya en bici, que la ciudad quiere y necesita a las bicis. Es algo que va mucho más allá de las palabras, requiere hechos físicos.
Es lo mismo por lo que no puedes poner una señal de límite a 50 en la Av. de Andalucía y esperar que la gente vaya a 50. Consciente o inconscientemente, no lo van a aceptar y, en cierto modo, no les faltará algo de razón: ¿me pones este pedazo de autovía y tengo que ir a 50?
Lo mismo por lo que no van a aceptar bicicletas; ¿me pones esta calzada y ahora tengo que ir pendiente de no aplastar bicis? ¿Me facilitas medios para conducir un coche de una cierta forma y ahora no puedo? Preguntas de lo más legítimas.
Con el diseño de calles actual, no vamos a conseguir generalizar la bici como alternativa y estamos condenados a seguir igual. Siendo cuatro gatos, circulando entre coches, tragándonos su porquería, sus atascos y su prepotencia. Y lo que es peor es que no les faltará parte de razón en vernos como intrusos en su ciudad cochista.
Un nuevo reparto del espacio urbano
Lo único que puede revertir esto es un nuevo reparto del espacio urbano. No veo otra forma. Puede ser con o sin vías ciclistas pero tened cuidado de poner como bandera el espacio actual porque estáis reivindicando algo que, en mi opinión, no se sostiene socialmente y es el soporte de la dictadura del automóvil. Si queremos que algo cambie en temas de movilidad y haya menos coches (al menos, en las ciudades), tenemos que renunciar a espacio en calzada. En el nombre de atacar a las vías ciclistas, estoy leyendo cosas que da miedo leer.
Mientras las calles sigan siendo como ahora, hipotecadas al tráfico de coches, circular en bici seguirá siendo imposible para mucha gente; impensable para mucha otra; y desagradable para la mayoría de los que, a pesar de todo, lo hacemos. Ninguna dosis de educación y promoción conseguirá cambiar eso, el mensaje podrá ser todo lo que contundente que se quiera pero no dejará de ser contradictorio.
Circular entre el tráfico a motor y aceptar eso como algo válido implica aceptar también soportar todos los problemas que ese tráfico genera. Si hay cola, esperas detrás. Si hay atasco, te atascas ¿Os parece esto aceptable? A mí, no.